08-09-2006, 07:28 PM
Tras casi un siglo de historia, cada mes de junio pilotos y aficionados se dan cita en la Isla de Man, situada entre Inglaterra e Irlanda, par disfutar de algo único, el Tourist Trophy.
En las últimas décadas las carreras importantes se han trasladado a circuitos permanentes a excepción del TT de la Isla de Man cuyo recorrido, que atraviesa ciudades, vías férreas, fue establecido en 1911 y permanece invariado desde entonces.
Las primeras carreras de motos disputadas en la Isla tuvieron lugar en 1907. Entonces existía una limitación de velocidad en las carreteras inglesas de 20 mph (32 km/h) y el Parlamento no permitía cerrar carreteras para celebrar competiciones. El Parlamento autónomo de la Isla encontró la solución en un cambio de normativa.
Las cuatro primeras ediciones se corrieron en el denominado circuito de St. John y las máquinas se dividían en dos categorías: monocilíndricas y bicilíndricas. Charlie Collier con Matchless gano la primera categoría y Rem Fowler, con Norton, la segunda.
En 1911 se consideró que el circuito utilizado era demasiado rápido y peligroso. Se estableció entonces el denominado Circuito de la Montaña, aún vigente. Este cambio coincidió con la introducción de las categorías Júnior y Sénior, que siguen siendo las más prestigiosas. Con el paso de los años aparecieron nuevas categorías como los sidecares y la Clubman.
A causa de la Primera Guerra Mundial las carreras se interrumpieron entre 1914 y 1920, año en que se volvió a disputar la competición en el Circuito de la Montaña.
En los primeros años no se cerraban las carreteras durante los entrenamientos y se produjeron algunos accidentes como el de Tim Birkin que falleció al chocar contra un carro. A partir de la década de los 20 se cerraban las carreteras unas cuatro horas por la mañana para entrenar.
Las carreras se disputan contrarreloj y por ello los pilotos con mayores posibilidades cuentan con ayudantes a lo largo del recorrido que les informan con una pizarra la diferencia de tiempos con el piloto que les precedo y con el que les sigue. Durante mucho tiempo la salida se hacía de dos en dos pero a partir de la década de los 90 se realiza de uno en uno.
El TT formó parte del Campeonato del Mundo desde su creación en 1949 y hasta 1976. Tras esta última edición, la FIM, a modo de compensación, creó los campeonatos de Fórmula 1, Fórmula 2 y Fórmula 3, destinados a motos derivadas de serie y carreras en circuitos no permanentes.
A lo largo de los años han sido más de 170 pilotos fallecidos en accidentes pero uno nos afectó a los españoles de forma especial: en 1970, Santi Herrero, a bordo de su magnífica Ossa Monocasco con la que tenía fundadas opciones al título mundial en 250 (quedó tercero el año anterior) se estrelló en la puta Milla 13. Desde entonces la Federación Española de Motociclismo prohíbe a los pilotos españoles correr en la Isla de Man. Por cierto, Jaime Alguersuari, presidente del grupo que edita la revista Solo Moto tiene la Ossa Monocasco en su despacho. Eso es poderío.
Durante las primeras décadas del Campeonato del Mundo, en la Isla se dieron cita los mejores pilotos, como Bob McInture, el primer hombre que, en 1957, logró un promedio de 100 mph o Geoff Duke, John Surtees, Jim Redman y otros. Se afirma que el duelo, en 1967, entre Mike Hailwood con Honda y Agostini con MV fue la carrera más emocionante que jamás se haya podido ver en el TT.
Mike Hailwood fue una de las figuras más destacadas del TT de esa época por haber sido el primero en ganar tres carreras en una semana, sumar 14 victorias y por su sorprendente retorno victorios en 1978 (con 38 añitos, el cabróm).
En 1972 y durante la carrera de 125 falleció Gilberto Parlotti, piloto oficial de Morbidelli. Como las condiciones meteorológicas eran muy malas, Agostini declaró que iba a boicotear la carrera Sénior que se corría unas horas más tarde; pero al final corrió y gano la que sería su última carrera en la Isla. Una vez finalizada, tanto él como Phil Read declararon que era demasiado peligroso y que volvería a participar a pesar de ser puntuable para el Campeonato del Mundo.
