Escapada a los Pirineos (la crónica)

[Humphrey]

Yo de mayor quiero ser como tú...

[despistao]

No te preocupes, lo primero lo conseguirás pronto

[Humphrey]

No te preocupes, lo primero lo conseguirás pronto

Cierto...

[despistao]

Lunes 24

Amanezco a las 7 de la mañana y amanece Jaca a la misma temperatura, 7 grados.

Pero a eso hemos venido. Desayuno, monto el equipaje, me pongo todas las capas que llevo y a las 8 en punto estoy saliendo hacia Biescas, para comenzar la subida del Puerto de Cotefablo (1423 m), mi desayuno motero, con la idea de hacer 9 puertos y acabar en Andorra.

La subida desde Biescas, retorcida y entre árboles, acaba en un túnel que corona el puerto.

Puerto de Cotefablo





Al otro lado se abre más el paisaje y hay mejores vistas. Pero todavía hace mucho frío y comienzo la bajada.

Y, cuando estoy llegando a Broto …. la carretera está cortada

Chaleco reflectante, cartel de stop en la mano y el paisano que me dice que va a ser largo. Estan asfaltando (esta y muchas otras carreteras que me voy a encontrar así durante los próximos días), la carretera es muy estrecha y la máquina la bloquea.

No exagera ni un pelo. Son unos 20 minutos de parada. Nos da tiempo hasta a charlar y me explica que sólo pueden asfaltar cuando no llueve, que por eso a partir de mayo / junio es la época de recuperar los destrozos del hielo y la nieve del invierno, …. Vamos, que me he hecho un master acelerado de asfaltado de carreteras.

Se va haciendo cola de coches y van llegando grupos de moteros, que los adelantan hasta juntarnos todos. En el primero, todos franceses, hay dos de ellos en adivinad en qué moto. Recién salida al mercado, dicen que va ke te matas y está causando furor (y algun que otro acalorado debate) en este foro.

El típico grupo con el que me iré encontrando durante el día, según vamos parando unos y otro.

Tras la larga parada, nada más darnos paso, el navegador, que se supone está alimentado de corriente de la batería de la moto, me saca el mensaje de … batería baja

Micro momento de pánico. 3 dias por delante con toda la ruta planificada y me quedo sin referencias. Murphy, ese gnomo irlandés que siempre está tocando los OO.

Pruebo el método universal de los informáticos (de los que formo parte), es decir, apagar y encender. Nada. Método avanzado, desconectar del soporte y conectar. Tampoco. Método para expertos, toquetear los cables. Tampoco. Método altamente creativo, soplar en los conectores del GPS ... Et voilá, comienza a cargar.

Respiro hondo y comenzamos de nuevo el día. Menos mal que he madrugado.

Pero decido saltarme el puerto de Fanlo, del que no tengo nada de información, y tirar hacia Fiscal, Boltaña y Ainsa.

La mañana se va templando, el cielo está despejado y puedo comenzar a centrarme en la conducción y el paisaje. Paso por Ainsa y enfilo el Collado de Foradada (1020 m), carretera muy ancha, con arcenes, casi una autovía, y llego a Campo.

Se acerca uno de los tramos más espectaculares, el cañon del río Esera, entre Campo y Castejón de Sos.

La carretera se estrecha y comienza a serpentear siguiendo el curso del río, adentrándose cada vez más ente paredes de piedra. El paso es tan estrecho que hay un momento que el GPS pierde la señal.

Y, en la mitad, un pequeño apartadero en el que paro a tomar estas fotos.

Cañon del Esera





Desde Castejón tomo la carretera que sube a Benasque, con la intención de llegar hasta Cerler, aunque sé que la subida tiene problemas.

Al llegar a Benasque comienzo a ver los restos de las riadas. Una zona polideportiva totalmente destrozada, a la entrada del pueblo. Un camping arrasado. Restos de árboles y piedras en los márgenes.

Y la cosa se pone peor nada más pasado Benasque. A unos 2 km., la carretera ha desaparecido. Han habilitado un paso para vehículos por un lateral, una pista rellena de piedras. Ya están trabajando en reparar la carretera, pero llevará un tiempo. Y me dicen que hay más cortes carretera arriba.

Dadas mis nulas habilidades off road, es hora de darse la vuelta.

Le siguen el Coll de Fadas (1471 m) y el Coll de l’Espina (1407 m).

Carretera estrecha y algo rota. Me centro en la conducción y estoy vago para sacar fotos, por lo que paso por ambos sin parar.

Unos km. más adelante, antes de llegar al Pont de Suert, veo un cruce que señala a la Vall de Boí, de la que tanto he oído hablar. Aunque no está en la ruta decido echarle un vistazo, para futuras escapadas, y comienzo a seguir la carretera.

Los paisajes prometen y me digo que aquí hay que volver. Creo que llego hasta Barruera, donde está tomada esta foto, antes de darme la vuelta y seguir ruta.

Barruera - Vall de Boi



El siguiente puerto en el menú, tras pasar el Pont de Suert, es el Col de la Creu de Perbes (recomendación de Fritz ).

Sigo vago con la cámara, por lo que no hay foto, pero disfruto de la carretera. Quizás me empieza a obsesionar avanzar y que no se me haga muy tarde, ya que nunca he estado en Andorra y quiero dedicarle una parte de la tarde a curiosear.

