VIAJE SEPTIEMBRE 2015
https://picasaweb.google.com/1003208473 ... IEMBRE2015
Si el ACE CAFE de Londres, tal como dice su propietario Mark Wilsmore, es la Meca del motociclismo, al menos hay que ir una vez en la vida a visitarla, y si es en una ocasión tan especial como la ACE CAFE Reunion, mejor que mejor.
Si bien no era la primera vez que visito el ACE CAFE, ni la primera vez que lo hago en moto (anteriormente en julio de 2010 acompañado de mi amigo Jorge), en esta ocasión decidí emprender el viaje en solitario aprovechando la celebración de este evento que se realiza con caracter anual en el mes de septiembre.
En total ha sido un periplo de 5.751 kms durante 10 días a través de nuestra península ibérica, Francia e Inglaterra.
Para no aburrir demasiado, voy a ir publicando periodicamente por etapas, aunque iré agrupando algunas de ellas por no ser muy largas. Sin embargo en ésta primera, por tratarse de la más larga, la publicaré como un sólo capítulo.
DIA 1
7 de septiembre de 2015
Santa Fe
5:00 h
Km 83.815,30
Depósito lleno 6,50 euros
A las 5 de la mañana salgo de mi casa en Santa Fe (Granada). Hoy han pronosticado tormenta en todo el suroeste peninsular. De momento no llueve y pienso que voy a tener suerte al salir tan temprano y me voy a librar de la lluvia en todo el viaje.
Salgo por la A92 y enlazo con la A44 dirección Jaén. Mi intención es no utilizar autovía, pero este es un camino que me he hecho cientos de veces debido a los 17 años que estuve viviendo en Mancha Real (Jaén), y prefiero recortar en tiempo que emplearé en otras carreteras que no he rodado anteriormente.
Tomo la salida hacia la A316 dirección Ubeda donde paro a repostar y a tomarme un café. De momento el tiempo continúa seco.
Ubeda
6:36 h
Km 83.965,20
Depósito 10,81 litros 13,29 euros 1,229 euros/litro
No me quiero entretener y aprovecho que no hay lluvia para continuar mi viaje.
Desde Ubeda tomo la N322 dirección Albacete. Me temo que la buena suerte no me va a durar mucho, y a la altura de Villanueva del Arzobispo empiezan a caer las primeras gotas que no tardan en convertirse en tormenta.
Como me suele pasar, no he tenido la previsión de ponerme el traje de agua, y cuando consigo parar, en Arroyo del Ojanco, el agua ya ha calado en el cuero y estoy totalmente empapado.
Me paro a tomar un cafe que se prolonga cerca de una hora. Viendo que la lluvia no va a parar, me enfundo el traje de agua y continuo mi viaje.
Alcaraz
10:00 h
Km 84.089,00
Depósito 6,81 litros 8,23 euros 1,209 euros/litro
La lluvia no cesa y tengo que mantener velocidades de crucero en torno a los 80-100 kms/hora. Voy con un casco jet, y las gafas se empañan por el frío y la humedad, lo que me limita bastante la visión. Hago un nuevo repostaje en Alcaraz donde decido cambiar la ruta que inicialmente tenía planeada, y en lugar de ir dirección hacia la Roda para dirigirme a Cuenca, decido ir hacia Albacete dirección Teruel.
El tiempo empieza a mejorar una vez atravesado Albacete, y, aunque aún continúa lloviendo, la intensidad es muchísimo menor. Me planteo tomar dirección Valencia, pero posiblemente allí esté lloviendo lo mismo o más. Aprovechando que el tiempo empieza a mejorar, decido abandonar la N322 y tomar una carretera rural pasando por los pueblos de Ledaña e Iniesta. Paro a repostar en este último y le pregunto a un parroquiano el camino a seguir para dirigirme hacia Teruel.
Iniesta
12:19 h
Km 84.232,80
Depósito 8,54 litros 10,50 euros 1,229 euros/litro
Me indica que tome un tramo de la autovía A3 dirección Valencia y que tome la salida a Utiel. Así lo hago y me dirijo hacia Teruel a través de la N330. Me sorprendo del trazado de la carretera, que bordea el río Turia. Disfruto haciendo unas cuantas curvas, así como de los paisajes de rocas erosionadas que me recuerdan a los desiertos americanos de Death Valley.
Decido parar a comer en Teruel donde me tomo un bocadillo y una cerveza. No tengo tiempo para hacer turismo, pero me sorprende lo poco que he visto de la ciudad. Definitivamente Teruel existe, y es muy bonita.
