En contra de lo que puede parecer, al menos en mi caso, después de una kilometrada importante, sigo dispuesto a volver seguidamente. Y ahí que me apunté.
Comentando la ruta del Tourmalet con mi amigo, me dijo que no había ido nunca. Había ido al Aubisque, Alpes y no se cuantos puertos en la peninsula, pero el Tourmalet se le resistía.
Le propuse ir al Tourmalet, repitiendo puertos de la ruta hecha con ECT.
Quedaba cuadrar fechas disponibles, y estas no pudieron ser hasta este fin de semana pasado.
Eramos conscientes de las posibles adversidades climáticas, pero como suele pasar, o ahora o nunca. Y tambien he de decir que el amigo Fritz me habia metido el gusanillo en el cuerpo con sus relatos y su manera de ver las cosas.
Pues bien, hemos estado en algunos puntos bajo cero. En otros con un fortisimo viento. Mucha humedad en casi todo el viaje. Muchos restaurantes de los puertos, donde poder tomar algo caliente y cobijarse de las inclemencias, estaban cerrados.
Pero que imagenes me llevo en el recuerdo. Increibles. De una montaña a otra, pasabas de la nieve al manto de verde oliva salpicado de amarillo y rojo. Al siguiente entrabas en un bosque con niebla baja y verdes de todas las tonalidades.
A pesar de haber hecho el mismo camino hace unos meses, las sensaciones han sido muy diferentes.
Una ruta que invitada a la tranquilidad y a la paz. De hecho es una de las salidas que mas fotos he podido hacer.
Y he aqui unas pocas...