Y me enfrento, por fín, a otra recomendación, esta de Lotriquell

El Coll de Faidella (1285 m) y, seguido, el Coll de Boixols (1380 m).

La entrada al tramo promete. Cartel de "Carretera de montaña en 35 km". Lo clava.

Pero es lo mejor del día. Tanto que, aunque son las 3 de la tarde y todavía no he comido más que una chocolatina, lo disfruto como un enano y no siento ni el cansancio (que ya llegará, vaya si llegará).

Coll de Boixols



En la cima me encuentro una moto, matrícula francesa, 2 chaquetas cuidadosamente dobladas en el suelo, junto a 2 cascos, al lado de la moto, pero ni rastro de nadie a la vista.

Pocos minutos después aparece una pareja joven desde detrás de unos arbustos.

Tenían cara de haberse reconciliado después de una discusión. Pero igual es mi mente calenturienta y sólo estaban dando un paseo y admirando las vistas, que son espectaculares.



Ya queda poco, todo bajada hasta el Coll de Nargó (que, a pesar de su nombre, es un pueblo, no un puerto como tal) y seguir hacia el norte, camino de la Seu d‘Urgell y Andorra.

Empieza a notarse el calor, asoman los 25 grados y ya no me quedan capas para quitar. Pero es una carretera rápida y el viento me refresca.

Paro un momento en la Seu, me tomo un refresco y consulto la disponibilidad del hotel que tenía localizado. Como hay sitio, lo reservo en el momento y hacia allí que me voy, pensando en el bañito en la piscina que me voy a dar en cuanto llegue.

Llego a Andorra hacia las 5 de la tarde y directo para el hotel, el Coma Bella, en Sant Julia de Loria.

La sorpresa es que me quedaba un último puerto de montaña que no estaba fichado.

Unos 5 km. de subida, llenos de curvas retorcidas hasta salir del núcleo urbano y llegar a plena montaña. Eso si, el GPS, que no ha vuelto a fallar desde la mañana, me lleva hasta la misma puerta del hotel.

Quería algo tranquilo y alejado de la civilización. Segundo objetivo conseguido. El primero, lo descubriré a la noche, también (salvo un grillo irrespetuoso, pero el cansancio le derrota).

Habitación, traje de baño y la piscina para mí solo. El agua está fría pero todo el cansancio del dia desaparece, momentáneamente, por lo que me animo a bajar hasta Andorra la Vella y curiosear.

Andorra … la veré esta tarde y la atravesaré mañana, camino de Pas de la Casa.

Es un sitio de locos. Un macrocentro comercial de kilómetros de longitud que va subiendo por un valle rodeado de altas montañas, a las que se sube por carreteras que parecen un muelle.

Me pregunto cómo ha podido ser que algo así exista. Ya imagino que viven del comercio exento de impuestos, del esquí y de bancos relucientes cuya actividad, no lo dudo, será totalmente legal … o casi.

Eso sí, la pasta se ve por todas partes. Todo moderno, cuidado, carreteras en muy buen estado, atasco contínuo en las calles.

Todo muy bien solo que no encaja en el paisaje.

Recorro algunas de las macrotiendas dedicadas a la moto. Hay muy poca gente. Pequeña decepción. Busco guantes para verano y no tienen mi talla en ninguna de las 3 que visito. Curioseo precios y me da la impresión de que si son más baratos, pero no creo que compense el viaje salvo para importes muy altos.

Acabaré saliendo de Andorra habiéndome comprado solo … unos calcetines y una cajetilla de puritos

Está empezando a caer la tarde, aunque todavía hace calor. Y mis muslos recuerdan lo mal que lleva la Tiger los atascos en cuanto pasas de 20 grados, según se van tostando minuto a minuto, por lo que me vuelvo para el hotel.

Otra vez la subida del falso puerto pero, cuando llego al cruce del hotel, me pica la curiosidad por ver que hay más arriba.

Más arriba hay 12 km de carretera que sube a la estación de esquí de La Rabassa, a más de 2000 metros.

Pero no llego hasta el final. He salido de Andorra la Vella a 24 grados y sólo con la chaqueta de verano y una camiseta fina. Cuando alcanzo la cota 1900 la temperatura ha bajado a 11 grados y me estoy congelando. Siempre hay que dejar algo por visitar para tener la excusa de volver.

La noche va entrando. Hora de cenar y dormir.

Desde la habitación

[despistao]

Martes 25

Segundo día en los Pirineos. No se que me pasa que pillo bien el sueño pero me despierto demasiado temprano y no consigo volver a dormirme.

A las 6 de la mañana estoy viendo amanecer. A las 7 me levanto y tengo que esperar hasta que abran el desayuno, a las 7 y media.

Primera sorpresa. El hotel es pequeño pero casi todos los huéspedes están desayunando. Hay dos parejas de alemanes que han traido una especie de bugi en un remolque.

Y, otra vez a las 8 en punto, en marcha. Menos mal. Porque el dia va a ser largo de verdad.

Cruzar Andorra la Vella vuelve a ser un suplicio, ya hay mucho movimiento de coches.

