Casi se reían de mi moto, pero al final me gané el respeto

Live forum: http://elclubtriumph.es/viewtopic.php?t=57956

knACk

24-01-2012 14:53:36

[b8ylz52hz]Paco Martínez "Casi se reían de mi moto, pero al final me gané el respeto de todos en el Dakar"[/size8ylz52hz][/b8ylz52hz]


De Teruel y con 35 años, terminó el Dakar casi sin medios materiales.
Durante años, este piloto ha ahorrado y ha preparado su propia moto.
"No volveré porque no tengo dinero para repetir. Me ha costado 70.000 euros".


Ahorró durante años, se preparó su propia moto e, incluso, se construyó un desierto al lado de casa para practicar en las dunas. Ese esfuerzo ha permitido a Paco Martínez terminar el Dakar 2012 casi sin medios materiales, una gesta al alcance de muy pocos.

¿Disputar el Dakar ha sido tan duro como pensaba?
Muchísimo más. Nunca imaginé que llegaríamos a 50 grados y mi moto no estaba preparada para esas temperaturas. En la cuarta etapa pensé que tenía que abandonar porque el agua de la moto se evaporaba enseguida. Suerte que los aficionados me dieron botellas para ir tirando, pero tuve que parar cada 30 kilómetros a llenar el depósito. Me abrasé las manos abriendo el tapón.

Pero al final llegó a la meta...
Sí, por los pelos, pero la moto aguantó y eso es un orgullo porque me la preparé yo solo. Aunque ahora creo que ya no tiene arreglo, está para tirarla a la basura.


¿Vivió momentos de peligro?
Me pegué un par de trompazos fuertes y también me caí a un río con la moto. Ahí lo pasé mal porque fue complicado sacarla del agua. Luego tuve que desmontarla enterita para secarla y perdí muchísimo tiempo. Llegué al campamento anocheciendo. ¡Encima ese día hacía frío y pillé un resfriado que me duró hasta la meta!

¿Le sirvió de algo el desierto casero que se hizo en su pueblo?
Fue clave porque me ayudó a ganar mucha técnica en las etapas de dunas. Le tenía pillado el tranquillo y disfruté mucho donde otros sufrían.

¿Conoció a Marc Coma o alguno de los grandes pilotos?
Sí. Al principio casi se reían de mi moto porque me la había preparado yo, pero poco a poco me fui ganando el respeto de todos. Marc Coma incluso se sentó un día a comer conmigo y me felicitó en la meta. Es un tío muy agradable.

¿Notó mucha diferencia entre las comodidades de los grandes y sus medios precarios?
La diferencia es abismal. Ellos duermen en cómodas camas dentro de los motorhome, que parecen hoteles. Algunos hasta tienen cámaras para respirar oxígeno puro. Yo llegaba tan cansado que ni siquiera montaba mi tienda y dormía al raso con un saco. En vez de oxígeno respiraba el polvo y las chispas de los mecánicos.

¿Y qué tal se come en el Dakar?
Al principio muy bien, pero luego cada vez peor. Siempre había pasta o ensalada; faltaba carne. También se echa de menos más bebida fresca porque solo te dan una consumición al día. ¡Y eso que pagamos 14.500 euros de inscripción!

¿Repetiría la experiencia?
No volveré porque no tengo dinero para repetir. Me ha costado 70.000 euros.

Fuente http://www.20minutos.es/noticia/1285462 ... oto/dakar/

knACk

24-01-2012 14:54:33

plas

Ahi un video de una entrevista de RTVE
http://www.rtve.es/alacarta/videos/daka ... r/1287652/

tricilindrico

24-01-2012 14:57:55

Ese es el espiritu del dakar plas
Pero tienen que bajar los costes, 70000 euros es una pasada

Anonymous

24-01-2012 15:02:20

[b8w47ybna]¡¡¡[/b8w47ybna] [b8w47ybna]OLE SUS COJONES[/b8w47ybna][/size8w47ybna][/color8w47ybna] [b8w47ybna]!!![/b8w47ybna]

ala

TTriple

24-01-2012 15:02:43

Este es de los únicos que ha hecho el Dakar autentico. Dormir en cama a dormir al raso...

Un crack.

Minimoto

24-01-2012 15:03:07

plas plas plas plas plas plas

DavidN

24-01-2012 15:05:25

Que pasada plas plas plas

Metroid

24-01-2012 15:06:36

[b2fzs2ofm]¡¡¡[/b2fzs2ofm] [b2fzs2ofm]OLE SUS COJONES[/b2fzs2ofm][/size2fzs2ofm][/color2fzs2ofm] [b2fzs2ofm]!!![/b2fzs2ofm]

ala[/quote2fzs2ofm]
ADEMÁS DE VERDAD!!!

menuda vergüenza de organización..... eso está hecho para equipos privados o personas con mucho dinero.... a gente así es a la que hay que echar un cable ala ala ala ala ala

knACk

24-01-2012 15:08:22

Lo que deberia estar limitado en lujos y punto. Ir a la aventura no a la aventura con 4 motorhomes detras.

Pero bueno hoy en dia en los deportes impera el dinero que tengas, no lo demas.

THRUXTER

24-01-2012 15:30:07

plas plas plas

Tucho

24-01-2012 15:48:08

Si ha hecho esto con esos medios...de que seria capaz con un equipo puntero?
ala

ALGROLO

24-01-2012 16:39:28

Bestial Paco, tu eres el auténtico campeón, enhorabuena.-

Croyale

24-01-2012 16:55:04

Vaya crack plas plas plas plas plas plas plas plas

ks34forever

24-01-2012 17:00:10

Sólo puedo felicitarlo por saber disfrutar de la vida,enhorabuena campeón.

Mulder

24-01-2012 17:02:49

[b1ircqqaf]¡¡¡[/b1ircqqaf] [b1ircqqaf]OLE SUS COJONES[/b1ircqqaf][/size1ircqqaf][/color1ircqqaf] [b1ircqqaf]!!![/b1ircqqaf]

ala[/quote1ircqqaf]
plas plas

affleck

24-01-2012 17:06:25

Espectacular =O =O =O =O =O =O

Ahora sí.. estoy de acuerdo que 70.000 euros es una pasada... al final correrán solo los oficiales O| O|

Metroid

24-01-2012 17:09:57

Espectacular =O =O =O =O =O =O

Ahora sí.. estoy de acuerdo que 70.000 euros es una pasada... al final correrán solo los oficiales O| O|[/quote2yuvgosx]
A ESO me refiero...los privados deberian tener algun tipo de descuento.... porque al final es como todo...y da un poco de verguenza... la verdad XX XX

tricilindrico

24-01-2012 17:18:34

increible lo que dice tambien de la baja calidad de la comida y la escasez de consumiciones pagando 14000 y pico euros de inscripción 8O 8O 8O