Con la pereza propia de la sobremesa, y el sol que vuelve a aparecer, me cuesta levantarme de la silla y retomar mi camino. Pero debo llegar a Barcelona y no hay tiempo que perder.
Perales de Alfambra
15:58 h
Km 84.432,70
Depósito 12,89 litros 14,94 euros 1,159 euros/litro
Desde Teruel, tomo la N420. Paro nuevamente a repostar en Perales de Alfambra. Esta vez he apurado bastante el depósito y lo lleno ya consumida parte de la reserva. El tanque, de apenas 16 litros, no me permite hacer más de 200 y poco kms seguidos, pero siempre intento no apurarlo tanto.
A la altura de Utrillas me desvío por la N211 dirección Alcañiz y vulevo a tomar la N420 haciendo parada en Calaceite para un nuevo repostaje.
Calaceite
17:50 h
Km 84.597,00
Depósito 9,00 litros 10,70 euros 1,189 euros/litro
Estoy bastante cansado. Llevo más de doce horas encima de la moto, y tenía pensado haber llegado a Barcelona en poco más de 11 horas. Pero la lluvia me ha hecho retrasarme bastante.
Continúo por la N420 dirección Reus y allí tomo la N340 parando en Villafranca del Penedés para el último repostaje de la jornada.
Villafranca del Penedés
19:43 h
Km 84.757,20
Depósito 8,84 litros 11,01 euros 1,245 euros/litro
Y por fin entro en Barcelona. Son cerca de las 9 de la noche y me dirijo por la Diagonal buscando el “99% Moto Bar” de mi amigo Jordi Bou, donde me esperan todos mis compañeros y amigos del comando Cataluña de The 59 Club Spain y una pinta de Guinness. Contando las batallitas de la jornada, apurando una riquísima hamburguesa “Chuck Berry” y las últimas Guinness me voy a dormir a casa de Jordi y Pilar, que tan amablemente me han invitado para que pueda descansar esta noche.
DIA 2
8 de septiembre de 2015
Llevo ya algo más de una hora despierto cuando decido levantarme y prepararme un café. Después de una ducha reponedora, recojo las cosas y procurando no hacer ruido, para no despertar a mis anfitriones, salgo del apartamento y coloco los bártulos sobre la moto.
Siempre me ha costado orientarme en las grandes ciudades y me cuesta salir de Barcelona, perdiéndome un par de veces y volviendo a retomar el camino correcto. Busco una pequeña carretera de montaña, la C59 para dirigirme dirección Puigcerdá para cruzar la frontera con Francia.
Caldes de Montbui
11:33 h
Km 84.878,20
Depósito 6,59 litros 8,10 euros 1,229 euros/litro
Paro a repostar en una gasolinera cerca de Caldes de Montbui. Allí me aseguro que sigo la ruta correcta para ir hasta Puigcerdá. El hombre de la gasolinera que me atiende se extraña que quiera seguir esta ruta y no quiera tomar la autovía. Debió pensar: “estos motoristas están locos”. Mi intención es llegar hasta la N260 y hacer un poco de montaña disfrutando de las curvas.
En algún lugar meto la pata, y la ruta que quería hacer se va al traste. A partir del cruce de la C59 con la N141, a la altura de Moiá me pierdo y, sinceramente, no puedo reconstruir la ruta. Son todos carreteras rurales, y del último sitio por el que me acuerdo haber pasado es por Oristá. Sólo sé que en lugar de salir por Ripoll he salido por Berga, y que, por no deshacer el camino, renuncio a unos maravillosos kilómetros de paisajes y curveo mañanero, para tirar por medio de un apestoso túnel de peaje por el que me cobran 11,62 euros. Aún así he podido disfrutar de algunos maravillosos paisajes antes de llegar a la frontera.
Puigcerdá
15:01 h
Km 85.020,70
Depósito 8,88 litros 11,00 euros 1,239 euros/litro
Paro en Puigcerdá para comer algo. Un bocadillo y una cerveza son suficientes para calmar mi apetito. Mientras disfruto de mi frugal almuerzo, observo una cantidad de motocicletas que toman este pueblo como paso para cruzar la frontera en ambas direcciones. Matrículas españolas, francesas, inglesas o alemanas buscando las mismas sensaciones y experiencias en las que ahora mismo yo me hallo.
Cruzo la frontera y me dirijo dirección Foix por la N20. Desde allí tomo la D919 llegando a Tolouse sobre las 18:00 horas. En lugar de hacer lo lógico y buscar un hotel a las afueras, decido dormir en Tolouse. Misión casi imposible sin haber hecho anteriormente reserva.
