
La primera impresión nada más verla fue de estar ante una moto ligera y ágil. Siempre me han gustado los V4 de Honda por su compacidad y complejidad técnica. Creo que son motores en que se ha buscado un óptimo nivel de prestaciones en el menor espacio posible. Los de 750 al principio tenían problemas por calentamiento de los carburadores traseros, algo que no pasa en los de 500 por su menor tamaño.

El sonido de los dos escapes es sencillamente precioso, y el motor sube hasta las 12.000 con una facilidad pasmosa, lo que da idea de sus caacterísticas. No es que falte par abajo, pero se trata de una 500, y eso se nota.

El chasis me parece otra pequeña obra de arte, sobre todo viendo cómo abraza al motor. Se da la circunstancia de que este ejemplar fue el que usaron los de Motociclismo para hacer una prueba, por lo que hay más y mejores fotos que las mías en: http://www.motociclismo.es/pruebas//gal ... a-vf-500-f
Una vez sentado, la primera sensación que tuve fue que el asiento es muy bajo (yo mido 1,80) y los reposapies quedaban muy cerca del culo, lo que te hace flexionar las piernas demasiado. Al final me medio acostumbré, pero en un recorrido largo puede llegar a ser molesto.

La horquilla tiene un sistema antihundimiento que a mí me pareció correcto, y más ayudado por un freno delantero muy eficaz y de buen tacto. Y en ruta qué quereis que os diga: por las curvas de los alrededores de la Cruz Verde fue una gozada, por el motor puntiagudo y un buen chasis, ayudados por las suspensiones y los frenos, pero sobre todo por su ligereza: es como un juguete.
Sí he de reconocer que en una curva muy cerrada me despisté un poco y no me dió tiempo a salir con la marcha adecuada (es decir, tres menos de la que llevaba cuando entré) y el par no es precisamente el de la Thrux, pero jugando con el cambio la aceleración es más que aceptable y hace que todo sea más divertido.
En resumen, una mañana magnífica: buen tiempo, buenas carreteras, buena moto y un buen amigo en su CB750K. Lo único era sentir un poco de envidia al pensar que mientras tanto, Ferxo disfrutaba de una ruta con un montón de motos por Segovia a unas increíbles medias de 60 o 70 sin desgastar los neumáticos por los lados más que lo justo