Triply

24-01-2012 18:10:08

plas plas plas plas plas plas plas atope atope atope atope atope ride ride ride ride ride win win win win win win XX XX XX XX

V'ssss

correcaminos9991

24-01-2012 18:50:26

ala ala ala ala ala ala ala ala ala
plas plas plas plas plas plas plas plas plas

KORY

24-01-2012 19:26:16

Si a ese hombre le preparan una triumph, gana el dakar.
win win win

speakermancito

24-01-2012 20:11:49

para mi estes sr es un señor con mayusculas para mi es SR SUPER PACO

Zelev

24-01-2012 20:18:17

Un valiente y aventurero con todas las palabras plas plas plas

Humphrey

24-01-2012 20:18:30

plas plas plas ala ala ala

TitoEloto

24-01-2012 20:54:19

Me quitaría el sombrero si lo usara....
¡¡Chapó!!

apu

24-01-2012 22:00:27

ole para este señor!!algo si que el habran promocionado ya que lleva alguna publicidad pero supongo que ni le habra llegado para hacer la moto..
Que aprendan los señores gobernantes, se pueden hacer las cosas con poco dinero siempre que se tengan ganas y voluntad

Sirocco

24-01-2012 22:15:09

GRANDE, MUUUUUUY GRANDE ¡


ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala ala

Abela

24-01-2012 22:19:37

[b2hbp0oca]¡¡¡[/b2hbp0oca] [b2hbp0oca]OLE SUS COJONES[/b2hbp0oca][/size2hbp0oca][/color2hbp0oca] [b2hbp0oca]!!![/b2hbp0oca]

ala[/quote2hbp0oca]

+1, en roman palidino

Bruce

24-01-2012 22:21:55

¡¡Impresionante!!

Eso es el Dakar de verdad.

Pantaleon

24-01-2012 23:53:29

win

kril

25-01-2012 00:58:17

Un tio con casta. plas plas win

carlesTT

25-01-2012 07:45:14

ala ala ala ala ala ala ala ala ala

En uno de los programas de la tele enseñaba como había preparado su moto. Impresionante su idea de araña para los instrumentos y el faro en vez de aluminio usó un polímerodenosequé -| que en caso de caída flexaba sin romper...venían los de KTM a verlo y se quedaban flipaos!!! el año que viene lo veremos en todas las motos oficiales. Tecnología maña!!!!

plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas

Nuco

25-01-2012 09:28:56

Lo que está claro es que al final del Dakar este tipo estaba más feliz que ninguno de los "oficiales"...

PD.- Que patente el soporte de los instrumentos y se lo cobra a los de KTM para poder correr el año que viene atope

karlito

25-01-2012 11:23:56

Ese si que es un figura. win

-70000 € para un privado me parece una pasada. La inscripción 14500€ y encima para cenar espaguetis rambo rambo rambo rambo

luixtt

25-01-2012 11:48:57

ala ala ala ala ala ala
Terminar en esas condiciones es muchísimo más de lo que parece. Es raro que haya tenido tiempo para dormir al raso, a muchos privados no les da tiempo ni a eso, por hacer el mantenimiento a la moto. Esa es la gran diferencia entre pilotos con equipo y los privados. Y la carrera, hoy por hoy, está pensada para grandes equipos.

ts4

25-01-2012 13:14:03

Ese si que es un figura. win

-70000 € para un privado me parece una pasada. La inscripción 14500€ y encima para cenar espaguetis rambo rambo rambo rambo[/quote1z13pfvt]


pero seguro que le dieron una camiseta y un pin como en cualquier concentración face

knACk

25-01-2012 14:27:37

Es un pastizal pero yo creia que era aun mas caro participar (todo el conjunto). Tambien es una moto y a lo cutre.

peptorres

25-01-2012 15:41:21

Es un pastizal pero yo creia que era aun mas caro participar (todo el conjunto). Tambien es una moto y a lo cutre.[/quote5polwofn]


14500 de inscripción mas llevarte la moto ahí mas tasas y aduanas y toda la preparación que eso conlleva...

Si lo sé me gasto eso en un viaje por mi cuenta... peor claro.. así nunca has corrido el Dakar...

atope

joaquin

25-01-2012 17:06:29

Brutal lo que ha hecho este super piloto no oficial, desde ahora se llama SUPER Paco,
lo de las pelas una pasada, como puede pagar un particular 70.000 € para participar en el Dakar, ya se que organizar esta carrera cuesta un pastizal pero a estos precios es inviable que corran particulares, pero es lo que hay clap clap clap

Golfo

26-01-2012 13:50:32

Grande PACO!!!

ala ala ala
plas plas plas

bichoide

26-01-2012 16:50:37

¿Motorhomes en medio del desierto? ¿respirando oxígeno para recuperarse mejor del cansancio? Joder....esta carrera está muy desvirtuada....y para empezar que no se llame Dakar mientras va por Argentina y Chile Y Y
Por cierto, después del putadón que le hizo la organización a Marc Coma en favor de Cyril Despres, esta carrera ya no existe para mí. culo

elfollonero

26-01-2012 17:36:03

y lo peor de todo, es k éste tio tenia y ha tenido unas ideas "rompedoras" k aplicó en su moto... y los punteros..TIPO KTM, no han tardado ni 2 minutos en "plagiar" sin dar ni las gracias....

hijarano

26-01-2012 18:02:58

Es de un pueblo de aqui al lado, menudo recibimiento le dieron cuando regresó, como si fuera el propio campeón. plas plas

Minimoto

26-01-2012 19:18:22

Es de un pueblo de aqui al lado, menudo recibimiento le dieron cuando regresó, como si fuera el propio campeón. plas plas[/quote2oys8khv]

plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas

Anonymous

27-01-2012 11:52:48

¿Motorhomes en medio del desierto? ¿respirando oxígeno para recuperarse mejor del cansancio? Joder....esta carrera está muy desvirtuada....y para empezar que no se llame Dakar mientras va por Argentina y Chile Y Y
Por cierto, después del putadón que le hizo la organización a Marc Coma en favor de Cyril Despres, esta carrera ya no existe para mí. culo[/quote1f0udb4d]

En una edición de los años 80, a Carlos Mas le metieron agua en el depósito. Por supuesto perdió el Dakar que lo tenía ya en su mano, en favor del gabacho de siempre.

Como tantas veces digo, los deportistas compiten, pero las carreras o campeonatos se pactan previamente en los despachos. Por eso el deporte profesional hay que tomárselo como la política, de coña pura.

Anonymous

27-01-2012 12:05:23

y lo peor de todo, es k éste tio tenia y ha tenido unas ideas "rompedoras" k aplicó en su moto... y los punteros..TIPO KTM, no han tardado ni 2 minutos en "plagiar" sin dar ni las gracias....[/quote2voltbox]
Exactamente, este hombre ha creado escuela, y de ello no sacará ni un céntimo. Todos sacarán provecho de su ingenio tanto mecánico como de métodos de entrenamiento, y en dos años sólo se acordarán de él en su pueblo.

