Pues ahí va la crónica de mi caragolada:
Quedamos los lleidatans en el punto habitual, cortadito y hacia Tàrrega.
Depósitos, saludos y a las 7.59 o'clock salida hacia Balaguer. Cuando el último integrante del grupo abandonaba la gasolinera llegaba, cómo no, l'amic crajunfles
Runaway capitaneaba seguido de Pep y Víctor, y yo iba el cuarto seguido de los demás participantes. La fiesta empezaba pasado Balaguer y no veía el momento de que se acabaran las rectas del Plà d'Urgell.
Seguimos así en grupo hasta el desvío hacia Tremp, un pelín más adelante empieza un tramo muy famoso llamado El Doll. Se trata de unos 40 km entre Camarasa y Tremp que en ocasiones parece casi un circuito, con además unas vistas al pantano fantásticas. Si pasas Tremp y sigues hacia el norte la fiesta puede durar todo el finde, pero ese no era nuestro destino. Al empezar el Doll los 4 lleidatans dejamos atrás al resto pues ese es nuestro patio, y así seguimos por el Coll de Montllobar hacia Pont de Montanyana y Benavarri donde nos paró la benemérita para comprobar si hacíamos el gesto de sacar la documentación sin demasiado nerviosismo, pues solamente nos miraron las ruedas.
Entramos en Benavarri y desayunamos a base mantel y porrón esperando al resto de compis pero sólo se presentó Ricard; por lo visto el resto se pasó de largo. Como íbamos muy bien de tiempo nos lo tomamos con calma y a eso de las 10.30 salíamos para continuar la ruta.
Ricard salió antes pues estaba autist mode on, de modo que volvimos a quedar runaway, Víctor, Pep y un servidor que enfilamos el puerto de Laguarres y seguimos por el Turbón hacia Campo y Aínsa para el primer repostaje en Boltaña, donde se nos unieron Alex y Patrick.
Seguimos ruta si bien cambiamos el Serrablo por el Cotefablo a ritmo majo pero con cuidadín pues había bastante tráfico y humedad; y luego hacia Jaca.
Empezamos el tramo hacia el Valle de Hecho disfrutando de algunos tramos más enduro que trail y llegamos pasadas las 13 al restaurante de Hecho, donde ya estaban comiendo Ferxo y Ray, y pronto llegarían Rapidito, Humphrey y despistao acompañados de Nacho98 y señora que nos hicieron una visita.
Tras reagruparnos dedicamos hora y media a la mesa y la charla pues seguíamos yendo sobrados de tiempo.
Algunos aprovechamos para repostar antes de comer y dimos en el clavo, pues resultó que la gasolinera cerraba hasta la 16.30. Como no había más gasolineras hasta Aibar, la mayoría optó por recular hasta Puente de la Reina de Jaca para repostar variando así la ruta.
De modo que nos quedamos Àlex y yo solos para seguir por la ruta original, así que tiramos hacia el valle del Roncal primero y por el puerto de las Coronas después, tramo que no conocía y que me gustó muchísimo.
Seguimos por tramos más tranquilos hasta el que va de Lumbier a Aibar donde le pegamos un poco más de caña pues el trazado te animaba.
Aquí empezaba la parte relax de la ruta pues hasta Logroño todo era muy tranki, de modo que pusimos velocidad absurda en algunas rectas sin tráfico y llegamos a la circunvalación de Logroño en un pispás.
Repostaje en Lardero y a por la N-111, llevaba un año esperando volver a rodarla. Se nota que me encanta?
Disfrutando cual enano pues tuvimos suerte con el poco tráfico, lo único malo que al llegar al desvío de puerto de Piqueras ya era noche cerrada así que teniendo en cuenta además que el asfalto estaba ya muy húmedo tiramos por el túnel y hasta Soria directos
Llegamos a la hora prevista, las 19, y a las 20 ya estábamos todos cenando un caldito bien calentito y pronto a la cama para al día siguiente hacer un poco de running antes de salir al alba para poder regresar cuanto antes al hogar.
Buen desayuno, muy recomendable el Hotel Ciudad de Soria, y Àlex y yo seguíamos mano a mano hacia Zaragoza cuando pasado Aldealpozo se nos apareció un Ángel del Señor en forma de amable camionero que nos avisó que, por nuestra seguridad, había un radar móvil oculto entre un cañizal en una recta en medio de la nada de unos 7 kilómetros de largo. De modo que nos salvó el culo literalmente pues íbamos a velocidad que el reglamento sanciona con patadas.
Pero El Creador también es vengativo, de modo que como penitencia abrió el grifo de la niebla meona y no lo cerró hasta Alcañiz. A partir de ahí la N-211 hasta Mequinensa es un must si te gustan las curvas rápidas y enlazadas; solo os diré que llené hasta arriba en Fuentes de Ebro y tuve que volver a llenar en Mequinensa
Llegada al restaurant a la hora prevista, 13.30, y reagrupamiento general para ver la carrera de la vergüenza, comida y despedida y cierre hasta la próxima.
Saludos
