Al llegar al trabajo veo que un compañero se queda mirando. Mientras me bajo, me quito el casco y demás se acerca y me dice que tengo una máquina preciosa... que él tiene una Vulcan y tal y cual. Vaya, que nos quedamos un rato charlando, y ya entras a trabajar con otra cara.
Pero es que el mismo día, por la tarde, paro en un semáforo y pasa una pareja. Y él no para de mirar la moto y de decirle a ella lo chula que és, y me da la enhorabuena!
Una tontería, pero me alegró el día...