Después de más de una hora y media consigo encontrar habitación en el Hotel de France, un hotel de 3 estrellas, por 70 euros (habitación individual, sólo alojamiento). Eso sí, muy bien situado y en el centro.
Mi amigo José Manuel (Lord Iron Bar) me sugiere por WhatsApp ir a visitar un parque muy bonito en el que él había estado cuando estuvo en Tolouse. Lástima que justo al lado del hotel hay un pub irlandés, The Melting Pot, y decido hacer turismo en su interior y pedirme unas pintas de Guinness. Ceno en un tailandés cercano y vuelvo al pub a apurar las últimas pintas antes de irme a dormir.
DIA 3
9 de septiembre de 2015
A diferencia de mi anterior viaje en moto a Londres, en esta ocasión había dispuesto de más días con la intención de hacer más ruta por Francia, ya que anteriormente prácticamente la atravesamos del tirón, sin apenas tiempo de visitar ningún sitio ni de disfrutar de rutas por pequeñas carreteras.
Este sin duda, fue el día que más disfruté de la carretera, de los paisajes, y de la ruta, a pesar de que la jornada me depararía menos de 500 kms.
Me levanto temprano y voy a tomarme un cafe y un croissant, por los que me cobran más de 5 euros, y me quedo con hambre, pero con una mala leche de la hostia por la clavada que me han metido. Salgo de Tolouse y me paro a repostar ya que tengo el depósito casi listo.
Tolouse
8:30 h
Km 85.222,90
Depósito 16,30 euros
Mi primer destino sería la ciudad de Gaillac, un bonito pueblo junto al río en el que destaca su abadía de ladrillo rojo. Hago una visita rápida por el casco antiguo sin bajarme de la moto y sigo rumbo hacia Albi.
Lo primero que vez cuando llegas a Albi es su imponente catedral. De hecho, es la mayor catedral del mundo construida en ladrillo. Otra de las cosas que me gustó de esta ciudad es el puente viejo, que atravesé en varias ocasiones para tomar varias instantáneas. Una ciudad preciosa.
Rodez
13:03 h
Km 85.389,90
Depósito 8,37 litros 11,51 euros 1,375 euros/litro
Sigo mi camino a través de carreteras secundarias y ya a lo lejos empieza a emerger en una colina la ciudad de Rodez, coronada en todo lo alto por su catedral. Paro en un area de descanso a unos kilómetros antes de llegar a la ciudad, aprovechando las vistas que hay desde allí, para descansar un poco, fumarme un cigarrillo y tomar un par de fotografías.
La entrada a la ciudad la hago por una curveante y angosta carretera ascendente, que me lleva sin dificultad al centro de la ciudad. Paro justo enfrente de la catedral para tomarme una cerveza, y continuo la ruta sin más dilación.
El próximo destino, y para mí uno de los lugares más bonitos que he visitado en ese viaje como en otros anteriores, es Saint-Cirq-Lapopie. Un pueblo medieval situada en una pared rocosa de 100 metros sobre el río que parece sacado de un cuento de hadas. Ese día no hay mucha gente en el pueblo, a pesar de ser un lugar muy turístico. Supongo que será porque es miércoles y estamos en mitad de la semana. Paro un momento en una pendiente para tomar unas fotografías del pueblo, y al montarme de nuevo en la moto y posar mi pie sobre la estribera del freno, ésta se parte por el tornillo de anclaje con un corte limpio, haciendo que mi bota rebote contra el asfalto. Afortunadamente como estaba saliendo en ese momento, el incidente no llega a mayores y consigo localizar la estribera que ha caído al suelo.
Con el mosqueo encima, por lo inapropiado del momento, decido ir a comer algo y reparar la estribera luego. Voy a pegarme un homenaje y comer en uno de los restaurantes de este bellísimo pueblo. Me deleito con un magret de pato y una copa de vino de la región que me hace olvidar el enfado. No tardará en regresar en unos momentos.
Saco las herramientas y busco la llave del 13 para quitar una de las estriberas traseras del pasajero y ponerla de manera provisional en la del freno trasero. Esta vez he tomado precauciones y me he equipado con un buen juego de herramientas. Y a que no sabéis que llave es la que se me ha olvidado traer...
Intento calmarme y hablar con algunos de los motoristas que hay por allí, ya que he visto varias motos aparcadas. Finalmente localizo a uno, que entre su juego de herramientas tampoco dispone de llave del 13.
Con el cabreo, decido continuar y no parar a hacer turismo por el pueblo. Una lástima, porque el sitio merecía la pena (me consuelo a mi mismo diciéndome que ya habrá otra ocasión).
