Que quede claro que la comparo con mi xrx del 2016. Desde fuera parece exactamente la misma moto. A simple vista no hay cambios en el chasis. En cuanto te montas enseguida notas que tiene la cúpula más alta y más robusta. El manillar esta ligeramente elevado y adelantado cosa que no me gustó al principio pero que me hizo cambiar de opinión en pocos minutos. La posición es más erguida, los brazos van más relajados y el asiento es notablemente más plano que en el modelo anterior. Más ergonómica en resumen. En cuanto circulé por autopista me di cuenta que era increíblemente estable, ya que hacia un viento racheado lateral y la moto no se movía ni un pelo de la trazada. A eso suma unos frenos buenos ( buenos, no excelentes pero si de notable alto) que permiten detener la moto con un solo dedo, aunque en mi opinión el trasero hace saltar el abs con relativa facilidad. Por carretera de curvas una gozada aunque tardé en acostumbrarme a la nueva ergonomía, el conjunto de frenos y suspensión me ha parecido realmente bueno, y eso que dejé los ajustes tal como venían de fábrica. Lo que no me gustó aunque parezca mentira es la nueva pantalla tft, que tiene demasiados datos y demasiadas opciones como para fijarse en un parámetro concreto mientras circulas y todos los botones de las piñas que me parecen que están demasiado 'apiñados'

y el motor me dio la sensación que perdió un poco de 'patada' , supongo que por motivos de la euro 4, aunque todavía estaba en rodaje y no quise maltratar la unidad de pruebas estrujando el puño. No fue una prueba larga, pero de camino al concesionario iba con una sonrisa del buen sabor de boca que ha dejado. Dando algún frenazo fuerte no paraba de repetirme lo bien que frena en comparación con mi xrx del 2016. Personalmente no me compraría el modelo 2018 teniendo ya el 2016, pero si recomiendo ir a por la XRT nueva a pesar de pagar la diferencia de precio con los modelos antiguos.
Y perdonad el tocho y las faltas de ortografía pero dese el móvil es bastante incómodo describirlo