Etapa 6 Esaouira – Marrakech
https://goo.gl/maps/eZ4JtvmPVn52
Un día de conducción light. Cogimos la ruta más directa por la nacional. Cruzamos nuestro primer tramo de desierto/erial. Bastante chocante. Fue en ese trozo cuando descubrí el comienzo del “azul cielo”.
Marrakech es muy, muy turística. Nos dio la sensación de estar en Port Aventura. Todo muy comercial y mucho guiri. Nada que ver con los días anteriores en los que estábamos rodeados de marroquíes.
Es curiosa de ver, al menos el trozo que nos dio tiempo. La plaza Jaama el Fna es todo un espectáculo de olores, colores y sonidos. ¡Hasta nos ofrecieron gambas de Palamós!
Fotos
https://drive.google.com/open?id=0B95cR ... k9ITWlxaGs
Etapa 7 Marrakech – Ouzud
https://goo.gl/maps/Nev2ukgtpiD2
Otra etapa en un principio light. Salimos temprano de Marrakech y nos cruzamos con el primer grupo de motos en todo el viaje.
Carretera nacional hasta un desvío a una secundaría que prometía. Travesías repletas de olores, mercados y gente. Algo que ya se iba convirtiendo en habitual.
Llegamos a nuestro primer palmeral y oasis. Poco después a una presa que nos sorprendió por la tonalidad de la tierra y del agua. La cruzamos siguiendo la carretera y nos adentramos en el Marruecos profundo. Pueblos de dos o tres casas, en medio del monte, árboles, hierba de un color verde radioactivo que no había visto nunca, furgonetas lanzadera a modo de autobús y vehículos de carga entre pueblos... Nos habíamos metido en una carretera de las malas pero lo estábamos disfrutando a tope.
Tras un buen rato nos entró el canguele. Llevábamos cerca de 160 km y la reserva suele entrar a los 180-200 y no tenía pinta de que fuéramos a llegar a ninguna gasolinera. Duró poco. Salimos por el sur de Demnate. Allí llenamos y teníamos más de medio depósito aún. La carretera sinuosa, bacheada que obligaba a ir bajos de vueltas y despacito ayudó.
Después de eso, la carretera volvió a ser principal. Muy buena vía. Muchas rectas, pocos baches y paisaje agradable.
Llegando a Ouzud tuvimos algún sustillo. Salían críos de la nada ofreciendo fósiles, frutos secos y con garrafas vacías. No sé qué era lo que vendían.
En Ouzud hay unas cataratas y un valle espectacular. Me recordó un poco al Monasterio de Piedra, sólo que en Ouzud los alrededores no son tan secos.
Allí encontramos a un grupo de Españoles que iban en 4x4 hasta Merzouga. Resultaron ser casi vecinos nuestros.
Fotos
https://drive.google.com/open?id=0B95cR ... mJSektqTVE
Etapa 8 Ouzud – Aït Ben Haddou
https://goo.gl/maps/NqQTzqTNtpK2
¡Llegó el día de enfilar el Atlas y cruzar el Col Tizi n’ Tichka! ¡También el día de poner el criterio del GPS en cuarentena!
Salimos de Ouzud y a los pocos km empezó a llover, a mares. Paramos a ponernos la ropa de agua y a dar tiempo a que aflojara un poco.
Seguimos ruta y el GPS nos ofreció un desvío antes del que habíamos visto en el mapa. En dirección al mapa llovía a mares, en dirección GPS había sol, así decidimos ir hacia la luz. Volvimos al pantano del primer día, pero en vez de cruzarlo, torcimos hacia el norte. ¡BRUTAL! Los colores, los cerros rojizos, la altura que íbamos ganando y enfilamos otra carretera de las secundarias. Todo bien: como digo no llovía, el paisaje era cada vez más bonito y estábamos encantados.
