Hace unas semanas en una de las revisiones de la Trotona mientras hablábamos de lo humano y lo divino, me lo comentó. Yo, por su puesto le pregunté si es que se había dado un golpe o algo en la cabeza, y es que, una cosa es irse de vuelta por Europa un par de semanas con la burra en verano y otra emprender este desafío en solitario...Pero, la respuesta fue que no, que no se le había ido la pinza., simplemente le sale la ilusión por todas las juntas, y coñio, casi me lo contagia y todo. Menos mal que tenía faena y salí del taller, que si no, me apunto, así, en seco
La cuestión es que dándole vueltas a ver cómo podría yo echarle una mano para que viajara acompañado sin que fuera yo el voluntario para el sacrificio (no es por mí, es por la pobre Trotona, que sufriría mucho yo de verla llena de sal y con algún rasguño de las mil leches que me iba a pegar seguro por esos caminos teutones colmaditos de hielo y barro...), se me ocurrió pasarle el aviso a D. Roberto Naveiras, el de Viajoenmoto.com, por cierto, un tío estupendo, que vive en un paraiso, y Obispo de un pedazo de podcast. Aún así, parece que no han aparecido muchos parroquianos...
Así que, aquí ando yo, buscando donde pueda haber. Por eso escribo esta entrada. Así que si alguien, en solitario o en manada, está decidio a partir y no le importaría conocer a mi amigo Pedro, pues puede ponerlo por aquí.
Un abrazo muchachada y gracias de antemano