Parecía que al quedarse sin pilotos de renombre el TT iba a entrar en una crisis definitiva pero no fue así. Gracias a la aparición de una nueva generaciónde pilotos especializados en este tipo de circuitos. El más destacado de estos tipos capaces de desafiar a la muerte entre muros de piedra pero incapaces de destacar en un circuito permanente fue Joey Dunlop. Nacido en Bally money, Irlanda, población donde regentaba el pub de la estación de tren. Era un tipo muy peculiar, siempre con un cigarrillo entre los labios y una larga y desaliñada melena, acumuló 26 victorias entre ellas seis consecutivas en la categoría de Fórmula 1. Dunlop murió en un circuito urbano de Estonia cuando disputaba una carrera de 125.
A esta misma categoría pertenencen nombres como David Jeffries, actual poseedor del récord absoluto establecido en 125,7 mph (201,6 km/h) que falleción en un accidente en 2003 o el irlandés Phillip McCallen, el primero en ganar cuatro carreras en una semana. Otros pilotos británicos dieron la espalda a la Isla para proseguir su carrera en circuitos permanentes como es el caso de Carl Fogarty o Steve Hislop, último en vencer con una moto inglesa, en 1992 con una Norton rotativa. Residente en la Isla de Man, Hislop murió de accidente de helicóptero en 2003.
Quienes critican el TT afirman que ya no tiene sentido rodar entre muros de piedra y cruzar poblaciones a toda velocidad. Los defensores sostienen que no se obliga anadie y que todos los pilotos conocen perfectamente los riesgos.
Yo estoy con los segundos. Estas carreras son las más auténticas. Los circuitos son demasiado distantes, "pofesionales" y están demasiado llenos de tipos egocéntricos. Los circuitos no permanentes son especiales, la gente corre porque le gusta, no sólo para ganar. Por eso me gusta tanto La Bañeza, especialmente los "boxes".
Se dice que el TT de la Isla de Man constituye el máximo desafío al que se puede enfrentar un motorista (de carretera). Mi reto particular es correr los Scottish, los Dos Días Pre-65 y el año que viene creo que lo haré. No sé si volveré porque ya estoy muy mayor.
Saludos clásicos.
En las últimas décadas las carreras importantes se han trasladado a circuitos permanentes a excepción del TT de la Isla de Man cuyo recorrido, que atraviesa ciudades, vías férreas, fue establecido en 1911 y permanece invariado desde entonces.
Las primeras carreras de motos disputadas en la Isla tuvieron lugar en 1907. Entonces existía una limitación de velocidad en las carreteras inglesas de 20 mph (32 km/h) y el Parlamento no permitía cerrar carreteras para celebrar competiciones. El Parlamento autónomo de la Isla encontró la solución en un cambio de normativa.
Las cuatro primeras ediciones se corrieron en el denominado circuito de St. John y las máquinas se dividían en dos categorías: monocilíndricas y bicilíndricas. Charlie Collier con Matchless gano la primera categoría y Rem Fowler, con Norton, la segunda.
En 1911 se consideró que el circuito utilizado era demasiado rápido y peligroso. Se estableció entonces el denominado Circuito de la Montaña, aún vigente. Este cambio coincidió con la introducción de las categorías Júnior y Sénior, que siguen siendo las más prestigiosas. Con el paso de los años aparecieron nuevas categorías como los sidecares y la Clubman.
A causa de la Primera Guerra Mundial las carreras se interrumpieron entre 1914 y 1920, año en que se volvió a disputar la competición en el Circuito de la Montaña.
En los primeros años no se cerraban las carreteras durante los entrenamientos y se produjeron algunos accidentes como el de Tim Birkin que falleció al chocar contra un carro. A partir de la década de los 20 se cerraban las carreteras unas cuatro horas por la mañana para entrenar.
Las carreras se disputan contrarreloj y por ello los pilotos con mayores posibilidades cuentan con ayudantes a lo largo del recorrido que les informan con una pizarra la diferencia de tiempos con el piloto que les precedo y con el que les sigue. Durante mucho tiempo la salida se hacía de dos en dos pero a partir de la década de los 90 se realiza de uno en uno.
