Subiendo por tres puertos, como son Mijares, Serranillos y el Pico podemos dar gracias los que vivimos en el centro y disfrutarlos de nuestras queridas motos, como no.
Subiendo por el Puerto del Real de San Vicente, el otro gran desconocido, se dejaba ver el paso del otoño, pero también una enemiga, la niebla.


A pocos kilómetros de Mijares parecía estar más despejado y aún en la última foto de abajo (ya subiendo a Mijares) parecía haberla dado esquinazo.



Mijares rebosaba agua y cada rincón de la montaña caía preciosas pequeñas cascadas desde lo alto, la niebla persistía pero con un poco de atención la conducción era buena.

Subiendo al Puerto de Serranillos la niebla apareció otra vez y de forma muy contundente. Apenas me dejaba ver y no desapareció, subí al Puerto del Pico y aquello estaba igual, toda la cara sur mucha niebla, tuve que dejar de fotografiar y volverme, lo que me deja la excusa de repetir.

