Día 26 Agosto Witsand - CapeTown
Se acabó lo que se daba, para esta última jornada hemos reservado el Punto más al Sur del continente y con gran pena el retorno al punto de salida. Vamos con ello
Salimos de Witsand y vamos de nuevo a buscar la barcaza que nos lleva al otro lado, todo por caminos de tierra, ya vamos cogiendo ritmo, ahora que se acaba y conseguimos una velocidad de crucero respetable
Todo tieso dirección Oeste a buscar primero Bredasdorp y luego el Cape L’Agulhas. Este es el punto más al sur del continente africano, no el Cabo de Buena Esperanza, como muchos pensábamos.
También aquí cerca está el punto donde se juntan el océano Índico y el Atlántico, lugar mítico para los navegantes, con aguas siempre agitadas en las que innumerables barcos han naufragado, hoy parece que está tranquila la cosa.
Encontramos una bonita pista que sube a una colina y pensamos que desde allí habrá unas maravillosas vistas del Cabo, así que tiramos por la estrecha senda, la cosa se va complicando, pero la confianza que ofrece esta Africa Twin nos hace adentrarnos sin temor. Las vistas merecen la pena.
A pesar de llegar al final, nuestras caras reflejan la felicidad acumulada en este gran continente
Confianza da la moto pero, bueno sin temor, sin temor tampoco, la compañera decide bajarse a hacer unas fotos y yo me animo a explorar en solitario
ERROOOORRRR!!! Al ir solo me envalentono
, y ante un charco que ocupa todo el ancho del camino aflojo a velocidad de vadeo, pero el traicionero charco es más profundo de lo evaluado a primera vista, y acabo con mi cuerpecito flotando tras un par de derrapadas de lado a lado
. Nada grave, me incorporo y saco la moto del barrizal, y aunque estoy empapado me animo a seguir un poco más. A la vuelta, el mismo traicionero charco me está esperando
, esta vez me lo tomo con más calma, aunque el resultado es el mismo
, con el agravante de que se me engancha la bota entre ambas estriberas y me retuerzo levemente el tobillo, mi pobre tobillo que a lo largo de los años ha sufrido múltiples lesiones sin acabar de recuperar nunca
Aquí vemos como la Honda es una moto de agua en toda regla:
No tengo muchas molestias ya que las botas altas han contribuido a aguantar el pie en su sitio, sin embargo noto que aquello se calienta e hincha. La estampa con la que llego donde me espera mi compañera le hace pensar lo peor, la verdad es que llegamos hechos todo un poema.
Afortunadamente los daños sufridos por montura y rider, son mínimos, mi tobillo ligeramente inflamado y el retrovisor derecho que danza a cada bache. En cuanto a nuestro aspecto, estéticamente damos un poco de pena, pero da igual, no nos conoce nadie
Nos encontramos con unos jubilados escoceses que vienen con su todoterreno desde casa, menuda aventura!!! De primeras no dispone de herramientas, pero al comentar que somos del Basque Country, le entra la vena nacionalista
y remueve todo su maletero hasta encontrar, ahora ya muy amable, unas llaves fijas para que el retrovisor deje de bailar y poder devolver la moto casi como nos la dejaron
Si de camino al concesionario encontramos una gasolinera para darle un manguerazo lo haremos, pero tampoco es algo que me preocupe en exceso, esto nos da un caracter Outlander total
Dejamos el Cape L’Agulhas y volvemos a Hermanus, donde ya estuvimos al inicio del viaje, donde se suponía que las ballenas se amontonaban en la costa para ser vistas, os acordáis??, pues esta vez es así
, un enorme cetáceo, hace las delicias de todos los que observamos desde la costa, sacando unas 20 veces seguidas la cola del agua para posteriormente golpearla contra la superficie del mar
, en serio que pensé que era un montaje de lo espectacular que resultaba
Ya es hora de ir terminando, nos dirigimos a Somerset, para devolver la moto, no ha habido opción a darla un agua, así que tal cual nos dirigimos a devolverla, nos planteamos el volver a comenzar el viaje, alguna modificación se nos ocurre , la verdad es que todo ha salido a pedir de boca y nos da mucha penita
En el concesionario no se asustan mucho, creo que están acostumbrados a que les devuelvan la moto en peor estado que el que llevamos. Sacan un trapo para ver si debajo de la capa de barro hay deterioros, se pegan una vuelta y tras comprobar que todo está en su sitio, nos hacen el pertinente abono de la fianza, con lo que nuestra experiencia africana termina
5.014,8 Kilómetros nos salen en total, todos ellos de pleno disfrute goze y excitación a partes iguales
Ha sido de 10, se os ha hecho largo?? Pues a nosotros NO y nos volvemos con las alforjas llenas de recuerdos y una grandísima experiencia. Hacemos noche en Cape Town, y al día siguiente regreso a casita, esta vez sí que el retorno se hace pesado, pero es un mal menor y lo vivido compensa de largo.
Gracias por seguirnos, comentar y habernos aguantado, soy consciente de que no es una crónica motera al estilo habitual, pero me apetecía compartirla con vosotros y animar a quién se lo esté planteando a darse un rule por el mundo fuera de nuestra “zona de confort” habitual. Con un poco de paciencia, preparación y cabeza puede convertirse en una experiencia vital, a nivel motero, y personal.