Humphrey
03-12-2006, 10:09 AM
LA FORMA DEL VASO INFLUYE EN CUANTO ALCOHOL SE SERVIRÁ Y CUANTO BEBERÁ USTED
Según un nuevo estudio, al servir un licor, incluso los camareros profesionales vierten involuntariamente entre un 20 y un 30 por ciento más en los vasos anchos y bajos, que en los altos y delgados. La educación, la práctica, la concentración y la experiencia no corrigen el exceso de llenado, sólo lo mitigan.
Brian Wansink (Profesor de Mercadotecnia, Economía Aplicada y Ciencias de la Nutrición, de la Universidad de Cornell) y Koert van Ittersum (profesor de Mercadotecnia en el Instituto Tecnológico de Georgia) suponen que la razón para esta diferencia es la clásica ilusión óptica vertical-horizontal: las personas percibimos reiteradamente las líneas verticales como más largas que las horizontales de igual tamaño, y generalmente estimamos que los vasos altos contienen más líquido que los anchos del mismo volumen. También enfocamos nuestra atención en la altura que va alcanzando en el recipiente el líquido que estamos vertiendo en él, y la compensamos insuficientemente con respecto a la anchura del recipiente.
En estudios separados, los investigadores pidieron a 198 estudiantes universitarios (el 43 por ciento eran mujeres) con la edad legal para beber,y a 86 camareros profesionales (con un promedio de seis años de experiencia; el 38 por ciento mujeres) que sirvieran una cantidad determinada de licor en un vaso ancho y bajo o en uno alto y delgado.
Los estudiantes vertieron de forma sistemática un 30 por ciento más de alcohol en los vasos bajos que en los altos, y los bármanes vertieron un 20 por ciento más.
Cuando los investigadores pidieron a un grupo de estudiantes que practicaran 10 veces antes de hacer el servicio real, todavía sirvieron un 26 por ciento más en los vasos anchos. Cuando los investigadores pidieron a un grupo de camareros que se tomaran su tiempo, se demoraron el doble para servir la bebida, pero todavía sirvieron un 10 por ciento más en los vasos anchos y bajos que en los altos y estrechos.
Como las personas generalmente consumen la mayor parte aproximadamente el 92 por ciento) de la bebida que se sirven, el problema de servir con exactitud resulta pertinente a quienes establecen normas relacionadas con el alcohol, los profesionales de la salud, los consumidores, los agentes de policía que aplican las leyes, y el personal de ayuda psicológica a los alcohólicos y ex-alcohólicos. Por ejemplo, la industria hostelera quiere controlar las cantidades que se sirven y de esta forma los costos, y los profesionales de la salud quieren desalentar el consumo excesivo.
Consejo de Wansink para bares y restaurantes, y para quienes no desean beber demasiado de modo involuntario: "Use vasos altos o vasos con marcas del nivel de alcohol grabados en ellos". ¿Para los padres?: "Use vasos altos y delgados al servir refrescos de poco valor alimentario, pero ponga vasos anchos y bajos para la leche y otras bebidas saludables".
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/270106c.html
Según un nuevo estudio, al servir un licor, incluso los camareros profesionales vierten involuntariamente entre un 20 y un 30 por ciento más en los vasos anchos y bajos, que en los altos y delgados. La educación, la práctica, la concentración y la experiencia no corrigen el exceso de llenado, sólo lo mitigan.
Brian Wansink (Profesor de Mercadotecnia, Economía Aplicada y Ciencias de la Nutrición, de la Universidad de Cornell) y Koert van Ittersum (profesor de Mercadotecnia en el Instituto Tecnológico de Georgia) suponen que la razón para esta diferencia es la clásica ilusión óptica vertical-horizontal: las personas percibimos reiteradamente las líneas verticales como más largas que las horizontales de igual tamaño, y generalmente estimamos que los vasos altos contienen más líquido que los anchos del mismo volumen. También enfocamos nuestra atención en la altura que va alcanzando en el recipiente el líquido que estamos vertiendo en él, y la compensamos insuficientemente con respecto a la anchura del recipiente.
En estudios separados, los investigadores pidieron a 198 estudiantes universitarios (el 43 por ciento eran mujeres) con la edad legal para beber,y a 86 camareros profesionales (con un promedio de seis años de experiencia; el 38 por ciento mujeres) que sirvieran una cantidad determinada de licor en un vaso ancho y bajo o en uno alto y delgado.
Los estudiantes vertieron de forma sistemática un 30 por ciento más de alcohol en los vasos bajos que en los altos, y los bármanes vertieron un 20 por ciento más.
Cuando los investigadores pidieron a un grupo de estudiantes que practicaran 10 veces antes de hacer el servicio real, todavía sirvieron un 26 por ciento más en los vasos anchos. Cuando los investigadores pidieron a un grupo de camareros que se tomaran su tiempo, se demoraron el doble para servir la bebida, pero todavía sirvieron un 10 por ciento más en los vasos anchos y bajos que en los altos y estrechos.
Como las personas generalmente consumen la mayor parte aproximadamente el 92 por ciento) de la bebida que se sirven, el problema de servir con exactitud resulta pertinente a quienes establecen normas relacionadas con el alcohol, los profesionales de la salud, los consumidores, los agentes de policía que aplican las leyes, y el personal de ayuda psicológica a los alcohólicos y ex-alcohólicos. Por ejemplo, la industria hostelera quiere controlar las cantidades que se sirven y de esta forma los costos, y los profesionales de la salud quieren desalentar el consumo excesivo.
Consejo de Wansink para bares y restaurantes, y para quienes no desean beber demasiado de modo involuntario: "Use vasos altos o vasos con marcas del nivel de alcohol grabados en ellos". ¿Para los padres?: "Use vasos altos y delgados al servir refrescos de poco valor alimentario, pero ponga vasos anchos y bajos para la leche y otras bebidas saludables".
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/270106c.html