Con los pies sobre las estriberas traseras y utilizando solamente el freno delantero, consigo llegar a Cahors, a unos 25 kms, donde localizo un taller de neumáticos. Le pido al mecánico la llave que necesito, pero el hombre, muy amablemente, se encarga de cambiarme la estribera de sitio y no me cobra por las molestias. Le agradezco su ayuda y me doy una pequeña vuelta por la ciudad, sin entretenerme demasiado.
Payrac
17:09 h
Km 85.562,20
Depósito 13,00 euros
Tomo la carretera D820 dirección Limoges parando en Payrac para repostar una vez más. El resto del camino sólo paro en un area de descanso antes de llegar a Limoges.
Tal como he venido haciendo en todo el viaje, no he reservado habitación. Con ayuda de mi novia, que se encuentra en España, localizo una habitación por 30 euros en una casa particular. El antro no podría ser peor, con una cama enana y un aspecto desolador. Normalmente no pongo muchas objeciones en el lugar donde duermo, y menos cuando estoy agotado. Pero la gota que colma el vaso es cuando la propietaria me pide 10 euros más para la limpieza de la habitación. Le digo educadamente lo que puede hacer con su habitación, y localizo un Ibis, que, aunque algo más caro, al menos tiene una cama confortable donde dormir y mejor instalaciones, y sólo me cuesta 9,60 euros más que ese cuchitril donde me querían meter.
Me ducho, me cambio y salgo a cenar algo. Hoy me apetece japonés, y me pido un poco de sushi. Algo ligero para dejar espacio a las pintas de Guinness que me voy a pedir ahora, pues justo enfrente he visto un pub irlandés. Lamentablemente la Guinness que sirven es bastante mala y decido volver hacia el hotel donde me encuentro con otro pub en donde me sirven otra, no mucho mejor, pero que no termina de cumplir mis expectativas. Viendo que esta no es mi noche y que mi cuerpo pide la cama a gritos, vuelvo al hotel donde no tardo mucho en caer sobre los brazos de Morfeo.
DIA 4
10 de septiembre de 2015
Limoges
8:10 h
Km 85.746,20
Depósito 16,38 euros
Me levanto temprano y salgo enseguida. Ya se empieza a notar el cansancio del viaje y cada vez tomo menos anotaciones de los datos del viaje.
Hoy mi objetivo es llegar hasta Villiers-Sur-Morin, donde mis amigos del Club 59 Francia, Martine y Claude, me han invitado a pasar la noche en su casa.
Por todo ello, y para evitar llegar demasiado tarde, limito mi jornada a viajar a través de carreteras secundarias, en todo lo posible, pero sin entretenerme demasiado haciendo paradas o desviándome de la ruta para coger alguna carretera comarcal.
Aunque mi intención inicial era ir dirección Le Blanc, Blois y Etampes, al final tomo una ruta totalmente diferente que me hará ahorrar bastante tiempo y kilómetros.
No obstante las carreteras que tomo recorren bonitos paisajes y mi viaje se hace bastante ameno.
En esta ocasión no he puesto el mapa de la ruta. No tomé notas durante el viaje, y prácticamente improvisé durante todo el camino, que me llevó a tomar diferentes carreteras secundarias, teniendo que parar en varias ocasiones a consultar el mapa o a preguntar por el camino a seguir.
Meunet-Sur-Vatan
9:47 h
Depósito 8,85 litros 13,00 euros 1,469 euros/litro
Tan sólo puedo decir que por las paradas que hice para repostar pasé por Meunet-Sur-Vatan y que desde allí tomé dirección Montargis hasta Fontenay-Sur-Loing donde hice una nueva parada para llenar el depósito.
Fontenay-Sur-Loing
13:05 h
Km 86.057,00
Depósito 11,55 euros
Tras esta última parada continuo dirección Melun donde tomo la N36 hasta tomar la D406 que me llevará a mi destino. Son las 6 de la tarde.
Quedo en una rotonda con Martine y Claude, que me conducen hasta su casa, situada en una preciosa zona residencial, rodeada de árboles. La casa de aspecto sencillo guarda en su interior un tesoro increíble. Aunque tomé decenas de fotografías del interior de su casa, tal como me indicaron y por respeto hacia su decisión, dichas fotografías las conservaré para mi deleite personal sin poder compartirla con vosotros.
La colección de motocicletas clásicas y modernas que pueden superar fácilmente la veintena, está compuesta por varias BMW de entre los años 40 a los 70, un par de Triumph de los 70 y otras cuantas modernas, una BSA, una Triton, varias Vespas, etc, además de varias habitaciones donde se amontonan cazadoras de cuero, botas, cascos, etc. Todo excelentemente organizado a modo de museo privado.
