
Arranca la aventura y empezamos mal. Mi compañero de ruta, Gonçal, que no llega…. Son las 6 en punto y, como siempre me ocurre, llego más que puntual, a las 5:45 ya estaba mirando presiones y llenando el tanque en la gasolinera punto de partida de la salida.
“cálmate que seguro que viene… total si le hubiera pasado algo siempre te manda un mensaje o te llama….”
6:15 Gonçal sin venir, ESTO ES MUUUY RARO. Le mando un wassap y nada, al final le llamo y NADA que no me lo coge…
“joooooder, ¿qué está pasando?

El cerebro empieza a hacer de las suyas y ya me está metiendo dudas:
“al final, quedamos o no?, joder juraría que sí

“si no viene qué coño haces solo?, para que te pase algo como al CarlesTT…

“como en cinco minutos no venga me largo para casa y ya me enteraré que ha pasado”
Aquí mi moto, y yo al lado, solos en la inmensidad del océano….

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6:25 y un brrruum brrruuuum me distrae de mis pensamientos, ESE ES GONÇAL!!!!


Aquí su boniata:

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Nos saludamos, hablamos poco y rápido porque ya íbamos con retraso… Me comenta que tiene un problema con el fusible de la alimentación de su GPS y que iremos a la aventura, le digo pues palante porque yo no tengo ni impreso el mapa de la ruta



Salimos disparados por la A2 y la abandonamos dirección Abrera, vemos que no vemos ná, está todo muy oscuro…. Gonçal haciendo de guía (porque recordaba la ruta) y con su moto que alumbra como un candil



A eso de las 7 de la mañana empezamos a ver que amanece y dejamos de lado los temores nocturnos…







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Seguimos dirección Sort y acabamos pasando justo por el lugar donde el compañero Dabidcb tuvo el accidente en la primera edición del Tourmalet. Paramos un segundo para decirnos:
“fue aquí verdad”
“si, aquí mismo”
Y seguimos ruta, cada uno dedicando un momento a pensar en todo lo que ocurrió aquel día.
Continuamos por el Port del Cantó y empezamos a subir el Port de la Bonaigua, todo empapado y con algo de niebla (sobre todo en el descenso…). Tanto respeto le dio a Gonçal que después de hacer dos “paellas” acabando en el carril contrario por miedo a tumbar y resbalar, me “invitó” a que “abriera” camino… Empieza a bajar la temperatura cosa mala, la niebla impide que el sol haga su función y empiezo a ver el termómetro que baja y baja 10,9,8,…. Coronamos la Bonaigua y paramos para hacer unas fotos:

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El termómetro marcaba 3º y nos dijimos:
“joder que frío, vámonos que aquí no hacemos nada…

Gonçal quiso hacer un cambio con respecto a la ruta del año pasado: hacerla al revés. Y ha sido todo un acierto. No os podéis imaginar cómo puede cambiar una misma ruta por el simple hecho de hacerla de un sentido o del contrario. Me lo he pasado genial recibiendo flashes de “por aquí ya pasamos… pero esto no me suena”


Avanzamos y nos encontramos disfrutando de las carreteras y paisajes alrededor del espectacular Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici





Atravesamos Viella y en Bossost hacemos otra parada para repostar y hacer las llamadas de rigor a nuestras respectivas mujeres (de obligado cumplimiento para los casados ).

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Por esta zona las panorámicas son de parada obligada:

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Empezamos con la fauna salvaje

“hay que parar y saludarlas”

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Le digo a Gonçal: "estos bichos, ¿serán salvajes o estarán domesticados?”
A la vez que me acerco a este:

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El cabrón del bicho estaba pastando, pasando de motos y de todo, pero en cuanto me acerqué deja de pastar y levanta la cabeza como un rayo. No os podéis imaginar la mirada que me echó



Cogemos las motos y seguimos. Sobra comentar que desde Bossost y por toda Francia no dejamos de cruzarnos con bichos varios, las llamas asesinas, un zorro muerto en mitad de la carretera, ardillas, caballos percherones, vacas, vacas y más vacas y la madre de todas las vacas (de verdad, esta era enorme). Todos ellos tan campantes por mitad de la carretera. Íbamos esquivando sus las plastas de estos bichos... Hacía que cada vez que nos animábamos nos recordaran que tomáramos precauciones porque allí eran ellos, los bichos, los dueños….
De los pueblos franceses que pasamos, que decir, todos muy guapos, limpios, tranquilos, con casas preciosas, lástima que íbamos con prisas….


