Crónica de un éxito anunciado
Y es que como me enseñó Zehio un día, es tan sencillo como decir “eh, quien se apunta a unas curvas?” y enseguida se reúne la buena compañía.
Y a la vista de la lista de asistentes la cosa tenía que ser un éxito sí o sí. 4 Habituales no pudieron acompañarnos en esta ocasión, pero se compensó con nuevas incorporaciones. Más buena gente que esperemos engrosen el grupo gracias una vez más a esta gran familia que es El Club Triumph.
El trío Lleidatà formado por Lotriquell, Runaway y un servidor salimos juntos hacia La Panadella y nos fuimos reuniendo con el resto de compañeros, entre ellos oTsoKumE que venía directamente desde Zaragoza y con dos cojones.
Salida puntual y nos dirigimos al sur en medio de una neblina que no llegaba a calar el asfalto.
Ricard y Runaway salieron primero, tras ellos rodábamos unos 10 o 12 en un gran grupo y el resto venía detrás. El ritmo era tranquilo, perfecto para terminar de desperezarse uno.
En el desvío de Poblet hubo algunas confusiones que dividieron al gran grupo pero sin demasiados problemas pues se puede acceder a esa población por 3 desvíos distintos.
Xavi y Ramon (los Africans) y un servidor elegimos el desvío correcto y nos dirigimos al primer tramo ratonero del Montsant.
Pasamos a Ricard que estaba tecleando no se qué en la KTM y un poco más adelante dimos caza a Runaway, que claramente había bajado el ritmo para reagruparse.
Intenté prevenirle sobre los Africans, pero no me supe explicar y el interior que le cascó Xavi en una herradura le hizo saltar un palmo
Se formó pues un grupo con los Africanos, Runaway y yo que a ritmo majo+ devoramos el Montsant. Tuve un precioso pique con Xavi que duró hasta llegar a Falset y que terminó en tablas ya que como descubrí después él iba con tacos
Qué disfrute gigante, quien no conozca las curvas de El Priorat no sabe la suerte que tiene.
Entramos en la Ribera d’Ebre y nos saltamos el punto de desayuno pues los Africans van a su bola y yo no quería por nada del mundo desaprovechar la ocasión de rodar con ellos. Así que llegamos hasta Morella donde repostamos estómagos y depósitos. Los Africanos aprovecharon para desaparecer, son animales solitarios, y llegaron CarlesTT y Ricard para sustituirles en el grupo de 4.
Seguimos pues los 4 juntos con una hora de tiempo recuperada al Timing previsto, por lo que aprovechando que yo lideraba decidí bajar el ritmo para reservar fuerzas.
Gozamos con los tramos turolenses y llegamos a Ademuz para otro repostaje doble sin novedad. Dedicamos hora y media al estómago y las risas durante la cual fueron llegando el resto de compañeros, con lo que nos reagrupamos todos salvo el comando A Mí Dejadme En Paz, integrado por los Africanos y Lotriquell; cada uno por su lado, prefieren evitar las malas compañías. Otro tanto puede decirse del recién bautizado Comando Esquirol, quien sentó las bases para una futura kekabronada.
Me lié saliendo de Ademuz hacia el Sur pues ignoraba que hubiera salida Norte, por lo que cree cierta confusión en el grupo así que aprovecho para pedir disculpas.
Nos quedamos pues Runaway y yo solos, y no tenía ni idea de dónde estaban los compis, si por delante o por detrás nuestro.
Aprovechando las excelentes suspensiones de la T800, forcé el ritmo por los patatales de Cascante del Río y Camarena de la Sierra pues tenía ganas de recuperar tiempo suficiente para visitar El Saloon de Alcañiz, mítico bar motero.
Al cabo de un rato dimos caza a Ricard y CarlesTT, por lo que los 4 volvíamos a rodar juntos.
Como enanos por los tramos rápìdos de Javalambre donde Ricard tiraba con alegría del resto pues por lo visto quería dar caza a los Esquiroles. Pero antes paramos a refrescarnos y estirar las patas; puedo confirmar que Ricard tenía literalmente los ojos inyectados en sangre
En medio del patatal de Gúdar divisamos a un grupito motero en lontananza pero no eran ellos. Seguimos pues majo+ hasta que finalmente contactamos. Ricard se quedó un rato tras ellos cual Guepardo agazapado, se le oía sorberse la baba.
Seguimos los 4 a ritmo más tranquilo y gozando de la zona de los pantanos de Santolea y Calanda. Es la segunda vez que paso por ahí y me encanta; diría que es el mejor tramo de curvas rápidas que conozco.
Llegamos a Alcañiz antes de las 19, por lo que habíamos recuperado otra hora al timing. Entramos en la gasolinera y veo que el Sr. Gasolinero está increpando a Runaway con grandes aspavientos.
Como el compi es un motero curtido deduzco que tienen cuentas pendientes pero no, resulta que está explicando que un grupo ha preguntado por nosotros y se acaba de largar de ahí. Eran veloç, marcpal y Cortacesped; que habían optado por la ruta turolense. Decidimos descartar el Bar Saloon y esperar al comando Esquirol mientras repostamos y nos refrescamos.
Al cabo de un buen rato y viendo que no llegan deducimos que no han entrado en Alcañiz y han seguido por la variante hacia Lleida, por lo que reanudamos la marcha hacía las última provincias pendientes: Zaragoza, Huesca y Lleida.
Parece mucho pero solo es una hora a ritmo majo, así que a poco más de las 20 horas llegamos a Alpicat, donde el comando turolense y los africans ya estaban degustando té con pastas. Fueron llegando el resto de compañeros y antes de las 21 ya estábamos todos reunidos, con lo que el horario se cumplió sin novedad.
Horchatas y risas previas a despedir a quien no pernoctaba, cenita y hacia Lleida para duchas, peines y colonias previas a una breve visita turística por la Capital del Caragol que incluyó un par de museos e incontables monumentos de grandes añadas.
Y eso fue todo, éxito total gracias al concurso de tan buena gente por un lado y de Ricard por el otro; a quien aprovecho para recordar que mayo está aquí y luego viene junio.