El interior de la casa es un homenaje al rock and roll, los ton-up boys y el espíritu de los rockers y el Club 59. Fotografías de leyendas del rock and roll como Gene Vincent, Eddie Cochran, Vince Taylor, etc, leyendas de película y del mundo de la motocicleta como Steve McQueen, del que Claude es fan confeso.
Más tarde nos reunimos con otro par de miembros del 59 francés que han venido a pasar también la noche, y tras una copiosa cena acompañada de buenos vinos y quesos y mejor conversación, nos dirigimos cada uno a nuestros aposentos, ya que al día siguiente toca madrugar y para salir rumbo a Calais y cruzar el charco.
DIA 5
11 de septiembre de 2015
Nos levantamos temprano. La noche anterior Martine y Claude dejaron preparadas las cosas para el desayuno, y después de una ducha y una taza de café con unos trozos de brioche nos preparamos para salir. Han venido algunos miembros más del 59 francés para salir desde allí.
La idea es encontrarnos con más miembros del 59 de Francia por el camino para continuar juntos hasta Calais donde cogeremos el ferry de las 13.25 h.
Saint Soupplets
8:54 h
Km 86.190,80
Depósito 9,50 euros
Cogemos una carretera nacional al principio del viaje y paramos en Saint Soupplets para un primer repostaje.
Peronne
10:19 h
Km 86.296,30
Depósito 7,73 litros 11,01 euros 1,424 euros/litro
Vamos recogiendo a otros grupos con los que hemos quedado por el camino y poco después tomamos la autopista de peaje A1 con una última parada en Péronne para encontrarnos con Claude y otro de los miembros que vienen retrasados, ya que han tenido que volver a la casa de Martine y Claude a recoger unas cosas que habían dejado. En la estación de servicio donde paramos me encuentro con una pareja de españoles oriundos de Gran Canaria y que van de viaje en moto hacia Holanda. Hecho un rato de charla con ellos hasta que cada uno toma su camino. El peaje hasta Calais, y teniendo en cuenta que no hemos cogido autopista desde el principio, nos sale por 11,30 euros.
Calais
12:24 h
Km 86.455,30
Depósito 8,89 litros 12,02 euros 1,352 euros/litro
Una vez recompuesto el grupo partimos hacia Calais. Una última parada para repostar antes de embarcar en el ferry y llegamos al puerto para embarcar. Lamentablemente las demoras en el control de pasaportes nos obliga a esperar a coger el ferry que sale a las 15:30 h. Algunos de los integrantes del grupo tuvieron la oportunidad, sin embargo, de tomar el ferry de las 13.25 h.
Ya en el ferry, anclamos las motocicletas y subimos a la cubierta donde se encuentra el bar. Tomamos sitio y entretenemos nuestro viaje con conversación y alguna pinta que otra de Guinness.
Desembarcamos en Dover y recogemos a los miembros que embarcaron en el primer ferry. Tomamos la M20 y nos dirigimos hacia la North Circular. Lamentablemente no acaba aquí la cosa. Cuando intentamos tomar el desvío para dirigirnos hacia la North Circular, éste se encuentra cortado debido a un accidente y la policía nos obliga a tomar otra ruta alternativa que nos hace atravesar Londres con todo el tráfico que ello conlleva.
Finalmente llegamos sobre las siete de la tarde a nuestro destino. Dejo las cosas en el hotel, que se encuentra situado al lado del Ace Cafe, me cambio y no tardo en llegar a esta famosa cafetería.
El lugar se encuentra plagado de motocicletas de todos los estilos y épocas. El rock and roll suena en todo momento. Grupos de rockers engalanados con sus decoradas chaquetas de cuero se distribuyen a lo largo y ancho del recinto: Rockers UK, Northern Rockers, Rockers England, etc. Algunas caras conocidas, otras nuevas. Empiezo a entablar conversación con algunos de los asistentes comentando los pormenores de la ruta. No tardo en encontrarme de nuevo con el grupo francés y me siento con ellos para comerme una hamburguesa. Deambulo un poco más durante unas horas mientras apuro las últimas pintas, hasta que el cuerpo me empieza a pedir a gritos adquirir la posición horizontal sobre la cama de mi habitación del hotel.