Seguimos avanzando y ascendiendo. Pasamos un pueblo en el que una de las furgonetas lanzaderas daba la vuelta en vez de seguir. En un principio no hice caso ni le di importancia. Unos 10 km más atrás esa imagen vendría a mi mente y me cagaría en todo. Eso fue cuando al girar una curva apareció una mole nevada ante nosotros. Estaba lejos, no pasaba nada. Tras la siguiente curva apareció la primera lengua de barro, poco después el primer desprendimiento y así durante unos buenos 10 km más. Entonces empezó a llover, ascendimos un poco más y empezó a granizar, seguimos avanzando y empezó a nevar... ¡La furgona dio la vuelta porque no se atrevían a pasar! En fin, a aquellas alturas de depósito y de día, nos prometimos sexo aquélla noche por si no había un mañana, y seguimos avanzando. Entre 15 y 25 km/h dependiendo del trozo... una tortura. Fue bastante acojonante: durante cerca de una hora no vimos a nadie, no había cobertura ni tráfico e íbamos sólos. Arriesgamos demasiado.
Al final salimos a la carretera del Tichka, respiramos aliviados porque llevábamos ya unos 180 km con ese depósito. Empezamos a buscar gasolineras, pero no había ninguna. Siempre que preguntabas te decían igual: a 10 km. Seguimos avanzando y empezamos la subida al Tichka: ¡sorpresa! Estaba en obras y nevaba. Habían levantado todo el asfalto y circulamos sobre zanjas y grava hasta el Col. La ventisca apretaba. Cruzamos el día justo y en el momento justo. Al día siguiente cortarían muchas carreteras durante varios días.
Habíamos dejado la montaña y la nieve atrás, entramos al desierto y seguíamos sin gasolina. El GPS nos invitó a enfilar una pista de 6 km hasta el Hotel y decidimos declinar la invitación. Un chico apareció y amablemente nos indicó como llegar al pueblo que buscábamos por carretera y dónde repostar.
Seguimos hasta la gasolinera y luego hasta Aït Ben Haddou sin novedad. Cansadísimos, con frío, algo de los nervios y sin comer. La tensión nos había dejado exhaustos.
Mohammed, el dueño del hotel, nos invitó a ducharnos y desahogarnos antes de hacer el check-in. Mientras hacíamos el té de bienvenida nos preguntó la ruta que habíamos seguido y se llevó las manos a la cabeza. Conocía la antigua pista, pero no sabía que la hubieran asfaltado y le pareció una temeridad haberla hecho en invierno.
Tras eso, salimos a pasear y ver el Ksar. Luego una cena de lujo y, si, cumplimos la promesa que nos habíamos hecho horas antes xD
Si pasáis por Aït Ben Haddou visitad el Riad de Mohammed. Se llama Bagdag Café. No sé que me gustó más, si el Riad o la cortesía y la educación del dueño. Todo un señor.
Fotos
https://drive.google.com/open?id=0B95cR ... 29LTUx2TDQ
Etapa 9 Aït Ben Haddou – Tinghir
https://goo.gl/maps/tJziVVBKJQr
Mohammed nos preguntó que ruta pensábamos seguir. Le comentamos que íbamos a visitar el Valle de las Rosas, las Gargantas del Dades y las del Todra y haríamos noche en Tinghir.
Nos recomendó variar un poco la ruta y entretenernos un poco más en el Valle y las Gargantas del Dades. Que dejáramos las del Todra para el día siguiente.
Le hicimos caso y la verdad es que fue un acierto. Disfrutamos mucho del Valle y la comida en un bar típico marroquí. Éramos los únicos extranjeros y los únicos a los que nos sacaron cubiertos xD
Me gustó ver las gargantas del Dades, pero las imaginaba mucho más grandes. Me sentí un poco Bilbo y recordé una frase de Gandalf en el Hobbit: “el mundo no en tus libros ni en tus mapas está ahí fuera”. La verdad es que disfruté mucho más el camino hasta llegar a ellas, que las propias gargantas.
Tinghir también me gustó. No la encontré demasiado turística.
Fotos:
https://drive.google.com/open?id=0B95cR ... HA4Ni1YckU
Etapa 10 Tinghir – Merzouga
https://goo.gl/maps/MtPMivVy4zE2
Nos levantamos sobre las ocho y salimos a eso de las 9. Visitamos las Gargantas del Todra a primera hora. Son un espectáculo. Las atravesamos y seguimos unos pocos km más hasta que encontramos la carretera cortada. Dimos la vuelta, paseamos un poco por el río y seguimos hasta Merzouga.