Eso sí, todo el país a apoyar y a financiar a personajillos como Lorenzo o Pedrosa, en el despreciable mercadeo del mundial.

hijarano

27-01-2012 13:19:46

Moralmente este tío tiene que ser muy fuerte, porque aguantar el tute físico y luego llegar a descansar y hacerlo en el suelo viendo como otros están entre algodones ..... rambo

FERTIGER

27-01-2012 20:19:09

Ésta gente es la que hace grande la carrera , me parece alucinante el esfuerzo que ha hecho para poder estar en el Dakar .

javierck40

28-01-2012 15:37:21

Es el unico tio que de verdad ha disfrutado y sufrido el Paris dakar
Ole sus huevos plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas

chus39

29-01-2012 20:24:15

ala ala ala ala CON UN PAR DE COJONES[/color1be26kpr] ala ala ala
para los normales eres el campeon,casi seguro que los otros con medios iguales no hubieran llegado.Eso es espiritu aventurero lo de mas master card.

win win win win win win win win win win win win win win win win

bichoide

20-02-2012 14:09:23

Ahora cuenta su aventura en Motociclismo
[b2oe6l7i5]
Paco Martínez cuenta su aventura en el Dakar 2012 (I)[/color2oe6l7i5][/size2oe6l7i5][/b2oe6l7i5]

[b2oe6l7i5]Primer capítulo de la historia de Paco Martínez, para quien correr el Dakar siempre había sido un sueño y que decidió que se convirtiera en una realidad en 2012.[/b2oe6l7i5]

Os voy a contar mi historia, una aventura de la que seguro muchos de vosotros ya conocéis el final pero que, aun así, creo que es mejor no desvelarlo desde el principio. Todos aquellos que hayáis corrido en moto, aunque seguro que esto mismo vale para otras muchas actividades, sabéis que al final lo más sufrido, lo más penoso, y desde luego lo más difícil es lograr plantarte en la parrilla de salida.

Para los que siempre hemos ido con una mano delante y otra detrás, el primer éxito es estar allí, todo lo demás es un regalo. Y para mí hacer el Dakar 2012 me provocaba una ansiedad tal que la carrera logró finalmente que perdiera los papeles, y me embarcara en el acontecimiento de mi vida.

Baja Aragón y Baja Portugal, previamente[/size2oe6l7i5]

Como a ti, a mí siempre me han gustado las motos, desde pequeño nunca quise perderme el París-Dakar. Esa carrera en África me cautivaba, aunque solo la conocía a través de la prensa especializada, y después, cuando explotó su fama, también en las retransmisiones de TVE.

Más allá de los que luchaban por ganar, sentía una admiración especial por los que, con lo puesto, se jugaban la vida por el desierto africano. Leía historias de chavales y señores, casi todos franceses, que rompían con su vida al comenzar el año y se enfrentaban a un reto que casi nunca acababa bien. Privados de medios, que apostaban los ahorros de media vida para afrontar el reto del desierto, y que muchas veces enterraban allí.

Me hice un poco mayor, y a los 16 años empecé a correr en el aragonés de motocross. Mientras mis amigos le daban al balón, yo me desvivía para afrontar la siguiente carrera, y
así estuve cinco temporadas.

Como puedes imaginar, no era precisamente un piloto oficial, así que entre una y otra ingresaba algo con el negocio familiar de la construcción que comparto con mis hermanos. El Dakar era todavía «la luna», así que siendo maño, decidí inscribirme en la Baja Aragón, un rally de renombre, cerca de casa, y que según se mire, estaba al alcance de todos los bolsillos, al menos del mío, y eso que es muy pequeño.

La Baja fue un descubrimiento, no tuve que repetirla para saber que era la especialidad en la que quería correr. Era una carrera en la que luchas contra ti mismo; vas solo, es más bonito, te enfrentas a lo desconocido. Me dejó tan buen sabor de boca que decidí repetir en otras dos ediciones y ampliar mi rango de acción más allá de mi Aragón.

Me embarqué en la Baja Portugal. Luego, otra vez en casa, en la Extrema 500. Un raid también por esta zona que me sirvió para degustar, por primera vez, el sabor de la victoria. Si encima de gustarme más, era bueno, pues como se suele decir «blanco y en botella».


El gusano del Dakar[/size2oe6l7i5]

Durante mis incursiones por los rallies de aquí y allí conocí a José Manuel Pellicer, otro colgado de estas carreras. Con el tiempo entablamos una buena amistad, y como era un gran conocedor del Dakar, empezó a hablarme de lo magnífi co que era afrontar una prueba de este calibre. Yo escuchaba, embobado, sus aventuras por el desierto.

Me sentía un afortunado por poder conocer de primera mano todo aquello con lo que soñaba desde niño, aun sabiendo que nunca tomaría parte en ellas. Una cosa era decir «me voy al Dakar», y otra hacerlo. No tenía más que pensar en el precio de la inscripción, los gastos que planteaba, y mi total ausencia de patrocinadores, para después de un rato olvidarlo.

Pero la idea no era un «gusanito», era un gusano cada vez más gordo e insistente que se metía en mi cabeza, que me hacía plantear todas las posibilidades, que me empujaba a dar el paso pese a que el precio de inscripción me echaba para atrás. Yo no era tan inconsciente, tenía un trabajo y una familia.

Como ya sabes a estas alturas, me dedico a la construcción. Ahora no te voy a contar que es un desastre, pero hace unos años, antes de que empezase esta crisis económica,
los que nos dedicábamos a esto vivimos una época de bonanza. Yo no me compré relojes, casas ni coches, y la famosa burbuja, lo que hizo fue permitirme ahorrar un buen dinero. Era «pasta», al menos para mí, y finalmente decidí que esta cuenta en el banco iba a servir para acallar mis fantasmas, iba a invertirla, ahora que aún podía, en el Dakar.

Quería cumplir el sueño de mi infancia, de mi juventud, el que nunca desaparecía. Al principio, nadie se lo creía; es más, mi suegro, con buena lógica, puso el grito en el cielo. No tuvo la certeza hasta que comprobó que a falta de pocas semanas para que empezara la carrera me iba a Normandía a embarcar mi moto.

Preparación de la Kawasaki para el Dakar[/size2oe6l7i5]

Lo que tenía muy claro desde el principio era que no quería afrontar el rally como la mayoría de pilotos privados, pagando a un equipo. Era la ilusión de toda mi vida e iba a hacerlo yo, no quería invertir en una estructura ya hecha que me diera asistencia y asesoramiento, que me dijera qué es lo que debo o no hacer.

Mi intención era ir en busca del espíritu del Dakar, al menos del que yo tenía en mente, el mismo que veía en la televisión hace 20 años. Quería arriesgar en lo que creía, sabía que solo iba a participar una vez, y quería depender de mí mismo, no dejar mi suerte y mi destino en manos de las decisiones de terceros.