Me desvío hacia el Coll d’Ordino (1980 m) y tardo un rato en salir de núcleos urbanos pero, pasada La Massana, aparece una carretera de montaña, ya más estrecha y bien asfaltada.

Arriba, un respiro y una foto.

Coll d’Ordino



Ya estoy en otra Andorra, la de los pirineos, la que quería encontrar. La bajada hacia Canillo tiene unos de los mejores paisajes y curvas del día.

Repostaje a tope y comienza la subida al Port d’Envalira (2408 m) situado en plena estación de esquí de Pas de la Casa.

Es algo que me pasa siempre con los puertos de estaciones de esquí. La carretera es “demasiado buena” y los paisajes son campas con hierba quemada (no hace mucho que estaban cubiertas de nieve).

Así y todo, es el punto más alto en el que estaré en todo el recorrido (en argot ciclista, la Cima Coppi de mi ruta).

Port d’Envalira



Arriba me espera mi choferesa, que me ha traido mi coche por si quería variar



Le agradezco el detalle pero prefiero seguir sobre 2 ruedas.

Bajo hacia el lado francés, cruzo el control fronterizo sin que me hagan mucho caso (y yo acongojado por los calcetines que no había declarado) y me dirigo al Col de Puymorens (1915 m).

El túnel que lo atraviesa está cerrado pero, en todo caso, no pensaba cruzarlo. La subida del puerto, viniendo desde Envalira, es corta. La bajada hacia Puigcerdá, donde vuelvo a entrar en España, es bastante larga, bien asfaltada y con algunas curvas interesantes.

Y llega la Collada de Toses (1800 m), gracias al oportuno recordatorio de loMarraco ( )

Collada de Toses



En la cima, giro a la derecha y sigo hacia el Coll de la Creueta (1888 m).

Así como he subido a la Toses por una carretera bastante ancha, el camino a la Creueta cambia totalmente. Carretera estrecha, bastante llana (se parte de muy alto) sobre llanuras muy verdes, pero situadas a 1800 m., con vistas impresionantes.

Y aquí sí que empiezan a aparecer los escuadrones de ciclistas de los que Minimoto me advirtió

Después de la Creueta comienza una espectacular bajada, en la que parece que te vas a despeñar. Y, en medio de la nada, algunos pueblos muy curiosos, como Castellar de n’Hug, colgados en un risco.

Pero ya va avanzando el día y no tengo tiempo ni para una foto.

Sigo bajando, paso La Pobla de Lillet y Guardiola de Bergueda y empiezo a sentir hambre., pero decido esperar un poco más. Craso error.

A llegar a la altura del Pantano de Baells, llega la decisión del día. Revisando la ruta la noche anterior, vi dos puertos, previos al Coll de Josa, que no habían caído a la saca. Los metí en el recorrido y apunté el cruce en el que debía decidir si los abordaba o no.

Pues ha llegado el momento, estoy en el cruce a Figols y hay un letrero que marca “Camino rural, circule con precaución”. Momento de duda pero me animo.

Bingo!!! Lo mejor del día, de lejos.

Mas que carretera es una pista asfaltada, pero en buen estado, que va pasando campos y granjas, y que comienza a subir hacia el Coll de la Creu de Fumanya (1566 m).

Desde la cima se abre un valle sin casi signos de vida, en medio de un parque natural, creo que el de Rasos de Peguera.

Coll de la Creu de Fumanya



Y, seguido, se acerca el Coll de Pradel (1728 m). El saludo inicial impone. Señal de 20% de desnivel al inicio de una rampa de cemento.

Rampa del Coll de Pradel



La perpectiva de la foto engaña. Es una pared, pero merece la pena.

Los siguientes kilómetros son de paseo. Señales de Parque Natural, modere la velocidad. No hace falta. Voy embobado con el paisaje y el cuerpo me pide ir despacio, según voy bajando.

Y, siempre, con el macizo de Pedra Forca en el horizonte.

Pedra Forca desde el Coll de Pradel



Cuando termino de bajar el puerto, desvío a la derecha para subir al Mirador de Gresolet (1675 m). Carretera estrecha y bacheada. Y bastante frecuentada, que llega a la base de Pedra Forca.

Mirador de Gresolet



A partir de ahí continúa una pista de piedras para los más aventureros, que sube hacia un refugio. Y desde luego que se puede mirar, y mucho, desde él.



Pero ya son casi las 2 y todavía me queda mucho camino, por lo que me vuelvo por donde he venido (no hay otra) y encadeno el Coll de Josa (1620 m), el Coll de Port (1669 m) y el Coll de Jou (1480 m).

Coll de Josa



En el cruce del Coll de Jou hay 4 moteros de la zona con los que me paro a charlar un rato. Que si la bolsa sobre el sillín, que si la pantalla, que si esto, que si lo otro, …

De repente, uno de ellos dice “Venga, que son las 3 y ya llegamos tarde a comer”.

Cullons, todavía me quedan 180 km y no he comido ….

Les pregunto que donde puede haber algún sitio en la ruta para parar y me dicen que al final de la bajada, llegando a Solsona. Bueno, aunque sea tarde, pero algo comeré.

Con lo que no contaba es conque mi ruta no bajaba a Solsona, sino que giraba hacia el oeste, y que no iba a ver señales de vida en otra hora y pico.