Tras la salida de les Gorges pasamos por muchos eriales y nos cruzamos un montón de motos y 4x4 todos con matrícula extranjera. En ese tramo llegamos al cénit del “azul cielo”.
Los últimos km antes de llegar a Merzouga fueron un espectáculo. La Gran Duna se levantaba ante nosotros y el color era espectacular: una mezcla de naranja, amarillo, rosa y rojo. Como un melocotón gigante que sólo de mirarlo te hace la boca agua.
Dejamos la moto en el hotel, comimos a escape y nos montamos en los dromedarios para dormir en unas jaimas.
Durante la cena conocimos a una pareja Noruega que se había casado el mismo día que nosotros y también estaban de viaje de novios. Fue divertido.
Atardecer y amanecer en el desierto: ¡toda una experiencia!
Este fue el día más “guiri” que tuvimos en Marruecos. Los dromedarios nos dejaron un regusto amargo. Cafetera, así bauticé a mi montura por los espumarajos de baba y ruidos que hacía, me dio bastante pena. La sensación última fue la de contribuir a la explotación animal. Quizás se lea muy mojigato o hipócrita ya que también vimos a niños trabajar. Por ejemplo, en Marrakech vimos críos de 4-5 años vendiendo kleenex a turistas mientras su padre/abuelo los vigilaba de lejos, pero el paseo en Cafetera fue una sensación desagradable ya que me sentí parte de la raíz de esa explotación. Ver el lomo de “Dispensador de Conguitos”, el dromedario de Doña Leoba, tampoco ayudó. Aquellos bichos sólo deben ver el baño cada vez que hay olimpiadas... y con suerte.
Fotos:
https://drive.google.com/open?id=0B95cR ... 3dBSnd6eGs
Etapa 11 Merzouga – Midelt
https://goo.gl/maps/qdvFzjo98fA2
Empezamos el viaje con canguele. No debía haber problema para llegar a Midelt, pero un poco más adelante, la carretera estaba cortada por nieve. En Merzouga no había gasolina debido a esos cortes.
En fin, seguimos nuestro camino flipando con el cielo, los cañones, las presas, los palmerales y la mar de atentos por si veíamos aparecer al Coyote y al Correcaminos en alguna de las curvas de la carretera. Tenía la sensación de estar recorriendo la típica carretera americana estilo Ruta 66 que se ve en todas las road movies que he visto desde pequeño.
Cuando hacemos ruta larga, tenemos la costumbre de hacer algún picnic cunetil que otro. En este viaje no habíamos hecho aún ninguno... Al llegar a les Gorges del Ziz no nos pudimos resistir. Apartamos la moto de la carretera todo lo que pudimos,y nos acercamos al borde de un barranco, que si no hubiera sido por el pantano que nos quedaba a la derecha, habría pasado por Marte. Los coches al pasar nos pitaban y nos saludaban. Fue muy agradable.
Poco antes de llegar a Midelt cruzamos un puerto de montaña muy bonito. Disfrutamos las vistas, pero acabamos ateridos de frío: se volvía a ver la nieve.
El Riad Villa Midelt también fue todo un acierto. Tanto la habitación, como la cena y el personal estuvieron geniales.
Fotos
https://drive.google.com/open?id=0B95cR ... zlYNmJ3TFU
Etapa 12 Midelt – Fès
https://goo.gl/maps/Wow2A3Vziez
Nos levantamos, desayunamos y preguntamos a la señora del hotel por las carreteras. ¡Estaban abiertas! Teníamos una ruta de unas 3-4 horas por delante, con varios puertos, quizás algo de nieve, un bosque de cedros y varios sitios pintorescos más que cruzar.
La carretera es buena y bonita. El puerto muy agradable de subir. La nieve y los pocos cedros que íbamos viendo nos gustaron mucho. En el valle se veían varias jaimas y sus ocupantes estaban repartidos a lo largo de la carretera ofreciendo miel a los viajeros. En este tramo vimos muchos perros, no sabemos si salvajes o de las familias de las jaimas. Había que ir con ojo.
