Después del desierto subimos a Midelt a pasar la noche. Para llegar pasamos otro puerto a más de 2.000 m de altura. Unos valles ptofundos de cojones y fresquito.
La penúltima noche marroquí la disfrutamos en Fez. Pasamos por Ifrane. Es como estar en un pueblo alpino; incluso hay una estación de esquí.
La última noche dormimos en Chefchauen. El pueblo azul al que llegamos pasando por la cartetera de Ketama. No había marihuana en las montañas; estaban preparando el terreno, limpiando lo y abonandolo. No todo son risas con la maría, esa gente se lo curra muy duro.
Chauen es espectacular, y encima el castellano se habla tanto como el francés o arabe; es muy fácil adaptarte allí.
A la mañana siguiente nos dirigimos a la frontera ceutí. Vaya show. Si vuelvo entraré y saldré de marruecos por tanger; a ver si es más sencillo. Desde Algeciras fuimos a pernoctar a Sevilla. La ruta por Alcalá de los Gazules, San juan del Valle, Arcos de la Frontera...un gustazo.
En Sevilla, cañas y tapes. Después de 8 días musulmanes, el alcohol y los productos del cerdo saben mucho mejor.
Penúltima jornada hasta Baeza. Lie tanto la ruta que al final tuvimos que pillar autovía para llegar a una hora decente
La mascletá final fueron las sierras de Cazorla y Segura. Luego un tramite hasta llegar a Valencia para coger el ferry.
En resumen, 4.000 kilómetros por España y Marruecos en dos semanas. Disfrutando de la moto, los paisajes, las carreteras, la cultura, la gastronomía y, sobre todo, la compañía.
Última edición por cunyat el 26 Abr 2018, 15:26, editado 1 vez en total.
cunyat escribió:Después del desierto subimos a Midelt a pasar la noche. Para llegar pasamos otro puerto a más de 2.000 m de altura. Unos valles ptofundos de cojones y fresquito.
La penúltima noche marroquí la disfrutamos en Fez. Pasamos por Ifrane. Es como estar en un pueblo alpino; incluso hay una estación de esquí.
La última noche dormimos en Chechauen. El pueblo azul al que llegamos pasando por la cartetera de Ketama. No había marihuana en las montañas; estaban preparando el terreno, limpiando lo y abonandolo. No todo son risas con la maría, esa gente se lo curra muy duro.
Chauen es espectacular, y encima el castellano se habla tanto como el francés o arabe; es muy fácil adaptarte allí.
A la mañana siguiente nos dirigimos a la frontera ceutí. Vaya show. Si vuelvo entraré y saldré de marruecos por tanger; a ver si es más sencillo. Desde Algeciras fuimos a pernoctar a Sevilla. La ruta por Alcalá de los Gazu les, San juan del Valle, Arcos de la Frontera...un gustazo.
En Sevilla, cañas y tapes. Después de 8 días musulmanes, el alcohol y los productos del cerdo saben mucho mejor.
Penúltima jornada hasta Baeza. Lie tanto la ruta que al final tuvimos que pillar autovía para llegar a una hora decente
La mascletá final fueron las sierras de Cazorla y Segura. Luego un tramite has llegar a Valencia para coger el ferry.
En resumen, 4.000 kilómetros por España y Marruecos en dos semanas. Disfrutando de la moto, los paisajes, las carreteras, la cultura, la gastronomía y, sobre todo, la compañía.
Un par de imágenes de muestra.
El moro de azul...es increíble que en el caos de Fez, me reencontrara con el guía de hace tres años. Esta vez no nos ha acompañado pero nos invitó a un tomar un té con el. Hay que ir a marruecos para apreciar la amabilidad de su gente en todo su esplendor