Mapa de la ruta de ida

El viaje que planeamos para la ida exige casi cuatro horas de carretera, más las que se quieran parar de visita. La primera parte se hizo por la autovía de Navarra, que es muy cómoda hasta Alsasua. De Alsasua a Vitoria el tráfico suele aumentar bastante, aunque un martes de agosto por la mañana no hay muchos coches. En Navarra esta autovía atraviesa un amplio valle entre las sierras de Andía y Aralar. Para el motorista es interesante la subida desde el valle al Santuario de San Miguel de Aralar, que se hace por un camino de cemento sin protecciones, del que deben abstenerse los que padezcan vértigo … La bajada del Santuario puede hacerse por Lecumberri y es mucho más suave y entre bosques.
El monte de San Donato en la sierra de Andía desde la autovía, cerca de Huarte Araquil. Hay quién lo conoce como la “cara de mono”, por su semejanza con el perfil de un mono.

El monte de San Donato desde San Miguel de Aralar un día de neblina, con un parapente sobrevolando el valle. En el fondo del valle la autovía de Navarra (foto de octubre del 2011)

Antes de llegar a Vitoria tomamos la A-68 hacia Bilbao y poco después la salida a Amurrio. Al dejar la autopista nos encontramos con unas carreteras secundarias desiertas y paisajes preciosos, un auténtico placer.

Breve parada en Amurrio para reponer fuerzas

Camino de Balmaseda nos encontramos con el Santuario de Nuestra Sra. de la Encina, en el que no paramos por falta de tiempo, pero donde nos quedamos con ganas de volver.

El Santuario recibe el nombre por una enorme encina que hay a sus espaldas. El tamaño de este enorme árbol se puede comparar con el de la puerta que hay a su izquierda

Continuamos hacia Balmaseda y seguimos disfrutando del camino

En Balmaseda paramos a tomar un café y dar una vuelta al pueblo, comprobando que la gente es abierta y muy agradable.
Foto de la iglesia de San Severino desde el famoso plátano de Balmaseda

Desde que dejamos la autopista hemos pasado por Álava, Burgos, Vizcaya y ahora entramos en Cantabria, a través del puerto de las Muñecas, que es tránsito de numerosas pruebas ciclistas, como puerto de segunda categoría.

La bajada del puerto nos lleva a Castro Urdiales, donde tomamos la autovía del Cantábrico, que es “muy poco recomendable” para ir en moto y menos en verano y en dirección a Laredo y Santander


Santander es una ciudad preciosa y Cantabria tiene mil lugares para visitar; Santillana del Mar, Altamira, Comillas, las cuevas del Soplao, los Picos de Europa,… pero esa es otra historia

La primera playa del Sardinero o de la Concha

La piedra con forma de camello, que da nombre a una playa junto a la península de la Magdalena

El Casino

El Faro de Santander.

El Hotel Real y una mansión Botín a su izquierda


La “Grúa de Piedra” en el puerto, que es reliquia y símbolo de la ciudad de Santander

La vuelta se hizo con algo de prisa y desgraciadamente por autopista, ya que tres días no dan para más
Una parada en Altube y hasta la próxima

