Esta ruta la hice el sábado pasado, y es diferente no solo por más corta, sino sobre todo porque la hice al viejo estilo


No disponía de tantas horas para rodar y por tanto debía ser una salida más breve, y el día anterior un amigo me sugirió ir al Moncayo, precioso siempre








Mi fiel Bonnie siempre preparada…
Salí por la carretera de Logroño, Autovía hasta Alagón y a continuación carretera de dos direcciones en la que está prohibido adelantar hasta el desvio a Borja



Tras dejar la autovía…

El Moncayo al fondo y los molinos funcionando a tope…

Pasado Fuendejalón el firme es más estrecho y está peor conservado
Ya en Borja, cogí la N-122 en dirección Soria, sin nada de particular, desviándome hacia Vera de Moncayo y el Monasterio de Veruela, visita que recomiendo al que no haya estado.




La entrada al Monasterio…
La carretera sube hacia las faldas del Moncayo en dirección a Añon, pequeña población empedrada y de calles muy estrechas y en cuesta




Encarando el Moncayo….
Continuando por este llegué a la entrada del Parque Natural, aquí la velocidad está limitada a 50 km/h y como es lógico, en cualquier momento puede cruzar algún animal, por lo que deben imperar la cordura y la prudencia y disfrutar paseando entre pinares, hayedos y encinares, que se van alternando según la altura, disfrutando de la brisa y los olores del bosque.


La entrada al Parque Natural…


Ahora la carretera va en sentido paralelo a la ladera…
La carretera está en bastante buen estado, hay zonas totalmente reasfaltadas y el tráfico es escaso, aunque como es época de setas, tampoco falta algún coche de cuando en cuando.



Dentro del parque solo se puede aparcar en las zonas habilitadas, y en una de ellas, la de Agramonte, hay un bar-restaurante y allí me detuve a tomar un café, que al ver y oler lo que había en la barra
![Hambre :[]](./images/smilies/como.gif)





La croqueta de cocido, magnífica, la de boletus sencillamente indescriptible….
Ya repuesto y mirando un plano local, decidí continuar carretera arriba con la intención de llegar al Santuario de la Virgen del Moncayo, donde nunca había llegado.
