Estando de turisteo con mi chica por Aranjuez, se le antoja comer conejo al ajillo. Total, que come conejo al ajillo y, como sobra mucho, pide llevárselo a casa. Se lo ponen en un envase de esos de pollos asados y lo coloca en sus piernas, entre los dos.
Al llegar a casa, resulta que la salsa se ha salido del envase y ha puesto el asiento perdido. Me voy a lavar la moto donde siempre la lavo (ya de noche) y, aparentemente, queda bien.
Al día siguiente, ya con luz, me fijo y veo que el asiento está lleno de "churretes" de la salsa. Mira que le estuve dando con la lanza, pero nada... Vuelvo a lavar el asiento... Y los churretes ahí siguen.
Me da por pasar el dedo y noto como los churretes han "inflamado" el asiento. Es decir, como si la espuma del asiento hubiera chupado el aceite y, por donde ha pasado, se ha quedado hinchada. Evidentemente, ya no hay manera de quitarlo.
Nunca me había pasado esto. Me ha caído de todo en los asientos, gasolina, líquido de frenos, aceites, mierdas de pájaro, vómito... Pero que una salsa de conejo al ajillo no solo deje manchada la tela exterior si no que también haya afectado al espumado interior...

Tendré que llevar el asiento a Márquez, a ver qué dice...
Pd: Ni una broma con el conejo de mi chica, eh?, que os veo venir...
