Ayer sali con un grupo numeroso organizado por Maquina Motos de Valencia. Eramos 42, y había Triumph Trophy, Tiger Sport y Tiger 800 (de estas unas 6 o 7), HOndas, y Kawasakis, Husquarna y alguna otra.
Fuimos hasta Cortes de Pallás por Dos Aguas. Una excursión preciosa, llena de curvas con asfalto en buenas condiciones y pocos enlatados. Allí almorzamos-comimos y luego volvimos a nuestro aire.
Al salir del pueblo, pasmos por un tramo lleno de curvas con quitamiedos a la derecha y un desnivel de padre y muy señor mio, pues abajo de todo está la presa de energia hidroeléctrica. Deciros que no se veía nada más allá del quitamiedos. Solo la presa.
De repente, a 5 metros de la moto que me precedía, aparece una cierva que salta el quitamiedos y sigue subiendo por la montaña una vez cruzada la carretera.
El bicho era imponente, más alto que la visera de mi casco, seguro. Como habría subido la pendiente a todo gas, ni miró ni se inmutó por la carretera. En unas décimas de segundo ya había cruzado la carretera.
Si yo me acojoné, imagino al compañero que le salió de sopetón. Desde luego , bajé la velocidad considerablemente. El caso es que en la carretera había rulos de piedra desprendidos tal vez por otros animalicos. La señal de tráfico avisando de la presencia de animales sueltos estaba bien claramente puesta, pero uno piensa que es algo más bien decorativo.
En fin, que a la lista de peligros potenciales (perros, aceite, piedras, baches) ahora tengo que añadir a la caza mayor.
¡Susto!

