Tuve dos Speed modelo 2010, y tengo muy buenos recuerdos de esta moto, tanto, que me hacen dudar si volver...
Por Mierdecitas de la vida
, vendí las dos en contra de mi voluntad, una por pasta en el 2011 y la otra, en el 2016 por una lesión en la cadera que me tuvo unos años jodido.Cuando mi cadera empezó a mostrarse medianamente normal, me pillé una Tiger del 2008 de segunda mano, buscaba una moto mas polivalente que la Speed, y por aquí, se hablaban maravillas de la Tiger.
Pues un par de años después de la compra, miro las Speed como un niño mira un caramelo.
El peso de la Tiger y mi cadera, que no le mola nada cuando se me vence la moto al lado “malo”, me hacen dudar más de lo que me gustaría.
La Speed me ponía mucho, mucho. Me transmitía sensaciones que la Tiger no llega, sin menospreciar a la Tiger, es una pedazo de moto, pero el peso extra de la Tiger, su centro de gravedad alto, y su anchura que hace que parezca más alta y llegue peor al suelo, joder, me hacen dudar...
Recuerdo momentos que la Speed me tenía hasta las narices: la nula protección, sin baúl ( se le podía poner, pero quedaba fatal) y que no era la moto más cómoda del mundo, me hacía pensar, siendo propietario de la Speed, en alguna moto mas polivalente, de ahí, la compra de la Tiger.
Tengo ya más de cincuenta tacos y por un lado, estoy en eso de “ disfruta chaval!” Y me pillaría la Speed, y por otro, me da cosa andar liándola y que luego, me arrepienta (habitual en mí) porque la Tiger, también es un pedazo de moto.
Qué se hace en estos casos? Porque estoy seguro que a mas de uno, os ha pasado.
porque de lo que sí que estoy seguro es que si la vendo, me voy a arrepentir.