Knappertsbusch, Kna, para sus miles de fieles seguidores, sobre todo wagneriofilos, nos dejo hoy hace 48 años. Al acabar la guerra mundial, no era fácil encontrar en Alemania, el corazón musical de Europa, un director que no estuviese de una forma u otra, tocado por su contacto con el nazismo. Kna, no solo no estaba tocado, sino incluso lo había desafiado. Pero él era sobre todo música. Encontró en Viena, un conjunto memorable de músicos a los que supo sacar el mejor partido, una simbiosis que pasará a la historia, legando paginas de una belleza insuperable. Y llego Bayreuth, su vuelta tras el nazismo, y la necesidad de borrar es imagen tan lamentable que identificaba y aún lo hace en algunos sectores, a lo wagneriano con la barbarie nazi. Allí estuvo Kna, hasta el 65, en que la negra noche sin retorno le oculto para siempre. Y el consiguió se olvidara casi todo, y solo su música no solo lleno el pequeño teatro, sino que se desparramo por el mundo hasta el día de hoy. Coincidió con cantantes y músico excepcionales y las versiones grabadas de esos años, son una referencia para todo amante de la música de Wagner. Nos quedan las grabaciones, emocionantes sin tregua. Que dos grandes figuras para la música, sit tibi terra levis, siempre en nuestro corazón. Que hable su música
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