
Efectivamente, uvas

Después de comer en Briviesca en Casa Jerónimo, con una cocina casera muy recomendable, por la tarde visita a Atapuerca, muy interesante. Once euros por cabeza tienen la culpa. ¡Hay que hacer reserva previa! Atapuerca es un pueblo a 30 km. de Briviesca y 25 de Burgos, que da nombre a la sierra donde se encuentra el famoso yacimiento.

La primera parte de la visita es un parque temático, presentado de forma amena, que se hace muy entretenido

Hora y media después te recoge un autobús y te lleva al yacimiento, en un corto viaje de un cuarto de hora. Por cierto, los cascos y otros bultos se pueden dejar en el centro de recepción del pueblo.

Tanta historia pone los pelos de punta. De nuevo, los jóvenes que dirigen la visita son excelentes profesionales y lo hacen muy agradable. En la foto Raquel y Miguelón, dos burgaleses separados por 700.000 años.

A la mañana siguiente paseo por el norte de Burgos, una región verdaderamente preciosa. Por motivos de tiempo, sólo se visita Orbaneja del Castillo y los pueblos de paso, aunque nos quedamos con las ganas de volver a Puentedei, Oña o Frías, pueblos imprescindibles de conocer. Entre Briviesca y Orbaneja hay 70 km. y se pasa por el pueblo de Félix Rodríguez de la Fuente, Poza de la Sal. Carretera divertida, de curvas y mal asfaltada.

Burgos tiene sorpresas en cualquier rincón ...

A unos diez km. de Poza de la Sal se alcanza El Mirador de la Bureba, un páramo impresionante, con el mayor parque eólico que he visto y un monumento a Félix Rodríguez de la Fuente. Aquí mejora la carretera y se deja de subir. Por delante algunos km. de llano, pasando por el Páramo de Masa. Carretera muy agradable y sin tráfico.

El descenso es mucho más suave que la subida y te lleva a pueblos muy bonitos, como Quintanilla Escalada

Por fin llegamos a Orbaneja del Castillo, un pueblo increible, que recibe su apellido de una muralla natural que simula las almenas de un castillo. El pueblo está en alto y lo atraviesa un río, que brota de una gruta impresionante. Previo pago, se pueden recorrer algunos de los ¡350 metros! de la gruta. El agua cae en cascada desde lo alto del pueblo y se une al Ebro, que ha nacido a pocos km. de aquí. Es verano y cae poca agua, pero no deja de ser admirable. Lógicamente, el espectáculo es mucho mejor en otoño, porque el agua sale por todas partes, incluidas las casas, que están canalizadas con grandes tuberías


Para llegar al pueblo hay que subir algunas escaleras ...

Agua por todos lados

El pueblo está dividido en dos por el río. En esta foto se puede ver el puente que une las dos partes y la muralla natural que da el apellido a Orbaneja.

Esta es la gruta. En otoño sale el agua a raudales

La vuelta se hace por Burgos, recorriendo 115 km. hasta Briviesca. Se elige esta ruta para visitar un sitio obligado, el Pozo Azul. Se trata de un manantial que desemboca en el río Rudrón. Está en Covanera, a 50 km. de Burgos. El pozo tiene 10 metros de profundidad y un color azul vivo, con un agua cristalina. El agua brota en profundidad de una gruta subterránea, de la que buceadores espeleólogos (varios han perdido allí la vida) han recorrido casi cuatro km., la segunda más larga de Europa. Aun no se ha recorrido en su totalidad y entre otras cosas tiene una galería subterránea de 300 metros de longitud, llamada la burbuja, en la que se puede respirar sin bombonas

Este es el río que sale del manantial

De aquí nos fuimos a Laguardia alavesa, a 85 km. de Briviesca, por donde tuvimos que pasar para de recoger los bártulos, pero esta historia es para otro capítulo.