Estoy en la L-401, carretera retorcida y solitaria, hasta que veo un cartel que pone … Cambrils. Pardiez, no puedo haberme desviado tanto y estar en Tarragona. Vale, es “otro” Cambrils y, desgraciadamente, no hay ningún chiringuito de playa en el que refrescarme.

Sigo adelante y ya empiezo a notar el cansancio, hambre, sueño, … Mi reino por un bocata. O por un café. Mejor ambos.

Hacia las 4:30 llego al cruce con la LV-4041 y, en el mismo cruce, por fín, un bar/restaurante.

Por lo menos no estamos en Francia, que a estas horas me dirían que si espero un poco me sacan la cena. Una tosta con lomo y queso que sabe a gloria, un cortado con hielo y vuelvo a ser persona.

Una pareja de jubilados llega en su coche y para a tomar un café. El tuvo moto hace años, conocía la historia de Triumph y … charla al canto, mientras como. Me preguntan hacia donde voy y les digo que quería dormir en Vielha, se miran ambos y sus caras reflejan el pensamiento de “pues no te queda nada todavía”.

Porque lo siguiente es llegar a Coll de Nargó y hay otro de esos letreritos en la carretera que dice … "Carretera de Montaña en 15 km". Empiezo a saber exactamente lo que significa. Me voy a jartar de curvas.

Llevo cerca de 8 horas dando tumbos, son casi las 5 de la tarde y estoy a bastante distancia de Vielha, aunque algo más entonado que hace unos minutos. Pasan dos motoristas con matrícula alemana y me voy tras ellos, hasta que paran en una corva para tomarse fotos. Nos aludamos y sigo.

Allá que nos vamos, para arriba y para abajo. Debo haber pasado algún puerto pero no tiene ni nombre.

Y, cerca de Llobera, al dar una curva, me encuentro un coche volcado de lado y totalmente cruzado en la carretera

Al lado un señor mayor y una mujer con cara de susto. La mujer me dice que no le ha pasado a ella, sino a su hermana, pero que está bien. Me asegura que ya ha llamado a la grua y a los Mossos, pero que llevan un rato esperando y nadie aparece.

Me quedo un rato con ellos pero me insisten en que siga mi camino. El pequeño problema adicional es que la carretera es muy estrecha y el coche, que está cruzado transversalmente, ocupa exactamente toda la anchura. Vamos, que ni queriendo haces una barricada mejor.

A un lado un muro de piedra, al otro un terraplén, con una franja de medio metro de matorral y hierba alta. El paisano, muy amable, va pisando para comprobar si hay agujeros y, finalmente, acabo pasando.

Me ha parecido una situación surrealista. No entiendo cómo ha podido volcar así, ni que estuviera su hermana pero ni rastro de la conductora. Ni se me pasa por la cabeza hacer una foto y eso que, probablemente, sería la mejor del viaje.

Desde Coll de Nargó ya “sólo” me quedan 140 km, el Coll del Canto (1725 m) y el Port de la Bonaigua (2072 m), y las dudas de cómo estarán las carreteras en la zona del Vall de Aran. Pero decido que, si aguantan las fuerzas, llego y, si no, busco un hotel en el camino.

Menos mal que la carretera del Coll del Canto me parece una autopista después de las que he recorrido, y que la velocidad media aumenta considerablemente.

Coll de Canto



Y el acercamiento a la Bonaigua tres cuartos de lo mismo. La carretera que pasa por Llavorsí y Esterrí d’Aneu está muy bien asfaltada y tiene curvas rápidas, por lo que me planto en la subida de la Bonaigua antes de lo previsto.

Y, ya que estaba allí, decido terminar el día en el destino elegido, Vielha.

Son las 6 y media cuando llego a la Bonaigua. El dia, que ha estado despejado, empieza a mostrar las primeras nubes, más hacia la zona del Vall de Aran.

Puerto de Bonaigua



En la bajada hay un punto que, por segundo año consecutivo, atrapa mi mirada. Esa carretera que se ve serpentear en el valle me trae loco. Ni siquiera se si esta asfaltada. Pero la vista es de postal. Habrá que investigar.



Y, pasado Artíes, los primeros restos de las riadas. A la carretera le falta un carril. Y los nubarrones de tormenta amenazan el resto de la bajada. Total, me quedan 15 km, no me voy a poner ahora la ropa de lluvia. No me quedan ni fuerzas, y eso que ya conozco lo qu es una tormenta imprevista en un dia soleado en los Pirineos. Me pillo el año pasado bajando el Aspin y, en 10 minutos, me dejó calado hasta los huesos.



Pero, por mucho que amenaza, no llega a caer una gota. Parece que hoy vamos a tener suerte ...

A las 7:30 llego a Vielha. Casi 12 horas después de salir, pero es un dia que recordaré durante mucho tiempo.

Me acerco a un hotel al que solía ir en mis tiempos de esquiador y, en la puerta, 2 relucientes GS, modelo nuevo, y una RT, con pegatinas de una empresa de alquiler.

Al lado, aparca otra GS, modelo más antiguo, de esas amarillas, con cientos de pegatinas por todas partes, matrícula italiana. Si ha estado en todos esos sitios, no se ha bajado de la moto en los últimos años.

