11-19-2004, 10:30 AM
Bueno, en realidad son varios:
UNO:
Estos son dos abuelos que se van a casar a los 75 años. Van a la farmacia y preguntan:
- Tienen viagra?
-Si
- Y pastillas para la tension
-Si
-¿Para el reuma?
-Si
- Que bien, aqui pondremos la lista de bodas
OTRO:
Un señor entra en una farmacia en la que conoce al dependiente. Como hay mucha gente esperando y tiene prisa hace señas desde atrás agitando la mano abierta. El dependiente no entiende lo que le quiere decir y en voz alta le dice:
- ¿Qué quieres? ¿Crema para las manos?
El cliente contesta:
- No hombre, lo que quiero son cinco viagras... es que esta noche he quedado con cinco negritas y va a ser algo inolvidable.
Al día siguiente, se repite la escena. El señor entra en la farmacia y hace la misma señal con la mano abierta. El dependiente le dice:
- ¿Qué quieres? ¿Otras cinco viagras?
- No... esta vez dame crema para las manos, ¿sabes?... las cinco negritas, al final, no vinieron.
OTRO MÁS:
Jesucristo deambula por el Cielo con un ataque a amnesia. Se cruza con un venerable anciano a quien pregunta:
Jesucristo: Por favor, ¿Sabe Ud. quien soy?
Anciano: Ay, joven. Hace poco tiempo perdí la memoria y esperaba que tu me ayudases...
Jesucristo: - Bueno, veré que puedo Hacer. Dígame que recuerda de Ud.
Anciano: Bueno, recuerdo que yo era carpintero, y que un día tuve un hijo, pero sin que yo interviniese en su concepción con mujer alguna. Un día murió, pero luego resucitó, cambiado.
Jesucristo: ¡¡¡¡¡¡Papá!!!
Anciano: ¡¡¡¡¡¡¡Pinocho!!!!!
EL ÚLTIMO:
Una pareja estaba jugando al golf en un campo muy distinguido, rodeado de bellísimas mansiones. En el tercer golpe, el marido le dice a la mujer:
- Querida, ten cuidado al pegarle a la pelota, no sea que la mandes a una d esas casas y rompas un vidrio. Va a costar una fortuna repararlo.
No alcanzó a terminar la frase cuando ella da un golpe y la pelota se va directamente contra una ventana de la mejor casa. Él le reprocha:
- Te dije que tuvieras cuidado. ¿Y ahora qué vamos a hacer?
Ya más tranquilo, el marido le dice: Vamos a pedir disculpas y ver cuánto nos va a costar el arreglo.
Van hasta la casa, golpean y desde dentro una voz responde:
- Pueden entrar, la puerta está abierta.
Abren la puerta y ven todo el vidrio disperso por el piso, una botella rota cerca de la mesa y a un hombre con aspecto distinguido sentado en un sillón que les dice:
- ¿Ustedes son los que rompieron la ventana?
- Sí... y lo sentimos mucho. Queremos pagar el daño.
- De ninguna manera, soy yo el que debe agradecerles. Soy un genio que estuvo preso en esa botella durante miles de años. Ustedes me liberaron. Por eso puedo concederles tres deseos: les doy uno a cada uno y me guardo el tercero para mi.
- ¡Qué bien! - dice el marido- yo quiero un millón de dólares cada año, durante el resto de mi vida.
- No hay problema. Es lo menos que puedo hacer por mi libertador.
- Yo quiero una casa en cada país del mundo- agrega ella.
- Tu deseo está realizado.
- ¿Y cuál es tu deseo, Genio? - pregunta intrigado el marido.
El genio se toma unos segundos y dice:
- Desde que quedé preso en esa botella, hace miles de años, no tuve oportunidad de tener sexo. Mi deseo es acostarme con tu mujer porque siempre soñé hacerlo con la primera mujer que viera.
- Bueno, querida, nos ganamos un montón de dinero y todas esas casas. No sé qué piensas tú, pero es una sola vez. Creo que no está pidiendo mucho.
La mujer asiente entusiasmada... - El tipo no está tan mal- pensó.
El Genio la lleva a un cuarto y pasa alrededor de tres horas con ella dándole con todo. Al finalizar, mientras se visten, el Genio la mira y le pregunta:
- Dime, tengo curiosidad... ¿cuántos años tiene tu marido?
- TREINTA Y CINCO- responde ella.
- ¿Y todavía cree en genios?