Ya que me lo iba a guisar y a comer yo solo, la primera decisión que tomé fue trabajar sobre la Kawasaki con la que había corrido en la Baja. Desde que tengo uso de razón he corrido con esta marca, pero me encontraba con un problema, y es que no hay ninguna «Kawa» que se adapte bien de serie a este tipo de carreras, no tiene un modelo específico para correr una carrera de estas características como en otras marcas.

Ni siquiera encontré un kit para prepararla más o menos decentemente. Así que mi periplo por el Dakar no empezó en Argentina, empezó el día que le eché mano a mi KXF 450 para convertirla en una máquina fiable y segura. Fue un proceso largo y complicado. La verdad es que una vez, hace más de dos años, en 2009, empecé con el proceso de preparación, trabajar en mi moto se comió todo mi tiempo libre.

Tuve que hacer muchas modificaciones, ir para delante y para atrás, tanto que de la moto que tenía a la que acabó siendo mi montura solo quedaron el chasis, el basculante y las suspensiones. Todo lo demás estaba modificado respecto a la moto de serie, incluyendo el motor.

Éste fue mi primer foco de atención. Tenía claro que era vital incorporarle un motor de arranque, era consciente de que me iría al suelo con bastante frecuencia, y que necesitaría el botón mágico para arrancar la moto. Kawasaki España me echó un capote, y al final me facilitó, a un precio muy económico, un propulsor de enduro con motor de arranque, pero la verdad es que me tuve que poner muy pesado e insistir, porque al principio no querían ayudarme.

Con el motor de enduro me topé con otro problema, que no poseía mucha potencia, pero después de varias pruebas, logré solventarlo metiendo un árbol de levas de motocross. Otro detalle que tenía presente que iba a convertirse en un serio problema era el fi ltro de aire. En la moto de serie su posición no es la idónea para salvar etapas maratonianas.

Lo comprobé enseguida porque en mis primeros entrenamientos, después de unos 10 minutos en el polvoriento circuito que diseñé, se quedaba totalmente cegado. Sabía qué tenía que hacer, pero llegar a un diseño adecuado me costó un montón de tiempo de pruebas y cambios de detalle. Al fi nal la moto quedó con una especie de «snorkel» que subía desde el carburador hasta justo debajo del asiento.

El invento acabó siendo un éxito, ya que los técnicos de Kawasaki Argentina que fueron al Dakar mantuvieron el fi ltro en su posición original, y en cada reportaje, vamos en cada 180 km, tenían que cambiarlo. Yo por suerte, solo debía limpiarlo al final de cada etapa.

Depósitos traseros Yamaha y embrague automático Rekluse[/size2oe6l7i5]

También fue necesario dar una mayor autonomía a la moto, ya que la KXF de serie solo tiene un depósito de siete litros, y con eso en el Dakar no haces nada. La organización nos comentó que la moto debía tener una autonomía mínima de 240 km, así que decidimos suplantar el original por otro de 16 litros que compré en Estados Unidos.También instalé otro en la parte trasera que me facilitaba Kawasaki Argentina, pero lo probé y la moto perdía mucha estabilidad, así que decidí desecharlo.

Tenía un problema, pero también algo de tiempo por delante, y me puse a investigar. Vi uno en las Yamaha que me gustaba y decidí contactar con ellos para montarlo, pero me respondieron que era imposible acoplar su depósito en mi moto. ¡A un maño le van a decir que no se puede! Tuve que cambiar el subchasis, y hacer muchos intentos, pero al final gané yo, y logré ensamblarlo.

Pero mi mayor éxito, lo que iba a causar expectación en el vivac de la carrera fue el diseño de mi araña delantera. Al principio la puse de aluminio, como todo el mundo, pero
comprobé su poca eficacia cuando en uno de mis entrenamientos se me cayó la moto en parado. La araña se dobló con una facilidad pasmosa.

Pensé que si así me quedaba sin ella, en la carrera me iba durar lo que un telediario. Me puse a pensar y decidí probar a sustituir el aluminio por polietileno de alta densidad. La estructura era más pesada que la de metal, sobre todo porque sin experiencia me curé en salud y lo reforcé a conciencia, pero comprobé que ni se doblada, ni se rompía, y además quedaba más recogida que las arañas estándar.

Estaba muy orgulloso de mi diseño, pero no todo iban a ser alegrías, porque el problema llegó cuando nos dieron todos los aparatos de navegación. La noche anterior a la salida de carrera, tuve que trabajar muy duro para calzarlos dentro de mi araña artesanal, pero lo logré. El cubrecárter también fue confección mía. Era de aluminio, y lo forré de polietileno para protegerlo de las piedras. Lo intenté también con la cúpula, la verdad es que me estaba enganchando al plástico, pero en esta ocasión fue imposible, por la complejidad de la forma que tenía.

Decidí hacer un molde para construir uno de fibra de vidrio. Era muy ligero, pero también muy delicado, así que para resolver el nuevo problema, lo forré con tres capas de vinilo que sumaban más o menos medio centímetro de grosor. El resultado fue una cúpula prácticamente irrompible. Entrenando ya ni me acuerdo cuantas caídas me arreé, y aguantó perfectamente. ¡Problema solucionado!

Otra cosa que probé fue el embrague Rekluse automático que ya me había dado buenos resultados en la Baja, pero que no fue tan bien en el Dakar. Nadie hasta la fecha lo había probado en esta carrera y ahora entiendo el porqué. Yo le di una oportunidad, y durante las primeras etapas, el embrague aguantó bastante bien, pero cuando entramos en las dunas lo quemé por completo. Llegué a la meta de milagro y decidí montar el convencional.

Al final, la transformación de la moto me había salido, solo en piezas, por unos 10.000 euros. Las horas invertidas fueron incontables, pero en aquel momento creí que había hecho la moto ideal para correr en el Dakar.

Presupuesto para el Dakar[/size2oe6l7i5]

Una vez acabada la moto, pasé página y me preparé física y técnicamente. Como dicen los que saben «Si vas al Dakar, hay que ir previamente al desierto». Pues bien, hice mis cálculos y el único desierto que vi en el recorrido fue el de Atacama. Me planteé la posibilidad de ir a Marruecos, pero me salía por un pico, y con lo que llevaba ya gastado el horno no estaba precisamente para bollos. Además, y lo más importante, no podía perder una semana de trabajo, mejor dicho, no podía dejar de ingresar dinero una semana.

En esos momentos empecé a hacer números y me mareé. Como le pasa a todo el mundo que corre, una cosa es el presupuesto que haces, y otra lo que te vas gastando. No se dónde se cae el dinero, pero por mucho que tengas en cuenta todos los detalles, siempre hay un agujero. A lo que llevaba ya gastado tenía que sumar mi inscripción, que eran 14.500 €, la del mecánico, otros 8.500 €.

