En primer lugar, que conste que no tengo ninguna relación con personal de Triumph y que tampoco soy piloto probador. Soy poseedor de una Speedmaster que se apuntó a la prueba de la Bobber por Internet.
El día 6 me citaron para la prueba y llevé la moto una hora y media más o menos.

En primer lugar decir que los acabados de la moto son realmente notables, sin ánimo de ofender a los harlystas , creo que las supera y que hay pocas motos en el mercado que alcancen su nivel.
Las piezas cepilladas, cárter, escapes, base del asiento, etc , tienen un aspecto muy atractivo. Prácticamente no hay ningún cable a la vista, la pintura (negra en este caso) tienemuy buena presencia y le da un look vintage muy atractivo. Las soldaduras están muy bien acabadas.
Gonita, muuu gonita diría yo.
Quizá, para mi gusto, el panel de instrumentos es demasiado “moderno”. Aunque consta de una sola esfera de aire retro, en la que se incluyen velocímetro analógico y testigos, junto con pantalla digital configurable (ese es el toque moderno que para mí la pierde). Pero es la única manera de que puedas tener tanta información: marcha engranada, varios consumos, km parciales y total, cuentavueltas, etc, según lo configures.
La posición de conducción es lo primero que sorprende, no tiene nada que ver con la speedmaster y demás custom. Te sientas encima dela moto, no dentro. La postura me recordaba a mi querida Kawa Zephyr 550. Y también el tamaño, no parece una 1200, es un juguetito.

Manillar plano y manetas regulables, cromadas. Demasiado gruesas para migusto, que tengo las manos pequeñas.
Retrovisores bar-end, en los extremos del manillar, estéticamente no son de mi gusto, pero tiene buena visibilidad.
El asiento parece una tabla, pero es cómodo y no tuve ninguna molestia donde la espalda pierde su casto nombre.
El embrague es pura mantequilla y el acelerador electrónico una delicia, todas las motos tendrían que ser así. Tacto de frenos bueno, sin holguras ni esponjosidades.
El cambio un pelín duro, la moto sólo tenía 200 Km, supongo que con el tiempo mejorará. De todas formas, en mi moto tengo pedal doble y siempre cambio pisando. A lo mejor he perdido la costumbre.
¿Y la conducción qué? Vamos al meollo. Antes debo indicar que practico una conducción relajada y no la forcé en ningún momento, si acaso un par de frenadas fuertes para ver cómo iban los frenos.
La primera impresión me sorprendió, esperaba algo más custom, pero es, como dije, un juguetito, comparada con la Speedmaster…. Cambia de dirección con una ligera insinuación y no parece para nada una 1200.

El motor se nota pleno en bajos, no pega tirones a muy baja velocidad y cuando aceleras fuerte, te lanza con contundencia, no es una RR, aunque no he llevado ninguna. La sensación es de motor lleno, pero sin que se te vaya de las manos. Seis marchas, la última overdrive que prácticamente sólo usas en autopista o largas rectas. Tiene modo de motor para lluvia pero no lo conecté en ningún momento.
El chasis me dio muy buenas sensaciones, en conducción tranquila. Me me fui por alguna carretera curvilínea y bacheada y no se descompuso en ningún momento , ni tuve sensación de inseguridad. Suspensión trasera mucho mejor que la de la Speedm.. que como sabéis muchos es bastante seca. La delantera me pasó desapercibida, lo que siempre es un buen signo.
Los frenos cumplen bien, a pesar de tener un solo delantero, incluso creo que frena mejor que la mía. También supongo que es más ligera. El trasero prácticamente no lo usé. Tiene ABS Yy control de tracción de serie.
Otras sensaciones.
El ruido de los escapes es ronco y profundo, muy de malote, sin llegar a ser escandaloso. Al ser los escapes cortos, se oye perfectamente cuando conduces. Yo, que soy viejuno, la preferiría más silenciosa, pero reconozco que es atractivo.
No tiene prácticamente vibraciones. Por lo menos la imagen en los espejos nunca se distorsiona, ni note hormigueo en manos o pies. Pero se notan las pulsaciones del motor, será por el anclaje del asiento en voladizo, supongo. A los puristas le molará, a mí, para un rato vale, pero me acaba cansando.
El asiento se puede retrasar, hay que soltar una tuerca en la parte inferior, sacarlo y montarlo en otro agujero que tiene la pletina que lo sostiene. Yo creo que se retrasaría demasiado y la postura sería un poco incomoda, pero sobre gustos…

Y ahora el gran fallo…. ESE DEPÓSITO MINÚSCULO. No creo que se puedan hacer mucho más de 120 Km con cada depósito. Se les ha ido la mano claramente, sacrificando estética por utilidad.
Como conclusión: Jugetito para niños grandes y con pasta (13.000 del ala).
Muy bonita (para el que le guste este tipo de motos), acabados dífícilmente mejorables, fácil de conducir, divertida y segura. Hasta con un toque ligeramente deportivo.
Ideal para excusiones de fin de semana e incluso para conducir en ciudad. Aparcada en la puerta de la cafetería seguro que pillas.
Si quieres viajar, ni la mires, no vale para eso. La capacidad del depósito roza lo ridículo y no tienes sitio donde poner el equipaje. Supongo que, con el tiempo, llegarán accesorios para ponerla al gusto de cada uno y solucionar estas pegas.
Aunque se llame Bobber no creo que lo sea. Esta moto es un disfraz. Estéticamente está inspirada en las clásicas inglesas de finales de los años 30 y 40 (ver foto Velocette MSS 500 OHV del 39), con toda la tecnología del siglo XXI.

He visto la luz: ¡¡ESTA MOTO ES UNA HIPSTER!!!!
Por último dar las gracias a Javier de Triumph por su atención y amabilidad.
Espero no haber sido muy rollo. Vssss.