DIA 6
12 de septiembre de 2015
ACE CAFE REUNION
Hoy es el gran día. Me levanto y me dirijo al hotel donde se alojan mis compañeros del 59 Francia. Hoy tienen pensado ir al centro de Londres y visitar la tienda de Lewis Leathers y el nuevo local de Victory Motorcycles, conocido por la reparación, restauración y transformación de motocicletas clásicas. Recientemente han cambiado su ubicación y se han trasladado desde The Arches en Candem Town a Rosemont Road. No podré ir en esta ocasión, ya que he quedado con mis amigos Laura y Diego a las tres de la tarde en el ACE CAFE y el grupo francés no tiene pensado volver hasta las siete de la tarde. Les pido que le manden saludos a Anita y Rex de Victory Motorcycles y me vuelvo al Ace a tomarme un english breakfast para empezar el día con energía. Nos juntamos de nuevo en el Ace Cafe, aprovecho esta oportunidad de estar todos al completo para hacernos una fotografía de grupo.
Antes de que lleguen Laura y Diego tengo tiempo de hacer lo que se ha convertido ya en una tradición. A las 10:30 salimos del Ace Cafe con destino a Battersea Park, lugar donde se juntaban los rockers décadas atrás y que se conmemora cada año con una salida en moto atravesando el centro de Londres. A la cabeza Mark Wilsmore, propietario del famoso establecimiento, a lomos de una Speed Triple.
Me resulta curioso, a diferencia de las reuniones motociclistas celebradas en España, que la salida se efectúa sin asistencia alguna de vehículos policiales, protección civil, o incluso una ambulancia por lo que pueda pasar. Lo cual me encanta por lo espontáneo de la ruta.
Vamos atravesando el centro de Londres pasando entre medio de los coches. Mark se encarga de hacer las paradas necesarias para reconstruir el grupo, cuando por motivo de algún semáforo, stop, etc, éste se separa. Pasamos por lugares tan emblemáticos como Piccadilly Circus, Trafalgar Square o el mismísimo Big Ben.
Al poco ya nos encontramos en Battersea Park. Nada en particular, ningún acto especial se desarrolla allí. Sólo un puñado de motoristas y rockers que se juntan en una zona del parque para charlar y admirar las monturas sobre las que han venido sus compañeros. Aprovecho para tomarme un chocolate caliente y deleitarme la vista con algunas de las motocicletas que se encuentran allí aparcadas: Triumphs, Nortons, Triton, Royald Enfields, una antigua Douglas o un fantástico ejemplar de bobber falthead de Harley Davidson.
Empieza a irse la gente de regreso al Ace Cafe, y aprovecho la salida de uno de los staff para ir detrás de él.
De vuelta en la cafetería The Hicksville Bombers ya han empezado a tocar. Me doy una vuelta por el parking para ver las motos que hay aparcadas. No dejo de babear. Me fijo sobre todo en las transformaciones, y de entre todas me sorprende una cafe racer con motor Ducati montada sobre un chasis featherbed de Norton.
Termina de tocar la segunda banda, Lewis Chamberlain & The Converters y suben al escenario Mark Wilsmore junto a Dick Bennet (Manager del 59 Club de Londres), Dave Croxford (piloto en el TT durante los años 60 y 70) y Mick Duckworth (autor del libro ACE TIMES). Todos ellos formarían el jurado para elegir las mejores Cafe Racers de entre las que se encontraban aparcadas en el recinto, y que han ido mirando a lo largo de la mañana. Queda vacante el premio a la mejor HD cafe racer por no haber aparecido ninguna. Me sorprendo cuando de repente Mark Wilsmore me llama para que suba al escenario. No me esperaba nada e ignoro el motivo. Parece ser que tiene que ver algo por mi pertenencia al 59 Club, y porque creo que he sido la persona que más kilómetros ha recorrido en moto para asistir este año a la reunión. Lo insospechado del requerimiento y mi pobre dominio del idioma no me da a entender claramente lo que Mark me pregunta, así que me arriesgo y empiezo a soltar mi parrafada en inglés granaíno hablando un poco sobre mi pertenencia al 59 Club y agradeciéndole a Mark haber montado todo este tinglado. No tardan mucho en echarme del escenario, jejeje.
Después de un karaoke de los presentes en el escenario interpretando el Just for Kicks de Mike Sarne, llega el turno para The Fantoms. Disfrutando de la música, a lo lejos veo aparecer a Laura y Diego, amigos españoles ahora residentes en Londres. Después de grandes besos y abrazos, nos pedimos unas pintas y continuamos la fiesta.
Me voy encontrando con algunas caras conocidas, como Hiroko, una japonesa afincada en Londres y poseedora de una Triumph Speed Twin y una BSA C15. Allí conozco a un viejo amigo suyo, Felix, un barcelonés expatriado en Alemania que ha venido con su Norton Commando 850 a la reunión. Conozco a algunos españoles más que andan por allí, Juan Carlos, un coruñés que se encuentra de viaje en Londres y que ronda las páginas del Club 09 Cafe Racer, Antoine, otro barcelonés y a Carlos, un gallego que trabaja de encargado en el Ace Cafe que Mark me ha presentado y con el que charlo un poco ya que parece se va a encargar pronto de la administración del Club 59.