Entro en el hotel y la recepcionista, una señora mayor muy simpática, me mira y, antes de decir ni siquiera mi nombre, me dice: “Yo a usted le conozco. Usted solía venir por aquí, pero hace tiempo que no lo hace”.

Mira en el ordenador y, efectivamente, mi nombre aparece y la fecha de mi última estancia es de …. febrero de 1996. Han pasado 17 años y me ha reconocido!!!

Ella se queda encantada al demostrar su memoria para las caras y yo por ser reconocible tantos años después (Humphrey, tambien quieres ser reconocible de mayor, ¿no? ).

El resultado de la anécdota: una habitación doble a precio de individual, garaje cerrado para la moto gratis incluido. Todo ello por 30,50 euros

Hay veces que los esfuerzos se ven recompensados.

Ducha y a cenar. Vielha está a medio gas, algunos sitios habituales cerrados. Me acerco al Vielhito, bar emblemático de la jet de Baqueira. Seguro que Barcenas lo frecuentaba, segun escribo ésto escucho la noticia de que se va a hospedar en Soto del Real esta noche. Pero está cerrado por descanso semanal.

Me acerco a la plaza y me siento en la terraza de la pizzeria. Plato de macaronni bolognesa, que los hidratos vendrán bien para recuperar fuerzas.

Y, para terminar, un gintonic medicinal ... que me lo he ganado.

Cuatro pasos hasta el hotel y caigo inconsciente en la cama.

[despistao]

Miercoles 26

Tercer y, finalmente, último día en los Pirineos, en contra de lo previsto.

La verdad es que no me recupero bien del esfuerzo. Me vuelvo a despertar temprano a pesar del gintonic preventivo de la víspera, y las posaderas y zona noble empiezan a estar machacadas. Y también la mano izquierda. Muchas curvas, muchos cambios de marchas.

Y ayer empezé a notar una vibración extraña a la altura de los estribos. Como un clonk en marchas altas.

Empiezo a revisar la moto (desde la experta mirada de un absoluto desconocedor de la mecánica) y veo que hay manchas de aceite en la llanta trasera y que el inyector del scottoiler está colgando.

Por lo que, otra vez a las ocho de la mañana, cómo no, me acerco al único taller de motos que hay en Vielha, concesionario naranja. No espero que hayan abierto pero, ya que estoy levantado, voy a ver a que hora empiezan.

Efectivamente, no abren hasta las 9. Pero, cuando me ve escudriñando, sale una persona del interior que resulta ser el mecánico. Con el lío de las inundaciones tiene trabajo a destajo y ha madrugado, para fortuna mía.

Un tio muy majo, que me dice que me mira la moto en el momento

Diagnóstico. Por la parte del scottoiler, nada que hacer, el inyector está roto. El viernes pasado cambié las dos cubiertas pero no lo hizo quien conoce mi moto. Probablemente, al extraer o colocar la trasera, quedara tocado y con los tumbos de los 3 dias ha acabado tocando la corona y se ha roto.

A eso se une que la cadena está muy tensa en un punto concreto, probable causa del clonck que escuchaba, mientras está destensada en otros puntos.

Revisa la alineación de la llanta trasera, la retoca un poco, destansa la cadena, la engrasa y ya arreglaré el tema con el concesionario, cuando vuelva, pero puedo seguir. Y solo me cobra 1/4 de hora de mano de obra, cuando le habrá dedicado bastante más. Un monstruo

En la zona en la que está el taller, unos pabellones en la entrada a Vielha desde Bossots, se notan todavía los efectos de las riadas, que hasta ahora no los había visto. Le pregunto por el tema y me cuenta que tuvieron como medio metro de fango y agua hasta dos metros.

El interior está impecable, han currado mucho para ponerlo en marcha, aunque el exterior es un pequeño caos de camiones retirando fango y escombros. Tanto que tiene que cerrar la puerta del taller por el polvo que levantan.

En esto que aparecen 3 moteros con … cómo no, KTM’s. Casi he visto más KTMs que muebleuves, aunque parezca increíble.

El del taller me comenta que ya ha entregado una Adventure 1990 y que tiene otra en camino, que están saliendo muy bien.

Los moteros son austríacos, van impecablemente vestidos, casi a juego con las motos, y peinan canas hace mucho. Pero se les ve saludables.

Me acerco a uno y le lanzo la pregunta tonta del día. “¿Tenéis los Alpes al lado y os venís a los Pirineos?” La respuesta es la que merece tamaña pregunta. “Es que los Alpes ya los tenemos demasiado vistos”.

No sólo los Pirineos, vienen bordeando todo el norte de España, desde Galicia, camino de vuelta hacia Austria. Tres semanas de ruta. Sólo espero que la baba que se me caía no se viera mientras hablaba.

Lo dije antes y lo repito. Yo me quiero jubilar así, con moto y en buena forma (y parece que Humphrey se apunta )

Entre unas cosas y otras, me dan las 10 de la mañana para cuando salgo, y el menú para el día no es corto, precisamente. Casi todos los míticos puertos del Tour, salvo el Tourmalet que, a estas horas, no descarto subirlo y bajarlo por el mismo sitio.

