Abro este post a fín de que si os parece bien, podamos volcar aquí nuestros mejores deseos para los próximos días y el año venidero. Puede resultar extraño que empiece felicitando el solsticio, sin embargo, esa efeméride astronómica es la que da verdadero sentido a la celebración. Se vista como se vista, de Navidad, de apología del consumo en el mundo occidental, de lo que sea, desde hace milenios, es una fiesta vinculada al “nacimiento” del astro rey, el sol. Para los romanos era el tiempo del Solis invictus, sol victorioso, al que se dedicaban gratias máximas vobis. Para los pueblos anteriores, y hasta la noche de los tiempos, era el momento de celebrar el nuevo nacimiento del sol, su victoria sobre las negras tinieblas. Así ha sido desde la antigüedad, un tiempo de esperanza, en que el sol vuelve a señorear los cielos, el día se alarga y extiende su luz benefactora por toda la tierra. Son días de esperanza de un tiempo mejor, que se viven en comunidad. Días que al igual que los romanos con sus saturnalia, se hacen regalos, que contienen los mejores deseos, y una ansia de prosperidad. Los ritos relacionados con la Navidad, todos, desde el tió, al árbol de Navidad, los regalos, los reyes magos, etc,etc tienen su origen en esos deseos, de estimular a la naturaleza muerta por el invierno, a un renacer que nos proporcione, calor y alimento, en definitiva una vida mejor. No me quiero extender, para mi estas fiestas son muy especiales, por su vinculación a un ciclo de la naturaleza y por la tradición milenaria que arrastran. Por eso quiero expresaros a todos mis mejores deseos, tener un recuerdo, (y si es posible un gesto, y si es posible también que el gesto no quede solo en estos días) para aquellos a los que la esperanza parece haber dado la espalda, y para aquellos otros que ya nunca podrán disfrutar del calor del sol. Espero que podáis sentir este sentimiento de fraternidad y compartirlo con todos vuestros seres queridos, y para el devenir, que convencionalmente hemos denominado fin de año, aunque la naturaleza no entiende de fechas, utilizo estas palabras de Virgilio, que pone en boca de Iris dirigiéndose a Turmo, en el Canto IX de la Eneida
“quod optanti divum promittere nemo audevet, volvenda diez en attulit ultra”
En traducción del siempre insigne Miquel Dolç
Alló que cap déu no és veuria amb cor de prometre als teus vots, la marxa del temps de grat t´ho disposi.
En castellano
Lo que ninguno de los dioses osaría prometerte a tus ruegos, te lo ofrezca el correr de los días
Feliz Solsticio, Feliz Navidad , y mucha moto siempre
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