La de la furgoneta de asistencia sumaba 2.500 €, los billetes de avión 4.000 €, y hasta la licencia 600 €. Estos últimos me dolían en el alma, no entendía cómo la Federación nos hace pagar este canon en vez de ayudarnos cuando se trata de una carrera así.

También tenía que añadir el precio de la furgoneta que iba a servir de asistencia, y aunque ya busqué un modelo que me sirviera posteriormente para mi trabajo y poder aprovechar la inversión, me gasté otros 8.000 €. Cuando ya sudaba pensando en cómo conseguir lo que faltaba, porque tenía claro que no llegaba, me enteré que tenía que presupuestar otros 3.000 € para gasolina, porque la ASO solo me iba a abastecer en las especiales, no en los enlaces, en los que me tenía que apañar yo.

Estos enlaces acabaron siendo no solo un petardo, sino una fuente de tensión constante. No era carrera, pero iba extremadamente apretado de tiempo. Para poder llegar a tiempo sin penalizar tenía que ir siempre rozando la velocidad máxima permitida, que eran 120 km/h. Si te descuidabas no llegabas a la especial a la hora convenida. Encima, en ningún caso podía pasar de la velocidad máxima legal, porque el GPS pitaba y mandaba una señal a la organización. Si esto ocurría, ya sabías que te ibas a encontrar al momento con una penalización. Pararse a mear era todo un lujo, el menor contratiempo un desastre.


Entrenando el Dakar en MotorLand[/size2oe6l7i5]

Bueno, una vez desechada la posibilidad de viajar fuera, decidí hacerme un circuito a medida. Puedes pensar ¡vaya arreglo! Éste es de esos que «si Mahoma no va a la montaña…», pero la verdad es que debido a mi trabajo podía disponer de un camioncito y una excavadora para montar un trazado con todos los elementos necesarios para que se asemejara, lo máximo posible, a una etapa de arena y dunas.

Buscamos una zona cerca de Las Parras de Castellote y con el permiso del ayuntamiento nos pusimos manos a la obra. Ya sabía el lugar exacto en que situarlo, sobre una mina de arcilla abandonada en la que al excavar, salía un caolín blanco muy parecido a la arena del desierto. Cuando lo acabamos estaba muy orgulloso; tenía zonas rápidas,
lentas, reviradas y con subidas y bajadas. Cerca de 600 metros de longitud de auténtica locura. Y te puedo asegurar que me lo llegué a aprender mucho mejor que mi propia casa.

Aunque el circuito se creó por una razón económica, también creía, y la verdad es que sigo creyendo, que fue clave para afrontar con garantías el Dakar. Era ideal para entrenar sobre esas condiciones, aunque me pegase unos guantazos del copón. Sin embargo, y gracias a que la moto reaccionó muy bien, pude centrarme totalmente en perfeccionar, por decirlo de alguna manera, mi pilotaje.

Aprendí a apoyar lo menos posible la rueda delantera de mi Kawasaki y eso me facilitó mucho las cosas más tarde. Tan orgulloso estaba de mi logro, que después de unos meses entrenando, invité a mi amigo Pellicer un fin de semana para que lo probase. No te voy a contar cómo me quedé cuando me dijo que era de lo más parecido a correr en el Dakar, y que siguiera practicando, eso sí, compaginándolo con otro tipo de terreno más duro y rápido. Le hice caso y me harté de rodar en Los Monegros, pero tras la experiencia vivida en el Dakar, no volvería a pegarme la panzada de kilómetros que hice por pistas tan rápidas.

Al final no sirvió de nada, porque en los tres países que crucé en el Dakar, casi no las vi. Allí todo era campo a través, sorteando ríos secos, también caudalosos, barrizales, piedras, etc. También fui al circuito de arena que tienen las instalaciones de MotorLand. Allí cogí una extraordinaria resistencia física. Era un trazado muy duro y muy técnico, y me dejaba sin aliento.

Para no vaguear también me puse a entrenar con mi bicicleta de carreras, y cuando la cogía hacía 5 ó 6 horas. Suma a esto el ejercicio de la obra, y piensa cómo me estaba poniendo, porque si en algún lugar me dejaba la piel, ese era el curro.

Los patrocinadores[/size2oe6l7i5]

Cuando tomé la decisión de ir a la carrera me planteé que todo o prácticamente todo iba a salir de mi bolsillo, y al fi nal, por suerte o por desgracia, así ha sido. No le debo nada a casi nadie, pero me he quedado bien «pelao». Fuimos tan ilusos que creímos que íbamos a contar con la ayuda del Gobierno de Aragón o de la Diputación de Teruel, pero nos dieron portazo.

No es que no trabajásemos eso de los patrocinadores, hicimos una gran labor a la hora de buscarlos, pero perdimos el tiempo. Ya sabíamos que las cosas andaban mal, ¡pero tanto! Raquel, mi mujer, fue quien se metió más en la labor, y la pobre lo intentó por activa y por pasiva. Fue un duro golpe que el Gobierno de Aragón nos diera la espalda. Me hacía mucha ilusión lucir mi comunidad por Sudamérica. Y eso que en el último suspiro, solo pedimos 500 €, dinero que hubiéramos invertido en los neumáticos delanteros. A cambio, lo único que nos dieron fue una tarjeta de visita. Nos fuimos indignados.

No entendía cómo se gastaban tanto dinero en otros deportes y para las motos nada. ¡No pretendía ganar dinero! Nuestro objetivo inicial era llevarnos un mecánico y un chófer para la furgoneta, pero el presupuesto solo daba para uno. El pobre Sergio Mateo, que es un gran amigo mío, llegaba tan reventado a los vivac, que gran parte de la mecánica me acababa tocando hacerla a mí.

Después del varapalo institucional, hubo que buscar otras alternativas, así que como ocurre con casi todos, eché mano de los conocidos y logramos recaudar pequeñas cantidades a través de empresas amigas relacionadas con mi trabajo. Conseguí 3.000 €, que son las cuatro pegatinas que llevaba en la moto.

También conseguimos que Motocross Center de Alcañiz nos preparara los motores y nos diera el equipamiento guantes, gafas, rodilleras... ¡Había que sacar dinero de donde fuera!

A Raquel se le ocurrió hacer camisetas y venderlas por la región. Llevaban el escudo del Dakar y el distintivo «Desafío aragonés», para que mis paisanos se sintieran identifi cados con el proyecto. Vendimos camisetas como locos y, en las fiestas del pueblo, en vez de tirar confeti y beber cervezas, nos dejamos la piel despachando camisetas. La verdad es que fue un éxito, logramos la nada despreciable cantidad de 3.000 €, y las vendíamos a 15 € cada una. ¡Echad cuentas!

