
Listado de asistentes:
1.- VShark. León.
2.- FranciscoFR. Salamanca.
3.- Digital. Barcelona.
4.- Salustiano. Toledo.
CRÓNICA de la I QUEDADA TROPHYERA.
El día elegido era el 20 N y el sitio, equidistante de entre las localidades de origen de los asistentes, Sigüenza, en Guadalajara.
La verdad, era un sitio que tenía ganas de conocer.
Los días previos habíamos creado un grupo en WhatsApp para poder localizarnos, grupo en el cuál ya fuimos haciendo las bromas propias de los preparativos.
Finalmente iríamos a dormir el sábado Digital, FranciscoFR y yo. Estrakos se dió de baja unos días antes y Salustiano y Alapués se incorporarían el mismo domingo.
Llegado el día cada uno hizo su ruta particular y aunque amenazaba lluvia, a ninguno nos llovió.
En mi caso, aproveché para pasar y pasear por el Cañón del Río Lobos (Soria).


La verdad el otoño es una época preciosa para disfrutar de la naturaleza… aunque algo melancólica.

No sé porque, pero tenía yo cierta desazón que finalmente pasaría de premonición a realidad... Pero las señales me decían "arranca ya" que te están esperando y llegas tarde...

Llegado a Sigüenza a eso de las 6 de la tarde y mientras el GPS me metía por unas callejuelas imposibles, con mucha pendiente, empedradas y húmedas, me encuentro con FranciscoFR y su mujer que subían andando al Hotel.
No nos llegamos a reconocer del todo o, dicho de otro modo, yo no llegué a ser consciente de si él era uno de los asistentes a la quedada. La verdad es que no nos conocíamos físicamente ninguno (a Digital por la foto de perfil de guasap) y entre el casco, los nervios, la inclinación de las cuestas y lo mojadas que estaban no acabé de enterarme bien.

Siguiendo sus recomendaciones, me voy a aparcar a la plaza de la catedral y veo dos Trophys y a Digital con su mujer. Subidón. Abrazos. Llamamos por teléfono a FranciscoFR quién se acerca al rato. Más abrazos y besos. Eran los de la cuesta de antes y, además, dormían en mi mismo hotel.
Curiosamente, han dejado un sitio libre al lado de mi moto y aprovechamos para aparcar las tres juntas, lo cual lógicamente retratamos.


El nuevo concesionario Triumph de Sigüenza
Nos tomamos un café los 5 juntos y nos vamos cada uno a su hotel a cambiarnos para salir a cenar.
Ya de calle nos tomamos unas cañas y nos vamos a cenar. Como había partido Real Madrid – Atlético de Madrid, los bares están hasta arriba y son muy ruidosos, así que buscamos uno más tranquilo para poder hablar de nuestras burras.
Nos metemos en un mesón a tomar asado (cochinillo) y acaba siendo peor el remedio que la enfermedad: habían reservado una mesa para unos 20 comensales para celebrar un cumpleaños. Tras los pertinentes vinos, acabamos aplaudiendo las jotas con las que se arrancaron guitarra en mano los del cumpleaños cuando el nivel alcohólico alcanzó el grado adecuado.
Preguntando a los lugareños, nos fuimos a la zona de copas a tomar un gintonic a un bar con música en directo.

Jorge y los Pacos (y señoras)
Nos dieron las 2 de la mañana charlando sobre las burras, así que todos a la cama.
Quedamos a las 10:30 en el bar “oficial” de la concentración para tomar un café y hacer visita turística de la ciudad.

A primera hora, Alapués me manda un guasap disculpándose porque no podría asistir, ya que tuvo que trabajar de noche y casí no había dormido.
Ya solo quedaba por aparecer Salustiano, al cual vimos llegar a eso de las 12 calado en su flamante Explorer. Abrazos, café (la temperatura había bajado mucho y estaba lloviznando), paseo por la ciudad y más fotos.

Ya estamos todos!!!


Llegada la hora de comer, dimos una vuelta por el Parador...



nos tomamos un vino y pasamos a dar cuenta de los entrantes y el cabrito (im-presionante!!).


Como el día estaba frío y lluvioso y se estaba haciendo tarde (es lo que tiene hablar de motos), nos fuimos para los hoteles a cambiarnos para coger las motos. Un último café en nuestro bar “oficial”, chubasqueros, programar GPS y despedidas. Quedaban muchos km de vuelta y de noche, salvo para mí que me quedaría a dormir una noche más.
La verdad, nos faltó tiempo y no pudimos hablar todo lo que hubiésemos querido de nuestras motos. Otra vez será. Y será, por que la gente es super agradable y muy maja. A todos nos quedó muy buen sabor de boca.
Yo, al verles partir me quedé un poco triste al encontrarme solo, sensación que aún se agravó al día siguiente, pero esa es otra historia….
Una última mirada a la Trophy solitaria y tras tener noticias de que todos habían llegado sanos y salvos (y calados) a casa, me fui ya tranquilo a la cama.

Muchas gracias a todos!! Ha sido un fin de semana genial que repetiremos, a ser posible, con más Trophyeros y, por los comentarios recibidos, más pronto que tarde.
V´ssss a todos y esperamos veros pronto en la II Quedada Trophyera!!!