Getxo – Laredo – Balmaseda – Bilbao – Getxo
Tras pasar más de 2 meses esperando a que me entregasen mi preciosa Street negrita, y por fin con un parte meteorológico favorable, me disponía a realizar mi primera salida en moto.
El sábado a la noche estaba muy nervioso, como si fuese un niño pequeño que fuese a acudir al parque de atracciones por primera vez. Tras cenar, me puse a ver una película para ver si podía conciliar el sueño. Al día siguiente había quedado con un amigo a las 11:00 de la mañana. Por fin conseguí cerrar los ojos a eso de la 1:00 de la madrugada. A las 4:30 de la madrugada me despierto, y ya apenas consigo volver a pegar ojo de los nervios. Tras muchas vueltas en la cama, dan las 9:00 y me levanto. Toca desayunar, duchita y los preparativos.
Una vez acabado con toda la parafernalia, me pongo el traje de romano por primera vez. Bajo al garaje y soy los buenos días a mi nueva compañera. La pongo en marcha mientras termino de atarme la chaqueta, ponerme el casco y los guantes. Son las 10:15 y tengo que pasar primero por el banco. Salgo del garaje, y me da la bienvenida un espléndido sol. Me acerco al banco y veo aparcada otra moto. Me acerco, aparco la moto y me acerco a contemplar la “custom” aparcada. Se trata de una Harley Davidson. Buen comienzo para mi vida como motero.
Terminado el trámite del banco son las 10:30 y me quedan 30 minutos para llegar al lugar de encuentro con mi amigo. Como voy sobrado de tiempo, tomo una ruta un poco más larga. Quiero disfrutar del día.
Llego a las 10:55 y me bajo de la moto. Primera foto a la luz del día de mi pequeña, y espero a mi compañero. Llega puntual y tras saludarnos, nos preparamos y cogemos la carretera nacional camino de Laredo.
Los primero kilómetros pasan muy rápido, casi no puedo ni disfrutarlos. Encima voy haciendo el rodaje. Mirar la carretera, mirar el cuentakilómetros, las marchas, estar atento del tráfico… Poco a poco me voy soltando y empiezo a disfrutar. El día es estupendo, y empiezan las primeras curvas. Izquierda, derecha, curva enlazada. No hay color a realizar el mismo trayecto en coche. Y llega el momento mágico. Veo a lo lejos unos faros encendidos que se van acercando. ¡Se acerca el momento de mi primer saludo motero! Me preparo, saco la mano izquierda, levanto el dedo índice y corazón. ¡Ya está hecho! Y veo que el compañero que viene hacia mi repite el gesto. La sonrisa de mi cara dentro del casco era espectacular. Después de ese saludo, cada poco nos cruzábamos con más compañeros y repetía el mismo procedimiento. Como he disfrutado de esta camaradería. Es la vez que más he tardado en llegar a Laredo, pero también es la vez que más he disfrutado.
Tras llegar a Laredo, nos acercamos al club náutico para hacer nuestra primera parada, ya que mi amigo me quiere enseñar su nueva adquisición. Un velero de 8 metros.
Vista desde el puerto naútico de Laredo
Media hora después decidimos ir hasta el Puntal, y tomar un refrigerio y un pincho por allí. Son las 12:30 y sigue haciendo un día muy bueno. Se han metido las nubes, pero no amenaza lluvia. No hace apenas viento y la temperatura es estupenda.
Después de acabar con el pincho, cogemos nuestras monturas y decidimos volver a Bilbao pasando por Balmaseda, por una carretera en medio de un valle precioso. Carretera de curvas sin ningún puerto destacable pero muy divertida.
Yo había quedado a comer en Bilbao con mi madre y unos amigos, y como íbamos un poco justos de tiempo decidimos hacer el último tramo de la ruta por la vía rápida que hay entre Balmaseda y Bilbao. Llegando a Bilbao me despido de mi amigo, y entro en Bilbao. Que placer es conducir por esta ciudad un domingo que apenas hay tráfico. Llego puntual a la cita y comemos en el centro de la capital vizcaína. Tras la sobremesa, y ya un poco cansado de un día con tantas emociones, decido que ya va siendo hora de volver a casa. Cuando llego a recoger la moto, veo que mi pequeña Street se había echado una amiga. Ahí estaba cambiando impresiones con una preciosa Bonneville T100. A saber que le estaría contando de su conductor novel. Me preparo, las nuevas amigas se despiden, y me llevo a mi montura hasta casa para que descanse después de un día de tantas emociones.
El único error de todo el día, es que apenas he hecho 4 fotos. Espero estar un poco más atento el próximo día que salga con mi compañera a dar una vuelta para poder tener más recuerdos.
P.D. Os dejo el mapa de la ruta
https://maps.google.es/maps/ms?msid=205 ... 5ea9&msa=0
, no hace tanto, pero lo mejor de todo es que esa ilusión y esa sonrisa tonta bajo el casco la sigo teniendo cada vez que monto en moto, después la tuve con la Street y sigo a día de hoy sigo disfrutando, vaya con mi Daisy con la YBR de la chavala o con la que sea que me dejen para dar un rule...