También nos echó una mano el supermercado del pueblo. Nos prepararon una cesta y el dinero recaudado con las papeletas fue a nuestro bolsillo. Otros 1.000 euricos, ¡nada mal! Asimismo, celebramos una fi esta presentación en Mas de las Matas, pero no sacamos demasiado, aunque sí el apoyo de toda nuestra gente. Sea como fuere, no pude coger vacaciones en verano y tuve que trabajar muy duro, haciendo horas extras, para poder cuadrar las cuentas. Pero lo importante era que estaba listo, agotado en muchos aspectos, pero listo.

Iba a hacer realidad mi sueño, de una manera muy humilde, pero como aquellos mis solitarios héroes de la infancia, esos que salían de la Plaza de la Concordia de París en Año Nuevo rumbo a África. Toda la vida esperando y el momento había llegado. Pero la aventura también tiene un precio, la próxima semana os cuento como lo averigüé.

http://www.motociclismo.es/deporte/raid ... z-kawasaki

ivandois

20-02-2012 14:53:39

[b1b8nb17m]¡¡¡[/b1b8nb17m] [b1b8nb17m]OLE SUS COJONES[/b1b8nb17m][/size1b8nb17m][/color1b8nb17m] [b1b8nb17m]!!![/b1b8nb17m]

ala[/quote1b8nb17m]

+1

Minimoto

20-02-2012 15:33:46

plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas

elfollonero

20-02-2012 19:24:37

atope atope atope atope atope

bichoide

23-02-2012 12:16:12

[b29izvt6b]Paco Martínez cuenta su aventura en el Dakar (II)[/color29izvt6b][/size29izvt6b][/b29izvt6b]
[b29izvt6b]
Segundo capítulo de la historia de Paco Martínez. Un aragonés que decidió convertir en realidad su sueño de correr el Dakar.[/b29izvt6b]

¡Estaba en el podio de salida del Dakar! No te puedes imaginar lo que eso suponía para mí. No se trataba solo de haber cumplido mi sueño, era además la culminación de dos años enteros de trabajo callado, de preparación, de no dormir, de no tener vacaciones, de currar los fines de semana, de sufrir las penalidades de todos los que buscan dinero.

Ahora tenía que aprovechar, de disfrutar de esta carrera tan especial. Pero lo que iba a averiguar enseguida es que en el Dakar se disfruta poco, al menos si eres de los que vas solo, de los que acampas con tu amigo y una furgoneta en la periferia del vivac, de los que los demás creen que probablemente hoy es el último día que te verán por allí.

[b29izvt6b]Los últimos prolegómenos[/b29izvt6b]

Pero antes de mi gran cita con la salida en Mar del Plata me quedaban los últimos preparativos. El 20 de noviembre cargamos la moto y los enseres en la furgoneta y nos fuimos a Normandía a embarcarlos. Allí fue dónde comprendí la verdadera dimensión de esta carrera. Éramos diminutos frente a los mastodónticos equipos de trailers y trailers de asistencia, ejércitos de personas y toneladas de material.

Pasé las navidades en familia, más nervioso de lo que nunca había estado, y como para confirmar el día de los inocentes, el 28 nos comimos una huelga de Iberia que retrasó un montón nuestro vuelo a Buenos Aires.

No es que no me fíe de los argentinos, me hubiese pasado lo mismo en cualquier país, pero hasta que no estuve de nuevo al volante de la furgoneta camino de Mar de la Plata no estuve tranquilo. Los procesos burocráticos me ponen nervioso, no los controlo, y solo nos quedaban un par de días para salir.

Nos pegamos la paliza para hacer los 600 km de un tirón, y cuando llegamos hacía mucho que se había puesto el sol. Nos quedaba trabajo, sobre todo reordenar los aparatos de navegación para que entraran bien dentro de la araña. No había forma de encajar todo y me llevó mucho más tiempo del que esperaba, pero aunque parezca mentira, esa noche no estaba nada nervioso, todo lo contrario.

¡Tenía unas ganas locas de correr! Y volvamos al podio... Yo pensaba en que lo había logrado, allí estaba por fin, quizás por eso toda la comedia de presentación que se celebraba a mi alrededor me sobraba. Había una cantidad ingente de personal que se había congregado en la salida. Me vitoreaba como si fuera alguien importante.

No es que me incomodara, pero resultaba ridículo que se centraran en mí, o en mis compañeros de viaje. No habíamos demostrado nada, ni siquiera habíamos arrancado el motor. Mi cabeza solo pensaba en la carrera, en demostrar que esos dos años de penurias, trabajo y sudor, no habían sido en balde.
[b29izvt6b]
El primer palo
[/b29izvt6b]
Sin embargo, todo ese empuje se deshinchó cuando al finalizar la primera etapa, me enteré que había fallecido Jorge Martínez.

Era un piloto que afrontaba el Dakar más o menos en mis mismas condiciones. Además había salido justo detrás de mí, era el dorsal 175. La tragedia no me hizo perder las ganas de seguir adelante, pero empezar así siempre te hace pensar aún más.

Los comisarios de la ASO nos había avisado que en la etapa inicial iba a haber mucho polvo y, en nuestro caso más. Nosotros íbamos en la cola de la clasificación de motos, y encontraríamos aún más por tener que lidiar con los primeros coches, que nos iban a adelantar.

Yo creo que fue el polvo el causante de que perdiera visibilidad y el control de la moto. Su pérdida nos afectó a todos, pero reforzó, si cabe, la idea que yo tenía de cómo afrontar el Dakar, porque la verdad es que me sorprendió la velocidad a la que me adelantó, parecía que estaba en una manga de motocross.

Lo tenía claro, no iba a correr riesgos innecesarios. Quería acabar, eso era lo importante independientemente del resultado. Para conseguirlo, me olvidé de quién tenía delante y detrás, nunca sobrepasaba mi límite, y siempre salía respetando mi ritmo. Era como en las películas de chinos, un dedo en cada sien y la mente fija en mi propósito.

El problema con que me encontré al principio es que tenía que seguir un ritmo lo suficientemente rápido como para que no me atosigaran los coches y los camiones. Si te duermes en las especiales te pillan enseguida, te pasan, y su paso va estropeando la pista.

Empiezas a ir por un camino de cabras y el desgaste físico es brutal. Si no eres capaz de ir más deprisa este esfuerzo extra te pasa factura a los pocos días, y te quedas fuera de carrera.
[b29izvt6b]
¿Camaradería?[/b29izvt6b]

¿Estás bien? No me cansé de repetir esta pregunta a lo largo del rally. Ayudé a muchos, a todo el que veía parado o en el suelo. Me detenida para saber si estaba bien, y si veía que hurgaban en la moto, les preguntaba si necesitaban alguna herramienta.

Como cada uno se sabe los entresijos de su moto nunca les ofrecía ayuda, no quería acabar de empeorarlo. En el Dakar aprendí que tienes que valorar lo que haces, ayudar a alguien puede suponer que ni él ni tú acabe la etapa, pero aún así he de reconocer que hice alguna locura, la mayor desde luego en la quinta etapa, antes de Copiapo.

