Ayer marcó el cuentakilómetros de mi Bonny los 30.000 Km.

Lo hizo en una rutilla casi habitual. La hago cuando no tengo mucho tiempo, era el caso de ayer, un Ordal, Avinyonet, Begues,. Hace días que solo la cojo para ir i venir a la ciudad,

(BCN) entro y salgo como devorado o escupido por ella. Apenas hay curvas en esa ruta, solo los 10 Km de la autopista a casa, pero vivo esa ruta con emoción intensa por otros motivos. El caso es que hace ya días que tenía ganas de carretera, y aproveche unos momentos libres. El sábado había nevado en el Baix,

unos 4 dedos de nieve deliciosa lo cubrieron todo, parecía un paisaje del Pirineo, o de los Alpes. Así el domingo fue una experiencia curiosa, salir de casa con nieve a los lados de la calle, y aún sobre el tejado de casa.

Hacer el Ordal con la nieve salpicando el verde, encontrar en esa frontera entre el Baix Llobregat y el Penedes campos cubiertos por el manto blanco y reluciente. Lucía el sol, un sol de tarde que hacía refulgir la nieve, y recordaba que la primavera empieza a poner una mano con gesto seguro, sobre la tierra dormida. Era un gran día para salir en moto,

hice un par de fotos, una con la cuneta llena de nieve, saque los relojes de Bonny y al arrancar me di cuenta que acababa de inmortalizar los 30.000 Km. No esta mal, hará dos años que se cruzo en mi camino y hemos recorrido 18.000 Km juntos.

Con ella he recuperado la emoción de ir en moto, y he descubierto la intensidad de rodar por carreteras de curvas imposibles. Esta moto me ha ayudado ha remontar mi vida, me ha dado momentos que han sido un impulso hacía arriba, en ocasiones tan arriba que me sentía volar.

Una moto no es un objeto que hace ruido y se calienta, y en el caso de Bonny suda aceite, encajado entre dos ruedas. Una moto te hace vivir, te hace recorrer la vida con pasión, te comes el aire como si en el estuviese todo el alimento que necesitas para vivir. Pensaba todo eso, y como una sombra se impuso otro pensamiento. Las cosas no van bien, yo me considero afortunado, a la vista de mi entorno, pero esta denominada crisis

, también me alcanza.

No estoy seguro de poder mantener mi Bonny a mi lado, en ocasiones pienso que haría bien en venderla, cuanto más tarde en hacerlo peor. No me va a sacar de mucho, es cierto. Hacer el embrague al coche, lo necesito para mover a mis hijas, aliviar el gasto del violín de la mayor, y respirar un poco los próximos meses. Pienso en el espacio vacío en el párquing y en el escalofrío de trocar vivencias por recuerdos, he acumulado muchos y muy buenos, algunos de ellos, los he compartido con vosotros.

Pero la vida es así, en ocasiones se pierde aquello que quieres,

o debes renunciar por un bien superior, no será la primera vez

. No he decidido nada, me cuesta decidirlo, siempre me doy unos días más de prorroga, espero no llegar tarde. Si he de ponerle música a esos pensamientos elijo Willie Dixon, aquí un par de canciones, blues del fondo del alma. Quizás estamos entrando en un tiempo que el blues más negro y rural sea su banda sonora. Espero pase pronto.
http://www.youtube.com/watch?v=vnzK2ogX ... X-gHkb83NI