Como entrante, el Col del Portillon (1320 m). El camino previo, la salida de Vielha hacia Bossots, está cortado en dos tramos, con semáforos regulando el paso.

El segundo está justo antes de coger la subida al Portillon. Me adelanto a la fila de coches que está esperando y me coloco el primero.

Se abre el semáforo y, de repente, me doy cuenta que el desvío es .... al estilo Benasque.

Una pista de piedras improvisada en el prado cercano, salvando el tramo de carretera cuyos dos carriles han desaparecido en un recodo del río. Pero esta vez no queda más OO que pasar, y ya que tengo el honor de abrir la caravana pongo cara de "yo que me he hecho 2 Dakars, esto es un paseito" y lo salvo con más eficacia que dignidad

El Portillón, por lo demás, en bastante buen estado, aunque con algunos baches. Tipica carretera pirenáica, con unas cuantas curvas de 180º. Lo bueno del GPS es que sabes cuándo te vas a encontrar una.

Col del Portilllon



Bajo a Bagneres de Luchon, donde empieza la subida al Col de Peyresourde (1563) La carretera más ancha pero, en un cruce, no estoy atento y me despisto.

De repente estoy es una carretera muy estrecha, pasando caserios. Cuando ya empiezo a mosquearme (he pasado dos veces por este puerto y no me suena de nada lo que veo) el GPS, amablemente, me recomienda que gire en redondo.

Vale, 8 km. adicionales para la estadística ... y que esto quede en la intimidad

Poco ambiente todavía en la cima, aunque he pasado a muchos ciclistas subiendo, lo que se va a repetir en casi todas las cimas del Tour.

Col de Peyresourde



Uno de ellos, ya entrado en años, va en uno de esos inventos en los que pedaleas tumbado, con una banderita alemana al viento que se ve desde lejos, en plena cuesta final. Los hay mucho más pirados que yo. Pero mucho.

Bajo a Gènos y encuentro un lago muy bonico, en el que están aterrizando parapentes. Todo mu bucólico. Es la Francia feliz, muy lejana a las imágenes de las barriadas periféricas de las grandes ciudades.

Y empiezo la subida al Col de Val Louron-Azet (1580 m). Hasta la estación de esquí de Val Louron está bien asfaltada, y aporta a la ruta una seguidilla de 14 curvas / contracurvas de 180 grados.

A partir de la penúltima empiezo a cogerlas con algo de dignidad, tras la dura práctica de las anteriores

Después del desvío a la estación de esquí de Val Louron cambia completamente la carretera y aparece la gravilla, en abundantes cantidades y por toda la carretera. Así será hasta la cima y en toda la bajada hasta Azet.

"Precausióooooo amigo conductóooooo"

Col de Val Louron-Azet



Aquí los ciclistas ya son mayoría, aunque parecen búfalos por lo que resoplan cuando llegan a la cima.



Después del pueblo de Azet, bajada hasta Sain Lary Soulan y giro hacia Aragnouet, camino del túnel de Bielsa, aunque no voy a llegar tan lejos. Me dirijo a una zona conocida como la “Route des Lacs”, cuya subida comienza pasado Aragnouet, girando a la derecha.

La "carretera" es un camino de cabras. Estrecha, empinada, retorcida y con el firme asfaltado por última vez cuando Napoleon era cabo. Los empastes bailan y las manos empiezan a protestar de todo el traqueteo, pero no deja de ser divertida.

Llego hasta el primero de los lagos, el Lac d’Orendon. A partir de ahí, la subida está cortada, aunque el cartel de “route barré” parece provisional.

Una pena, porque los parajes aon bellísimos y quedan lagos más arriba (el Lac d'Aumar y el Lac Bleu, entre ellos). Toda la subida es un estrecho cañon en el que el GPS se vuelve loco y, finalmente, pierde la señal de los satélites.

Lac d’Orendon



Rato de charla con el guarda del Parking. Es una zona muy turística para caminantes, y hay parking de pago a la orilla del lago, base para los paseos por la zona, que es reserva natural. Pero me deja pasar sin pagar. Yo, con mi macarrónico francés y él, con un castellano similar, echamos unas risas, hablamos de la moto, del tiempo, ...

Y vuelta para abajo, no sin antes pasar por unos tramos algo aburridos y demasiado rectos



Otra vez a Saint Lary Soulan y desde allí hacia el Tourmalet. Pero esta vez, en lugar del tradicional Col d’Aspin, como avanzadilla del Tourmalet, pruebo una variante por la que pasa el Tour este año.

Unos amigos van a acampar la noche anterior para ver la etapa del dia siguiente, a los que quizás me una, y me pidieron que localizara sitios posibles.

Es la Hourquette d’Ancizan (1564 m). La carretera de subida es estrecha pero suave, supongo que será un puerto de 2ª categoría, todo el rato metida entre arboles.

Sin embargo, al otro lado del col se abre el paisaje, es zonas de pastos (y de vacas en mitad de la carretera). Lo de mirar como las vacas al tren es aplicable a la moto. Por mucho ruido que hagas ni se inmutan.

Hourquette d’Ancizan



Pero, por la parte trasera, en las estribaciones del Tourmalet, se están acumulando los nubarrones.