Me encontré con un chaval italiano que había roto la inyección y estaba tirado y desesperado. No recuerdo su nombre, pero sé que era su primera participación en el Dakar, y que era uno de los de cabeza de carrera. Decidí remolcarlo con una cuerda, pero el terreno era malísimo, y el control donde lo esperaba su padre con un inyector nuevo estaba a unos 25 o 30 km.

La buena obra me costó cerca de una hora. Ya tengo unos años, y no pude dejar de ponerme en la piel del chaval, no pude dejarlo atrás, porque ya habían pasado unos cuantos por delante de él sin pararse. Y

o lo hice, y quizás no pude hacer otra cosa porque para mí esa era la esencia del Dakar, aunque también te digo que lo sería, pero ya no lo es. Es verdad que perdí un montón de tiempo, pero cuando llegué al control, además de su padre había una gran multitud, me sentí muy buen entre el griterío y los aplausos, esos me los merecía. Todo el mundo se me echaba encima y, ¡me emocioné! Sí, perdí una hora, pero me daba absolutamente igual.
[b29izvt6b]
Primeros inconvenientes[/b29izvt6b]

Justo antes de empezar la carrera había puesto un filtro de gasolina. La organización me lo recomendó y no me costaba nada. Se suponía que me iba a dar más tranquilidad con tanto polvo.

¿Tranquilidad? No había hecho dos kilómetros desde la salida cuando la moto se paró en el primer enlace. ¡No era posible! Ni siquiera antes de la carrera, en las noches sin dormir dándole vueltas a la cabeza con lo que podía pasar y cómo remediarlo se me había ocurrido algo así.

La arranqué de nuevo, pero 150 km después volvió a detenerse. Con el mosqueo que tenía, empecé a darle vueltas al tarro pensando qué podía pasar, y decidí que se había formado una burbuja de aire en la gasolina por las compresiones que llegaban del carburador. No le di más importancia, y volví a darle al botón mágico.

Reemprendí la marcha, pero volvió a desfallecer, y así varias veces, cada vez con más frecuencia, hasta que la batería dijo basta. No hacía más que pararme, me iban a adelantar hasta los peatones, así que no me quedó otra solución que sacar las herramientas y desmontar el filtro de gasolina. A partir de entonces la moto fue como la seda, pero aquel día quedé el último. Eso sí, con la tranquilidad de haber solucionado la avería.

Pero cuando realmente tuve serios problemas mecánicos fue el cuarto día, justo en la frontera de Argentina y Chile, en el desierto de Atacama. Teníamos que soportar temperaturas cercanas a los 50º C; un bochorno que acabó pasando factura a mi «Kawa», que empezó a «deshidratarse » después de superar los primeros 30 kilómetros. Llegué a la cresta de una duna y me tuve que parar, el indicador marcaba 130º C y sabía que iba a reventar.

No sabía qué pasaba, pero sí que si seguía no iba acabar ese día. Abrí el radiador y le eché mi agua fresca de beber, con lo que logre bajar la temperatura como 40º C, lo suficiente como para proseguir la marcha. Pero solo había puesto un parche, al rato no quedaba prácticamente agua en los radiadores, y al final tuve que echar toda el agua que tenía, incluso meé como último acto de desesperación, pero en ese preciso momento también supe que ya no había nada que hacer. ¡Todo había acabado!

En mi Dakar he tenido muchos momentos de desesperación, pero allí nunca hay que perder la esperanza. Cuando pensaba que mi seca Kawasaki iba a dormir en la arena el sueño de los justos, se me apareció la Virgen, eso sí en forma de dos argentinos que mascaban hoja de coca. Te puedes imaginar qué personajes, pero lo importante no fue lo que me pude reír con ellos, sino que me dieron suficiente agua para seguir y acabar la especial.

No fue coser y cantar, el día se salvó con leves quemaduras, sobre todo en las manos, y al llegar al campamento tuvimos que cambiar la junta de la culata, lo que nos llevó mucho tiempo, tanto que después de la paliza solo pude echar dos horas de sueño.

[b29izvt6b]Nadie se salva[/b29izvt6b]

Entre las dunas de Atacama pensaba que mi Dakar había terminado, y no, pero otros no tuvieron tanta suerte, como Joan Pedrero. Cuando llegaba hasta él y su moto parada pensé que era Marc Coma, pero a medida que me iba acercando conseguí ver el dorsal, y supe que era su mochilero.

No lo pensé dos veces y fui a socorrerlo. Me dijo que había roto el motor y que tenía que llegar a meta como fuera. Miguel Puertas también estaba allí, y decidimos atarla a la Yamaha de Miguel con una cuerda. La verdad es que la moto de Pedrero estaba inmaculada. Mientras, yo, empujaba por detrás.

Estuvimos casi una hora dejándonos la piel, pero no había forma de cruzar los escasos 200 o 300 metros de dunas que había antes de alcanzar una pista de terreno duro que te llevaba directo a la meta.

Ni lo estábamos consiguiendo ni teníamos ninguna oportunidad de lograrlo, así que Joan decidió que parar un quad era una buena alternativa. Como ya tres éramos una multitud, Puertas se fue, y nos quedamos los dos un buen rato esperando que llegase uno.

No pasaban muchos, pero además no paraba ni uno, y eso que corría hacia su trayectoria intentando cortarles el camino. Al final paró la única chica de la categoría, pero nos dejó bien claro que, sobre dunas no remolcaba a nadie. Al final no tuvo más remedio que abandonar.

La moraleja que saqué de aquel día fue que no había la camarería que me imaginaba, cada uno iba a lo suyo y éramos pocos los que pensábamos que ayudar a los compañeros era casi una obligación.

El Dakar se ha profesionalizado tanto que cada uno va a lo suyo. Uno de los mitos que tenía de la carrera se había desmoronado.
[b29izvt6b]
Caídas y más caídas[/b29izvt6b]

La verdad es que había salvado las primeras etapas con bastante éxito y sin sufrir más de lo conveniente, esperando la llegada de las ansiadas dunas. Suponía que los mayores retos estarían en esas etapas, pero al poco tiempo de navegar por la densa arena, el miedo a lo desconocido pasó a ser toda una quimera. Sin duda allí fue donde más me divertí.

No recuerdo haber sufrido caídas fuertes, aunque tampoco es que tenga una memoria prodigiosa, pero sí muchísimas tontas y torpes, sobre todo en el desierto. La típica era al llegar al borde de la cresta de una duna, no sabes qué hay detrás, te paras, y... ¡al suelo! En algunas etapas sufrí de lo lindo, pero no hubo nada igual a lo de la etapa Maratón, ni siquiera el calentón de la moto en Atacama.

Había que salvar un par de ríos, y además bastante caudalosos. Encima estábamos bastante altos, y hacía un frío que pelaba. Cuando llegué al primero no me arriesgué lo más mínimo y lo crucé a pie para no correr riesgos innecesarios. El siguiente era enorme y aún más caudaloso, tanto que solo lo logró cruzar sobre la moto Marc Coma, todos los demás lo hicimos empujando.