Después de dudar y equivocarnos un par de veces, acabamos coronando el Col d’Aspin y nuestro anhelado TOURMALET, eran las dos de la tarde. En los últimos kilómetros de la ascensión al Tourmalet, dejamos que nos adelantaran un grupo de moteros (de los poquitos que nos cruzamos….). En ese momento iba yo delante de Gonçal. Veo como Gonçal les deja pasar y yo dejo pasar al primero (que iba con una BMW 1200GS muy lanzado). La cuestión es que por el tráfico o por lo que sea me veo “atrapado” entre el de la BMW y el resto de sus compis, perdiendo de vista al mío. El de la BMW que empieza a tirar y yo que me digo:
“a por él”
Poco a poco vamos dejando a su grupo y nos quedamos el de la BMW y yo detrás, siempre detrás….. No pude más que seguirle… Después de la frustración, mi cerebro se lo curro:
“no ves que tiene matrícula francesa, no ves que no ha frenado en una puta curva, no ves que este es el PATIO DE SU CASA…. Pues anda y no te ofusques que bastante has hecho con seguirle”…



En serio, en ningún momento frenó, y yo iba dándolo todo, frenando/acelerando. Solo pude seguir su estela a cierta distancia… He de reconocer que el tío iba muy bien y su moto también…

Allí nos hicimos las fotos de rigor, indicando que era la Tourmalet 3.0:

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Estas dentro del restaurante:

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Vaya bicicletas




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El tiempo apremia y nos tenemos que despedir del Tourmalet. Vamos a coronar el Col d’Aubisque, me quedé alucinado, me encantó subirlo al revés que el año pasado. Ahora íbamos por el carril más próximo al precipicio y te permitía unas vistas gloriosas, y algo de vértigo todo sea dicho. Será por la lluvia o por lo que sea, las carreteras estaban geniales, limpias de grava. El año pasado las pasamos negras en esta zona, había grava para regalar… En cambio esta vez ha sido, para mí, de lo mejor de toda la ruta



Aquí sus famosas bicicletas pocket:

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Que bien se portaron:

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Gonçal se acordó que llevaba unas pegatinas de los TRINCATS y quiso colocar una:

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¿Dónde está Wally?, ah no, ¿dónde están los Trincats?

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A partir de aquí, empezamos a mirar cada vez más el reloj y dejamos de lado el tema fotos… Es lo malo de una ruta así, dónde premia el tiempo. Hace que recurras a lo imprescindible, paradas las justas y tiempos de admiración del paisaje los justos, NADA MÁS, porque de lo contrario la cagas…. Demasiadas fotos hemos hecho este año, ni se yo…. Seguramente al ir los dos solos, conociendo bastante el terreno,y conociéndonos (he tenido el placer de compartir algunas rutas con Gonçal

Atravesamos la frontera y OHHH Spain, lo que antes eran nubes y niebla pasa por arte de magia a SOOOOOL y carreteras secas

Viendo la hora que era (creo que las 4 de la tarde), decidimos tirar por la vía directa, ya teníamos bastantes curvas para el cuerpo. Fuimos dirección Huesca/Lerida/A2/casa… ahorrándonos seguramente más de una hora de camino. De esta manera acabamos pasando por el Puerto de Monrepós, con un asfalto “arañado” que a mí me encanta y a Gonçal no, con curvas de radio fijo que dan por poco trabajo mucho disfrute…





Al ver los 700km en el marcador parcial es cuando empecé a sentirme cansado, acentuado seguramente por la monotonía de las autovías







Paramos a repostar en Lleida, hicimos un café (yo no, yo sólo quería hidratarme con mi acuarius) y limpiamos las viseras de los miles de bichos aplastados (y de restos de alguna plasta que pillé con la moto, fueron a parar al casco del pobre Gonçal




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Como teníamos tantas ganas de llegar nos dijimos:
“de aquí a casa no?”
“bien pensado, total para que vamos a parar en el Bruc”
Nos dimos la mano y el deseo de volver a repetir la ruta el año que viene. Salimos pitando por la A2 hasta que nos alcanzó de nuevo la noche y volvimos a darnos cuenta de lo poco que alumbran nuestras motos… Faltando poco para llegar vemos una retención de coches importante, bajamos la velocidad pero no acabé de ver qué pasaba realmente. De golpe me pego un susto al “pisar” un trozo de plástico o algo así, escuche el golpe al dar con los bajos de la moto y salir disparado. Al momento, sin darme tiempo a más, veo prácticamente delante de mí, UNA CUBIERTA DE UNA RUEDA DE CAMIÓN





Bueno, prefiero olvidar el tema (que no la solución), y almacenar en el armario de los buenos recuerdos, los grandes momentos vividos el día de hoy.
Aquí os dejo el resumen, salimos a las 6:30 y llegué a las 20:49 haciendo 888.8 kilómetros hasta la misma puerta de mi casa.

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Ayer me costó conciliar el sueño, el propio cansancio y recordar tantas curvas y paisajes me lo impidieron. Lo bueno es que cuando finalmente me dormí, soñé con las mismas curvas y paisajes…



Seguro que me he dejado muchas anécdotas en el tintero y que poco a poco me irán viniendo pero se quedarán en mi memoria.
Como diría el Gran Wyoming:
“El año que viene más, pero no mejor porque es imposible”.
P.D. No acostumbro a extenderme tanto, disculparme, no volverá a ocurrir.


