En este país no solo hay que salir al extranjero a buscar trabajo, también hay que hacerlo en algunos casos para esperar justicia.

Estos días se cumplen 10 años de la tragedia del Yak-42, uno de lo episodios más vergonzosos de la historia moderna de este país.

62 militares españoles y 13 tripulantes fallecieron en el accidente aéreo.

Recordando lo más significativo del caso, sin entrar en detalles que pueden llevar directamente a la nausea.

Los militares volvían tras 4 meses de servicio en Afganistan. La administración contrato por 149.000 €, el viaje de vuelta, dinero suficiente para garantizar un trayecto digno, como merecían. Después de 6 subcontratas la empresa finalmente adjudicataria recibe unos 40.000 € por el vuelo,

los restantes 100.000 € se “pierden” en el camino, o mejor dicho en el aire.

Los militares habían mostrado en diversas ocasiones, su disgusto y su temor por volar en esas condiciones, pues era evidente el estado de deterioro y dejadez de los aparatos y las condiciones de la tripulación, todo ello sin resultado alguno.

La investigación concluye que la causa del accidente hay que buscarla en errores de la tripulación, fruto de la falta de formación y el cansancio,

y que el avión por diferentes problemas técnicos no debería haber despegado nunca.

Los cuerpos de los militares son repatriados sin que estén todos identificados, aunque se hace creer a las familias y al país entero que si, que todos están identificados.

Los militares encargados de la repatriación de los cuerpos tienen mucha prisa, hay que enterrar el tema lo antes posible,

se llega a mencionar en uno de los juicios que el general responsable desplazado por el ministro a Turquía, presenta un exceso de alcohol mientras se realizan los trámites.

Finalmente 30 familias entierran a la persona equivocada.

Después de varios procesos, y de archivos varios,

Tres militares serán condenados por estos hechos, por las identificaciones aleatorias que implicaron falsedad en documento público. Por la responsabilidad en las subcontratas nada de nada.

Por la presión política a los militares para que actuaran sin diligencia a fín de cumplir con las fechas del funeral, nada de nada.

Ninguna responsabilidad política,

el exministro responsable es ahora embajador en Reino Unido.

Los militares condenados han sido recientemente indultados parcialmente,

lo suficiente como para seguir sus carreras. El General Jefe responsable en aquellos días, es consejero de transportes en Baleares.

Aquel general que le escribió poco después de la tragedia al señor Pedro J.Ramirez, diciendo que ellos no organizaban viajes de novios a Cancún, en alusión al flete del Yak-42.

En el otro lado de este miasma de corrupción y desvergüenza, el tesón de algunos militares por aclarar lo sucedido, pocos,

entendiendo que el honor del ejercito no se limpia metiendo la mierda bajo la alfombra, sino depurando responsabilidades, dando la cara, y sacando del ejercito a esa manada de crápulas e indeseables. Los forenses turcos que se presentan en el juicio voluntariamente como testigos,

y que con su actuación dejan en evidencia, las maneras de los militares españoles encargados de la repatriación. La propietaria turca del terreno en el que se estrello el avión,

que lo cede a la asociación de victimas para que se conserve siempre en memoria de los fallecidos. Los habitantes de Trabzon que siempre han estado al lado de los familiares y han mostrado su solidaridad,

así como los miles de españoles que les han dado su apoyo de una forma u otra.

Mucho ánimo a los familiares que no cesan en su búsqueda de la verdad y la justicia, haciendo honor a los suyos.
http://politica.elpais.com/politica/201 ... 66292.html
http://www.elconfidencial.com/espana/20 ... pp-121717/
http://elpais.com/diario/2009/04/26/esp ... 50215.html
http://elpais.com/diario/2009/04/16/esp ... 50215.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/2 ... 40.html