Por Emilio Pérez de Rozas
Ustedes son pícaros, saben cómo se hacen esas cosas. Ustedes son modernos, jovencitos (casi todos, los que más) y tienen destreza para encontrar en la red aquellos momentos que pasan a la historia y, precisamente, es ahí, dicen, en la red, en ese mundo de mentira, que nadie sabe donde se almacena, donde encontrarán ¡desde ya, espero!, la última joya del ciberespacio.
Créanme, esa joya no es el último atuendo de Lady Gaga, ni siquiera la última travesura de París Hilton, ni la tercera bobada en 24 horas de Mario Balotelli, no, no, lo último de lo último, aquello que provocará, créanme, un susto en muchas de sus mentes y ya no digamos en sus corazones, es la salida, a vista de helicóptero, de la carrera de Moto2 de Cheste. Busquen, aprieten, quiten el sonido (o no, da igual) y vean como el monstruo de los monstruo, el último grito en piloto, Marc Márquez, serpentea entre motocicletas y se merienda a más de media parrilla, a 22 rivales, del 33 al 11 en metros, en un plis plas.
Y es que cuando Márquez llegó a la sala de prensa, recién bajado del podio de Cheste, le primera admiración que recibió de decenas de periodistas fue "nos engañaste ayer, dijiste que nadie esperase remontada alguna". El 'noi de Cervera' se subió ligeramente la gorrita de Red Bull, dejó al descubierto sus ojos vivarachos y exclamó: "Pero, bueno, ¡es que no me conocéis!" Nunca se conoce suficiente a Marc Márquez, nunca, y en Valencia lo ha demostrado. Lo que hizo, no lo había hecho nadie hasta ahora: salir el último y ser primero en la categoría más difícil, en la parrilla con más lobos, en la cilindrada con más gente hambrienta.
Puede que, sí, que ya el sábado, cuando sabía que salía el último y que le habían sancionado a lo bestia por agresivo, pensase: pues les voy a demostrar que no me lo merecía. "Tras la salida y viendo lo que había adelantado dije 'venga, igual llego'. Y traté de probarlo. Porque también pensé 'si me caigo, me caigo, ya soy campeón'". Y tiró, tiró, empujó, temió alguna caída pero, al final, cuando se vio tras el colín de Julito Simón dijo "sí, puedes".
Mientras, Carles Puyol, lesionado aún, escribía un twitt diciendo que Marc había engañado a todos... porque iba con la Honda de MotoGP. Y Gerard Piqué, otro que tal, otro admirando al ganador: "wow, este Márquez está a otro nivel". Y Fernando Alonso se inclinaba ante él: "Enhorabuena, Marc, eres de otro planeta". Y hasta Wayne Gardner y Max Biaggi, grandes entre los grandes, gritaban y coreaban en el hospitality de Apinestar el nombre de Márquez.
Recuerden:
Enlace Video
A vista de helicóptero.
Pura 'Play Station'.
Ustedes, vosotros, que sois modernitos.
Lo nunca visto.
Créanme.
http://www.motocuatro.com/index.php/opi ... -la-salida






Muchas alegrías nos va a dar este chaval....



