Algunos ya sabréis (hay un hilo en el que el boss lo comunicaba) que, hace casi 2 meses, un zumbao se me cruzó en el camino, salí volando, mi moto quedó como siniestro total, mi cuerpo como siniestro parcial (digamos que leve) y mi orgullo motero intacto.
Salir sólo con una clavícula y dos costillas rotas, de un accidente en el que una moto nueva es siniestro total, ya lo consideraba como salvar una bola de partido.

Pero ahí, lejos de terminar la historia, empezaba.
Cuando me evacuaron a Urgencias, dada la aparatosidad del accidente, me hicieron un escaner de cabeza y tronco, para descartar lesiones internas. Y las descartaron.
Pero, de pasada, descubrieron que, en mi riñón izquierdo (casualidad, justo el mismo lado del golpe) había una "masa" que no debía estar ahí.
Tras una ecografia posterior y un segundo escaner, me encontré como en los chistes de "tengo una noticia buena y una mala. ¿Cuál quieres primero?"
La mala noticia fué que la "masa" tenía todos los boletos de ser un tumor cancerígeno.
La buena era que estaba encapsulado, es decir, que no se había extendido ni afectado a otros órganos y que era operable.
El pasado miércoles me operaron en el servicio de urología de Txagorritxu, en Vitoria, y me extirparon el riñón izquierdo. 6 horas de operacion, pero todo ha ido dentro de lo previsto y mañana me dan el alta y me mandan para casa. A falta de los resultados definitivos de la biopsia, que tardará todavía unos días más, el cirujano sigue confirmando el diagnóstico de tumor cancerígeno.
Pero también confirma que el resto de organos están limpios.
Por lo que parece que he salvado la segunda bola de partido.

Curiosamente, a mi padre también le extirparon el mismo riñón, hace 20 años, y por la misma causa (no, me aseguran que no es genético) por lo que tengo el vivo ejemplo de que con un riñón se vive y mucho.
A la pregunta de si podré seguir tomando poleos me han dicho que con moderación (o sea, como si tuviera los 2)

Ahora me quedan 5 años de "libertad vigilada" debiéndome presentar en el juzgado de txagorritxu cada 6 meses para control.
Y mucho curro por delante: afianzar la función renal, que, de momento, va bien, rehabilitar la zona del la calvícula, para que me duela igual pero no más que el lado sano en las rutas largas, y negociar la compra de la nueva moto.
Porque en dos meses máximo espero estar dando guerra en la carretera.
Ah, sí, al trabajo tendré que volver algun día también. Pero cuando complete las labores anteriores

En fin, como me dijeron en urgencias, cuando me comunicaron que tenía el tumor, me tengo que considerar afortunado de haber tenido el accidente.
Y ahora, a aprovechar las 5 vidas que me quedan