El TT formó parte del Campeonato del Mundo desde su creación en 1949 y hasta 1976. Tras esta última edición, la FIM, a modo de compensación, creó los campeonatos de Fórmula 1, Fórmula 2 y Fórmula 3, destinados a motos derivadas de serie y carreras en circuitos no permanentes.
A lo largo de los años han sido más de 170 pilotos fallecidos en accidentes pero uno nos afectó a los españoles de forma especial: en 1970, Santi Herrero, a bordo de su magnífica Ossa Monocasco con la que tenía fundadas opciones al título mundial en 250 (quedó tercero el año anterior) se estrelló en la puta Milla 13. Desde entonces la Federación Española de Motociclismo prohíbe a los pilotos españoles correr en la Isla de Man. Por cierto, Jaime Alguersuari, presidente del grupo que edita la revista Solo Moto tiene la Ossa Monocasco en su despacho. Eso es poderío.
Durante las primeras décadas del Campeonato del Mundo, en la Isla se dieron cita los mejores pilotos, como Bob McInture, el primer hombre que, en 1957, logró un promedio de 100 mph o Geoff Duke, John Surtees, Jim Redman y otros. Se afirma que el duelo, en 1967, entre Mike Hailwood con Honda y Agostini con MV fue la carrera más emocionante que jamás se haya podido ver en el TT.
Mike Hailwood fue una de las figuras más destacadas del TT de esa época por haber sido el primero en ganar tres carreras en una semana, sumar 14 victorias y por su sorprendente retorno victorios en 1978 (con 38 añitos, el cabróm).
En 1972 y durante la carrera de 125 falleció Gilberto Parlotti, piloto oficial de Morbidelli. Como las condiciones meteorológicas eran muy malas, Agostini declaró que iba a boicotear la carrera Sénior que se corría unas horas más tarde; pero al final corrió y gano la que sería su última carrera en la Isla. Una vez finalizada, tanto él como Phil Read declararon que era demasiado peligroso y que volvería a participar a pesar de ser puntuable para el Campeonato del Mundo.
Parecía que al quedarse sin pilotos de renombre el TT iba a entrar en una crisis definitiva pero no fue así. Gracias a la aparición de una nueva generaciónde pilotos especializados en este tipo de circuitos. El más destacado de estos tipos capaces de desafiar a la muerte entre muros de piedra pero incapaces de destacar en un circuito permanente fue Joey Dunlop. Nacido en Bally money, Irlanda, población donde regentaba el pub de la estación de tren. Era un tipo muy peculiar, siempre con un cigarrillo entre los labios y una larga y desaliñada melena, acumuló 26 victorias entre ellas seis consecutivas en la categoría de Fórmula 1. Dunlop murió en un circuito urbano de Estonia cuando disputaba una carrera de 125.
A esta misma categoría pertenencen nombres como David Jeffries, actual poseedor del récord absoluto establecido en 125,7 mph (201,6 km/h) que falleción en un accidente en 2003 o el irlandés Phillip McCallen, el primero en ganar cuatro carreras en una semana. Otros pilotos británicos dieron la espalda a la Isla para proseguir su carrera en circuitos permanentes como es el caso de Carl Fogarty o Steve Hislop, último en vencer con una moto inglesa, en 1992 con una Norton rotativa. Residente en la Isla de Man, Hislop murió de accidente de helicóptero en 2003.
Quienes critican el TT afirman que ya no tiene sentido rodar entre muros de piedra y cruzar poblaciones a toda velocidad. Los defensores sostienen que no se obliga anadie y que todos los pilotos conocen perfectamente los riesgos.
Yo estoy con los segundos. Estas carreras son las más auténticas. Los circuitos son demasiado distantes, "pofesionales" y están demasiado llenos de tipos egocéntricos. Los circuitos no permanentes son especiales, la gente corre porque le gusta, no sólo para ganar. Por eso me gusta tanto La Bañeza, especialmente los "boxes".
Se dice que el TT de la Isla de Man constituye el máximo desafío al que se puede enfrentar un motorista (de carretera). Mi reto particular es correr los Scottish, los Dos Días Pre-65 y el año que viene creo que lo haré. No sé si volveré porque ya estoy muy mayor.
Saludos clásicos.