Bajo hasta Sainte Marie de Campan, punto de inicio de la vertiente este del Tourmalet, la que sube por La Mongie. Pero el pueblo está desierto y no hay un solo bar abierto a esa hora. Se nota que el paso por el Tourmalet está cerrado, otras veces había vidilla de ciclistas y moteros.

Esta vertiente, por lo que sé, se puede subir, pero sigue cerrada la bajada hacia Bareges, debudo a los cortes en las carreteras de las riadas de la semana pasada.

Dada la hora y los nubarrones que, probablemente, ocultan la cima, decido que habrá mejores días para el Tourmalet y tomo la única alternativa que hay para seguir hacia el Soulor, subir hacia el norte, bordeando Lourdes. Craso error

Kilómetros y kilómetros atravesando pueblos interminables, aunque no se vea a nadie, con la velocidad limitada a 50 km/h. Y cientos de rotondas. Si los franchutes decidieran desmantelar la torre Eiffel, yo les sugeriría que utilizaran una rotonda como símbolo nacional.

Hasta que no paso Lourdes y empiezo a ir hacia el sur, hacia Argelés – Gazost, base del Soulor – Aubisque, no vuelvo a disfrutar. Además, los viejos amigos del camino, el calor y el hambre, empiezan a apretar.

Pero persevero y me digo: “Hasta el chiringuito de la cumbre del Soulor no hay tregua”.

Comienzo la subida al Soulor, los primeros kilómetros no mejoran, paso dos o tres pueblitos y la carretera está inundada de gravilla. Algún movimiento no deseado de la trasera me hace ir extremando la precaución. Parece que están preparando para asfaltar.

Pero, en cuanto salgo del último de los pueblitos, Arrens, ya estoy nuevamente en mi territorio.

Llegada al Col du Soulor (1474 m), parada y bocata. El cielo está lleno de nubes y la temperatura ha bajado 10 grados en pocos minutos. Capas on.

Col du Soulor



Al fondo se adivina el Cirque du Litor, el tramo de carretera que une Soulor y el inicio de la subida al Aubisque, que va bordeando el abismo entre curvas y túneles.

Si tuviera que quedarme con un solo lugar de los pirineos creo que sería este.

Lo he pasado tres veces. La primera en dirección Soulor – Aubisque, la misma que voy a hacer hoy. Pero en medio de una niebla que apareció subiendo el Soulor y que no me dejaba ver a más de 10 metros. Sólo intuía que, a la derecha, no parecía haber nada. Pero no tenía ni idea de que la nada era tan abismal.

La segunda, en dirección contraria, me permitió ver por donde había pasado el día de la niebla. Algo de acongojo si que sentí, retrospectivamente.

Y esta es la tercera. Hoy no hay sol pero sí buena visibilidad. A disfrutar de nuevo, pero con un control especial, porque no hay lugar al error. Si te sales de la carretera, te sales de este mundo y de unas cuantas reencarnaciones más.

Y, finalmente, la cima del Col d’Aubisque (1709 m), plagado de motos (los de la foto, de Luxemburgo, otros, ingleses, tomando algo en la terraza del bar), ciclistas y otras especies de domingueros, aunque sea miércoles. Y todos sacándose las fotos de rigor ante las bicicletas gigantes.



Son las 4 de la tarde y el plan era seguir por el Col de Portalet hasta Jaca.

Pero me encuentro cansado, la espalda protesta, el trasero aúlla y me pasa por la cabeza …. “hoy quiero dormir en casa”.

Miro el GPS y son 280 kilómetros pero, una vez alcanzado Pau, 230 de autopista.

Hago un cálculo mental rápido y me digo “A velocidades legales, que los franchutes son muy suyos con los radares, llego para el sacrosanto poteo de las 8”.

Dicho y hecho. Bajando el Aubisque, a la altura de Gourette, otra manada de vacas subiendo por la carretera.

Hay una que va justo por el centro. Cruzamos las miradas, la sostengo, la vaca no se aparta y yo sí. Un pequeño fracaso para la humanidad, pero porque llevo prisa que, si no .... también la esquivaría

Al acabar la bajada vuelvo a estar en la Francia rutera que no me gusta. Carreteras atestadas, es hora punta, "próxima rotonda a 800 metros, siga recto", y así decenas de rotondas.

Pero hay una parte que les salva. Según me voy acercando, la mayoría de los coches que me preceden se apartan hasta meterse en la cuneta para dejarme pasar. Y los que viene de frente también, si ven que no hay suficiente hueco.

Y ni uno solo de ellos me pita o me da las largas. Eso si que no me hace sentirme como en casa.

Y me pregunto …. ¿cómo se genera una cultura de respeto así?

Ya en la autopista, decido probar un invento que compré un día por Ebay pero que no habia utilizado. Uno de esos controles de crucero manuales. Parece una llave inglesa, un extremo se engancha al puño del gas, aunque puede girar haciendo cierta fuerza, y el otro hace tope con la palanca de freno, fijando el puño donde lo coloques con el dedo índice.

Si hay algún sitio para probarlo es este, me digo. Una autopista de hasta 3 carriles, recta, llana y aburrida como ella sola, y ciento y pico de kilómetros por delante hasta llegar a una autopista como Dios mada, la A8, en cuyo tramo gipuzkoano si que no te aburres, porque enlazas curvon tras curvon.