Si no os gustan, lo siento pero esto es lo que hay.
UNO:
Estos son dos abuelos que se van a casar a los 75 años. Van a la farmacia y preguntan:
- Tienen viagra?
-Si
- Y pastillas para la tension
-Si
-¿Para el reuma?
-Si
- Que bien, aqui pondremos la lista de bodas
OTRO:
Un señor entra en una farmacia en la que conoce al dependiente. Como hay mucha gente esperando y tiene prisa hace señas desde atrás agitando la mano abierta. El dependiente no entiende lo que le quiere decir y en voz alta le dice:
- ¿Qué quieres? ¿Crema para las manos?
El cliente contesta:
- No hombre, lo que quiero son cinco viagras... es que esta noche he quedado con cinco negritas y va a ser algo inolvidable.
Al día siguiente, se repite la escena. El señor entra en la farmacia y hace la misma señal con la mano abierta. El dependiente le dice:
- ¿Qué quieres? ¿Otras cinco viagras?
- No... esta vez dame crema para las manos, ¿sabes?... las cinco negritas, al final, no vinieron.
OTRO MÁS:
Jesucristo deambula por el Cielo con un ataque a amnesia. Se cruza con un venerable anciano a quien pregunta:
Jesucristo: Por favor, ¿Sabe Ud. quien soy?
Anciano: Ay, joven. Hace poco tiempo perdí la memoria y esperaba que tu me ayudases...
Jesucristo: - Bueno, veré que puedo Hacer. Dígame que recuerda de Ud.
Anciano: Bueno, recuerdo que yo era carpintero, y que un día tuve un hijo, pero sin que yo interviniese en su concepción con mujer alguna. Un día murió, pero luego resucitó, cambiado.
Jesucristo: ¡¡¡¡¡¡Papá!!!
Anciano: ¡¡¡¡¡¡¡Pinocho!!!!!
EL ÚLTIMO:
Una pareja estaba jugando al golf en un campo muy distinguido, rodeado de bellísimas mansiones. En el tercer golpe, el marido le dice a la mujer:
- Querida, ten cuidado al pegarle a la pelota, no sea que la mandes a una d esas casas y rompas un vidrio. Va a costar una fortuna repararlo.
No alcanzó a terminar la frase cuando ella da un golpe y la pelota se va directamente contra una ventana de la mejor casa. Él le reprocha:
- Te dije que tuvieras cuidado. ¿Y ahora qué vamos a hacer?
Ya más tranquilo, el marido le dice: Vamos a pedir disculpas y ver cuánto nos va a costar el arreglo.
Van hasta la casa, golpean y desde dentro una voz responde:
- Pueden entrar, la puerta está abierta.
Abren la puerta y ven todo el vidrio disperso por el piso, una botella rota cerca de la mesa y a un hombre con aspecto distinguido sentado en un sillón que les dice:
- ¿Ustedes son los que rompieron la ventana?
- Sí... y lo sentimos mucho. Queremos pagar el daño.
- De ninguna manera, soy yo el que debe agradecerles. Soy un genio que estuvo preso en esa botella durante miles de años. Ustedes me liberaron. Por eso puedo concederles tres deseos: les doy uno a cada uno y me guardo el tercero para mi.
- ¡Qué bien! - dice el marido- yo quiero un millón de dólares cada año, durante el resto de mi vida.
- No hay problema. Es lo menos que puedo hacer por mi libertador.
- Yo quiero una casa en cada país del mundo- agrega ella.
- Tu deseo está realizado.
- ¿Y cuál es tu deseo, Genio? - pregunta intrigado el marido.
El genio se toma unos segundos y dice:
- Desde que quedé preso en esa botella, hace miles de años, no tuve oportunidad de tener sexo. Mi deseo es acostarme con tu mujer porque siempre soñé hacerlo con la primera mujer que viera.
- Bueno, querida, nos ganamos un montón de dinero y todas esas casas. No sé qué piensas tú, pero es una sola vez. Creo que no está pidiendo mucho.
La mujer asiente entusiasmada... - El tipo no está tan mal- pensó.
El Genio la lleva a un cuarto y pasa alrededor de tres horas con ella dándole con todo. Al finalizar, mientras se visten, el Genio la mira y le pregunta:
- Dime, tengo curiosidad... ¿cuántos años tiene tu marido?
- TREINTA Y CINCO- responde ella.
- ¿Y todavía cree en genios?
Si no os gustan, lo siento pero esto es lo que hay.