Al llegar al col paramos para pasear un poco por la nieve y tocarla. ¡Esta vez por gusto, con la mano y no con el casco o las mejillas! xD
Allí coincidimos con un bus de turistas españoles. Nos recomendaron dónde parar a comer y la ruta a seguir hasta Ifrane pasando por un bosque de cedros en el que hay monos salvajes.
Temíamos la llegada a Fès. Veníamos de pueblos y ciudades pequeñas. La median que íbamos a visitar es la zona peatonal más grande del mundo. Dependiendo de la guía de viaje o la bibliografía que consultes, verás que hay algunas que contabilizan cerca de 200000 habitantes censados y más de 3000 callejuelas sólo en la medina. La experiencia de Marrakech también jugaba en contra y lo peor de todo el recuerdo del aterrizaje en Milán del año pasado después de salir de Gravedona.
El tráfico hasta la medina era un caos que ya no nos sorprendió, aún así llegamos bastante girados, cansados y acalorados. Nos costó un montón llegar hasta el hotel y el miedo a perdernos nos saturaba, sobretodo a mí. No suelo perderme y en Marrakech experimenté una angustia y agobio tremendos al no saber dónde estaba ni a dónde iba, no quería volver a experimentar aquello.
Nos cambiamos, salimos a dar una vuelta y a pensar que haríamos el día siguiente. Habíamos planeado pasar dos noches en Fès e ir a Meknes y a Volúbilis al segundo día. Llegamos en viernes, el día santo, y todo estaba cerrado. Además estábamos muy cansados. Decidimos dejar descansar a Linkina en un parking vigilado y visitar Volúbilis en otra ocasión. Al día siguiente callejearíamos por la medina, el zoco y gastaríamos zapato en vez de neumático.
Fotos
https://drive.google.com/open?id=0B95cR ... jNoYThsc3M
Etapa 13 Fès – Fès
Fue un día agradable. Hacía calor pero sin llegar a agobiar. No hacía nada de bochorno, por lo que a la sombra se estaba genial.
Nos pusimos la ropa de calle y dejamos la de romano ventilándose. Enfilamos la calle, con una brújula y un mapa que nos prestaron en el hotel. Salimos sin guía.
Es cierto que la medina puede ser laberíntica, pero hay itinerarios turísticos señalizados con carteles, que cuando no están tapados con toldos, ayudan a no perderse y a visitar la ciudad sin guía.
La medina es muy turística. No llega a estar masificada pero, a parte de los vendedores y guías, apenas hay marroquíes. Los precios allí son totalmente europeos. Nos acercamos a la curtiduría Chouwara que sale en todas las guías y fotos turísticas de Fès. Picamos un bolso y una mochila de piel a un buen precio si lo hubiéramos comprado aquí pero infinitamente más caros que los habría pagado un marroquí, pero no deja de ser parte del juego ^_^’
Salimos de la medina por la Puerta Azul, cruzamos unos jardines de los que no recuerdo el nombre y enfilamos el barrio judío. ¡Allí sí! El mercado y la gente era mayoritariamente marroquí. Los bares también.
Nos sentamos a comer en un puesto de bocatas. Un señor mayor se nos acercó y comenzó a hablar con nosotros. Era muy agradable y lo invitamos a comer con nosotros. Nos habló de la ciudad, de costumbres del país... Fue una de las comidas más entrañables del viaje.
Tras comer seguimos la visita. Caminamos, caminamos mucho. Vimos bandadas enormes de cigüeñas, las murallas y nos volvimos a adentrar en la medina.
Es una sensación general en todo el país. La mezcla de olores. Tan pronto hueles a madera, como a especias, a animales, piel, comida, barbacoas, queroseno, madera quemada, aceite quemado de los scooters... todo desordenado pero nunca mezclado. ¡Zas! De golpe un olor nuevo que cubre al anterior. Fès me resultó especialmente agradable en ese aspecto. Al ser zona peatonal, no sufrimos el tufillo de ninguna 49 ni batmovil.
Fotos:
https://drive.google.com/open?id=0B95cR ... GYzMzMxbXc
Continuará...