Continúan los conciertos, y después de los Fantoms le llega el turno a la leyenda viviente Vince Eager acompañado de los Fantoms. Ya no se cuantas pintas llevo en el cuerpo.
No quiero que la fiesta acabe, pero ya estamos muy cansados, y Laura y Diego tienen que coger el metro antes de que cierre para volver a su casa. Nos da tiempo de disfrutar un poco de la última banda, los alemanes The Foggy Mountain Rockers.
Decido retirarme a tiempo. Mañana me espera otra dura jornada de motos y rock and roll...
DIA 7
13 de septiembre de 2015
Brighton Burn-Up
Es aún temprano, pero me levanto y me enfundo mi traje de cuero. Quiero llegar un poco antes para tomarme un gran English Breakfast antes de la salida. Hoy vamos a bajar a Brighton. Es el Brighton Burn-Up, una salida desde el Ace Cafe en Londres hasta Madeira Drive en Brighton que conmemora las bajadas de rockers y mods en los 60 a las playas de Brighton donde se dieron lugar las famosas revueltas y peleas, muchas veces exageradas por la prensa.
Voy hacia el parking del Ace, y me indican que aparque la moto desde el lugar donde se va a producir la salida. Al parecer es habitual situar a los rockers y café racers en las primeras posiciones. Ya pasó lo mismo ayer en la salida hacia Battersea Park. Supongo que es para salir en la foto.
Para mi sorpresa, cuando entro en el Ace Cafe, todas las mesas y sillas han desaparecido. Hoy no es un día cualquiera, y no se sirven los menús habituales. Sólo hay café y té, y algunas variedades de sandwiches. Mi gozo en un pozo. Me conformo con un vaso de té y un sandwich de salchichas.
Hace ya un rato que han ido apareciendo motocicletas, y el flujo es constante. El cielo amenaza lluvia. Esta mañana han caído unas gotas, pero nada alarmante.
He quedado con mi amiga Laura para bajar juntos a Brighton. Son casi las 10:30 y aún no ha aparecido. Apenas unos minutos antes se presenta y nos preparamos para salir.
Hoy ha venido el alcalde del distrito para presenciar la salida. Según me comenta Carlos, el encargado gallego del Ace Cafe, ésto es muy bueno para las relaciones públicas del local, que ya ha tenido ya algunas denuncias amparadas en una nueva ley de actividades peligrosas y comportamiento antisocial.
A las 10:30 una mujer da la salida ondeando la Union Jack y empezamos a salir dirección North Circular. Me pego a rueda de una Thruxton cafeteada, pilotada por un rocker acompañado de su pareja, a los que más tarde conocería. Intento no perderles la pista, ya que no me he preparado la ruta y no sé por donde ir, al menos hasta salir de Londres. Muchas de las motocicletas han partido antes hacia Brighton para no tener problemas de aparcamiento. Entre ellos el grupo francés. Es normal en gente que ya ha asistido con anterioridad al evento y prefieren hacer el camino por su cuenta.
En poco más de hora y media nos colocamos en Brighton. Lo primero que vemos al llegar a la playa es el Brighton Pier, el famoso muelle de la localidad sobre el que se emplazan diversos establecimientos y un pequeño parque de atracciones. Cuando llegamos a Madeira Drive nos encontramos con miles de motocicletas aparcadas a lo largo de varios kilómetros. Varias decenas de puestos de venta se distribuyen a lo largo de la acera ofreciendo diferentes artículos relacionados con la motocicleta. Increíblemente encuentro aparcamiento justo enfrente de las carpas de The 59 Club y el Ace Cafe, justo al lado del escenario, donde ya están tocando Lew Lewis & The Twighlight Trio.
Buscamos un sitio para desayunar y me pido un English Breakfast, ya que no me lo pude tomar en el Ace. Aunque el que me sirven no cumple exactamente mis expectativas de lo que se entiendo por un “Big” breakfast, me sirve para quitarme el antojo. Luego nos dirigimos hacia la carpa del 59 Club. Allí conozco en persona a Sandra Hall, miembro de la junta directiva del club y con la que llevo años en contacto a través del correo electrónico. Por fin le pongo cara y nos hacemos una foto juntos. Nos ofrecen dejar nuestros cascos y demás equipaje en una furgoneta reservada para los miembros del club, para poder pasearnos más cómodamente.