Pues todo un invento. No voy a decir que he disfrutado de la autopista, pero, teniendo cuidado, me ha parecido muy útil y me permite hacer los kilómetros restantes bastante relajado.

Finalmente, a las 7 y media llego a casa. Ducha, ropa de paisano y, a las 8 en punto, me presento en el poteo, con la sana intención de darles la tabarra con mis aventuras moteras a un grupo de amigos que, de moto, sólo saben que tiene dos ruedas y que es peligrosa.

He conquistado casi todos los puertos de los pirineos pero, en este último empeño, fracaso estrepitosamente, como siempre.

Pero caen dos buenos crianzas antes de que el cansancio me mande para casa.

Pero los Pirineos siguen estando ahí … quedan muchos puertos por conocer ... y habrá más escapadas.

[despistao]

Bueno, pues ahí lo tenéis.

Si alguien llega hasta el final, puede que le lleve más tiempo que a mi recorrerlo

Posdata: segun termino de escribir me llega un correo que hace que las casualidades se sigan dando.

Os he hablado de Tyre, el software que utilizo para mis rutas. En su página web han creado una biblioteca de rutas que cualquier usuario puede subir y compartir con el resto, y en el que hay ya bastantes rutas de todo el mundo.

Pues allá por mayo, cuando empecé a diseñar esta escapada, envié una ruta circular, que salía de Jaca por el sur y volvía por el norte, después de 1050 km, muy parecida a la que finalmente he hecho.

Hoy me acaban de comunicar que la han elegido "Ruta del mes de Junio", lo que, además de darme una suscripción anual gratiuita de la versión PRO del software, y publicarla como tal en la web, me ha hecho ilusión, para que vamos a engañarnos.

http://routes.tyretotravel.com/routes/view/930

Y la noticia llega justo al dia siguiente de terminar la escapada.

Recuerdo una frase de una colaboradora que me dijo: "Hay dias en que la vida se pone de tu parte"

[Humphrey]

Eres mi héroe...

Enhorabuena por lo de la suscripción.

[Ferxo]

Eres mi héroe...

Enhorabuena por lo de la suscripción.

+1, yo de mayor, también quiero ser como vosotros

[despistao]

Eres mi héroe...

Enhorabuena por lo de la suscripción.

+1, yo de mayor, también quiero ser como vosotros

Tranquilo, cuando acabes con la organización del X y arrasemos hasta con el acueducto no se si lo serás, pero lo parecerás

[Ferxo]

Eres mi héroe...

Enhorabuena por lo de la suscripción.

+1, yo de mayor, también quiero ser como vosotros

Tranquilo, cuando acabes con la organización del X y arrasemos hasta con el acueducto no se si lo serás, pero lo parecerás

[Zasz]

Una crónica muy chula! Enhorabuena despistao por el curro al escribirla, y por los días de carretera y curvas que te has metido entre pecho y espalda

Ya me están entrando ganas de que llegue mediados de Julio y coger mi pequeña Street y marchar para esas tierras

[carlesTT]

Ha sido un gran placer leerte. A ratos me parecía ir de paquete contigo en la moto...

Gracias!!!

[Fritz]

Pedazo de ruta, pedazo relato, gracias, espero nos veamos en el Tourmalet de aqui unos dias y si quieres salir des de aqui con nosotros vente algún día antes y salimos juntos, que conste que no es una propuesta deshonesta eh? Tengo pendiente hacer muchos de esos tramos en moto, lo habitual ha sido hacerlos "enlatado", cun una lata bastante especial eso sí... para subirme por las alturas, he reconocido algunas cumbres que recuerdos Bueno, pues eso que me alegro que lo hayas disfrutado y te agradezco sinceramente lo hayas compartido, y como no espero más

[loMarraco]

Muy buena crónica, gracias despistao

[Ricard]

Gran ruta y gran cronica
Y ademas con posibilidad de descargarla para analizarla en el pc

De todos modos y como buen informatico, no tendras un googlemaps de la ruta?

[despistao]

Gran ruta y gran cronica
Y ademas con posibilidad de descargarla para analizarla en el pc

De todos modos y como buen informatico, no tendras un googlemaps de la ruta?

La ruta premiada no es exactamente la que hice, sino una versión preliminar.

Creo que la que finalmente hice es, incluso, mejor, ya que fué completada con buenas aportaciones de varios foreros de la zona.

Esta noche cuelgo enlaces de las etapas 2, 3 y 4 descritas en la crónica, en diferentes formatos, incluso para verlas en google maps

[Tull]

!!Vaya cronicón!!,,, queda el listón alto......preciosos paisajes,,alguno incluso me recuerdan a mi tierra.....

[Lotriquell]

Joder! Que currada de relato!
Me ha encantado leerlo.
Felicidades, veo que lo pasaste en grande

[despistao]

Las casualidades continúan. El la crónica hablo de una GS amarilla con matrícula italiana que estaba aparcada delante del hotel, en Vielha.

Esta mañana me he dado una vuelta y me he acercado a La costa, a Zarauz.

Adivinad que me he encontrado aparcado junto al malecón...

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