Visitamos algunos puestos y nos damos un paseo hasta el muelle mientras voy mirando las motocicletas que hay aparcadas a lo largo de la avenida. Desisto de hacer fotos a cada una de las motocicletas en las que me voy fijando más detenidamente, porque si no estaría todo el día haciendo fotos.
Llega la hora de comer y mi amiga Laura me invita a almorzar en la terraza de un restaurante donde nos sirven un inmenso roast diner. Una vez acabamos tenemos que darnos otro pequeño paseo para poder hacer la digestión de esta inmensa cantidad de alimentos.
Ya por la tarde me doy cuenta del error que cometí al no reservar hotel en Brighton para esta noche, en lugar de hacerlo en Londres, ya que podría haber seguido de fiesta toda la noche y al día siguiente hubiera sido más fácil para dirigirme a Dover.
Toca volver a Londres, y por casualidad, la pareja a la que seguimos por la mañana para ir a Brighton (Tony y Julie) se está preparando para volver. Les pregunto si podemos subir con ellos, ya que me encuentro con el mismo problema de orientación para volver al Ace Cafe, y no me apetece estar durante horas sobre la moto perdido en las circunvalaciones londinenses. Así que nos volvemos juntos. A la salida de Brighton paramos para echar gasolina. Adelantamos a un grupo de mods en sus respectivas scooters. Tony hace el gesto de querer pegarle una patada a uno de los mods cuando pasa junto a él. Me encanta ver que esa rivalidad entre rockers y mods continúa, aunque sólo sea en sus gestos, sin llegar a las manos.
Llegamos al Ace Cafe. Prácticamente no hay nadie. Todo el mundo se encuentra en Brighton. Bueno, no todo el mundo. Mark Wilsmore, el propietario del café se encuentra cenando al lado nuestro. Invito a Tony y Julie a un par de sidras en agradecimiento a su ayuda. Nos quedamos un rato más conversando con ellos y acompaño a Laura a la estación de metro. Me despido de ella deseando volver a vernos pronto, si puede ser en España.
Me dirijo al hotel. Necesito descansar. Mañana comienzo el viaje de vuelta.
DIAS 8, 9 y 10
14 al 16 de septiembre de 2015
El cielo está gris. Hoy no me salvo. Va a llover. Coloco mis cosas sobre la moto y me voy al ACE a tomarme mi último english breakfast. No parece el mismo lugar que cuando llegué. No hay motos aparcadas en la puerta. Sólo la mía. Echo gasolina y tomo la North circular. Miro el mapa, no parece difícil llegar hasta Dover. Llueve a intervalos. Voy tomando los desvíos que anteriormente me he apuntado en una hoja de papel.
Cuando todo promete que va a ser una ruta rápida, la autovía se corta con motivo de un accidente y nos obliga a tomar un desvío a través de una carretera. En alguna de las glorietas me despisto y me encuentro regresando sobre mis pasos. Me cuesta volver a encontrar el camino de vuelta. He perdido mucho tiempo y acabo llegando algo más tarde de las tres para coger el ferry.
No había reservado ferry de vuelta, y ésto hace que el precio se duplique. Hoy hace mucho viento. Salgo a cubierta y me despido de las tierras británicas mientras observo como se alejan los acantilados de la costa de Dover. Desembarco en Calais y tomo la autopista de peaje dirección a París. Por el camino me encuentro con una café racer que probablemente viene del mismo sitio. Llego en torno a las nueve de la noche. No me entretengo mucho en buscar hotel y esa noche duermo en un Ibis por unos 86 euros.
La vuelta no va a dar lugar a entretenimientos. Lamentablemente no puedo entretenerme el la vuelta tanto como en la ida. Al día siguiente salgo del hotel y me dirijo al centro de París. Paso por el Arco del Triunfo y me dirijo a la Torre Eiffel para hacer me una foto y dejar constancia de mi breve visita a la capital gala. Como me pasa siempre en las grandes ciudades, me pierdo y tardo un poco en salir de París.
Pongo la directa y parando lo preciso para repostar combustible, cruzo la frontera ese mismo día. Mi primera intención es llegar hasta Barcelona, pero ya es de noche y decido parar en Gerona.
No hay mucho que contar del viaje de vuelta, ninguna ruta interesante. Todo autopista, y la mayoría de peaje. A la mañana siguiente decido seguir por el litoral dirección Murcia y de allí tomar la A92 hasta Granada. Son las 7 de la tarde y ya estoy en Santa Fe. Han sido 5.751 kilómetros en 10 días. La moto se ha comportado como una campeona y yo he vuelto cargado de experiencias.
Ahora sólo pienso en cual será mi próximo viaje.