Había muchísima agua, pero lo peor era imaginarse su procedencia, porque apestaba. El líquido ese me llegaba al pecho, y, había visto como muchos de los que iban delante habían resbalado y se los había tragado el río. Daban un traspiés y desaparecían en esas malolientes aguas, iba acojonado. Y las cosas no me fueron mejor, corrí la misma suerte que los de delante.

En esos instantes, más que nunca, más que en las dunas, creí que el Dakar había acabado para mí. Sacar la moto de esa cloaca me destrozó. No podía con mi alma, estaba agotado, helado y desmoralizado. Sabía que tenía que desguazar el motor para quitarle el agua y continuar, pero se hacía eterno y cuesta arriba.

En esos momentos piensas de todo, en la suerte, en tus pocos medios, en todo. Pero el problema no fueron las dos horas largas que estuve dándole a la llave inglesa, sino que durante todo ese tiempo tiritaba de frío, y creía que mi cuerpo no aguantaría otra etapa más. No andaba muy descaminado, después de sucumbir en el río mi cuerpo dijo basta.

Los últimos tres días no me podía quitar ni fiebre ni un buen resfriado. Me había pasado todo ese día mojado, tiritando, y cuando llegué al final de la etapa, creí que iba a morirme.

[b29izvt6b]La noche en el vivac[/b29izvt6b]

La etapa Maratón fue especial, pero de todas maneras cada día me tiraba encima de la moto unas 12 horas. Salía a las cinco de la madrugada y llegaba a cinco de la tarde. Me alimentaba a base de barritas energéticas, bastante distinto a lo que hacían los pilotos de cabeza.

Los oficiales llegaban mucho antes, y se podían permitir un buen almuerzo mientras su equipo se encargaba de preparar su moto para la siguiente especial. Afortunadamente llevaba conmigo lo imprescindible para desmontar la moto en una bolsa que iba sujeta al guardabarros. Y en la riñonera llevaba aceite, un par de litros de agua, papeles, dinero y mi dieta, las barritas energéticas.

Me acostumbre a mi día a día, si es que una persona se puede acostumbrar a algo así. Llegaba a la meta, y luego te tenías que comer un enlace de unos 150 kilómetros más o menos para llegar al vivac. Después tenías que cruzar un parque cerrado, y allí descargabas los datos del GPS en una centralita, y te daban el roadbook de la etapa siguiente.

Para bajarte de la moto tenías que llegar a un recinto cerrado donde trabajábamos, comíamos y dormíamos. Cada noche estaba más cansado, me cambiaba rápido y me iba a comer algo a un autoservicio que esta abierto toda la noche.

Al principio la verdad es que comía bien y abundante, pero a medida que fueron pasando los días, la manduca fue decayendo en cantidad. No quiero ni contarte qué me hubiese cenado cada día un buey si lo hubiese pillado. Encima comía tenso y rápido, aún me quedaba desmontar la moto para buscar posibles problemas sufridos durante la etapa. Gracias a Dios contaba con Sergio, pero Sergio es un buen amigo, no es un mecánico profesional, pero sí un buen amigo, por eso sabía que podía contar con él para lo que fuera, lo conozco de toda la vida.

Realmente su función era echarme una mano cuando llegaba. Miraba las suspensiones, cambiaba los cojinetes de las ruedas, iba por neumáticos nuevos, y, sobre todo preparábamos la hoja de ruta del día siguiente, donde dedicaba un buen tiempo en marcarla con distintos colores dependiendo de lo peligroso del terreno.

Y lo suyo no era un viaje de placer, tuvo que cruzar tres países con la furgoneta para darme asistencia. Sea como fuere, pocos eran los días que me iba antes de las dos de la madrugada a la cama; y mi hora de salida era normalmente a las cinco, echad números. Pensarás, ¿cómo se soporta este ritmo a lo largo de dos semanas de carrera?

Pues se sobrelleva a base de fuerza mental. Cuando me levantaba me encontraba muy mal, pero una vez que me disfrazaba y me subía a la moto, se me pasaban todos los males, bueno, o casi todos. La verdad es que llegó un momento en que vivía día a día, sin pensar en los siguientes retos. Acabar entero una etapa más era mi único objetivo.
[b29izvt6b]
Dura, donde las haya[/b29izvt6b]

Cuando salí de casa ya pensaba que ésta era, posiblemente, la carrera más dura del mundo, por eso mis héroes estaban en ella, pero una vez que estás dentro ves que es mucho más dura de lo que te pueda decir cualquiera.

Es tan dura que he visto tíos como armarios llorar de desesperación, de cansancio, agotados hasta el punto de no poder andar un metro más, y no hacerlo. Es brutal, es muy dura, pero también te digo que si quieres ir, puedes.

Si la sigues, la consigues, no dejes que nada ni nadie rompa tu sueño. Ahora, también te digo sinceramente que lo que no te aconsejo es que lo hagas como yo, porque es un suicidio. Ha sido una inconsciencia, y me ha salido bien de puro milagro.

No te compliques la vida, participa con una moto preparada para hacer este tipo de carreras, alquila un equipo de asistencia que os lo haga todo. Solo te tienes que preocupar de que la carrera no acabe contigo. Yo, pasara lo que pasara, creía que iba a terminar, aunque fuera enganchado al camión escoba, lo tenía muy claro, quizás por ello en las últimas etapas me convertí en un verdadero zombie.

Cada día el dolor empezaba en las rodillas, luego se añadían las muñecas, los brazos, la espalda, el cuello. Llegaba un momento que el cuerpo se me autoanestesiaba para no desfallecer.

Creo que si el rally hubiera durado un día más la moto habría muerto, porque en la última meta, en Lima, la junta de la culata tiraba aceite, los radiadores estaban machacados, el roadbook no funcionaba, muchos plásticos se sujetaban con bridas. Era un despojo, pero me había llevado hasta allí. Físicamente yo no estaba mucho mejor, la verdad es que estaba fatal.

No tenía fuerzas ni para comer, solo me mantenía la testarudez de maño. Cuando vi que ya solo quedaban tres etapas para llegar al final, me dije «Vas a ir hasta donde diga el cerebro, no los músculos». Y la cabeza no dijo otra cosa que seguir hacia delante.

Cuando acabé la carrera me dio el bajón, no podía cerrar las manos, me dolía todo el cuerpo, ni siquiera hablar, solo tosía. En la última etapa solo quería que acabase todo, coger la furgoneta, la moto, embarcarlo todo e irme al hotel a descansar.

Pero había llegado al final y tampoco podía dormir, tenía toda la noche por delante, una noche de pesadillas enlazadas, una tras otra. Podio, cargar la moto en la furgoneta, llevarla al puerto, coger el avión. Lo único que quería era llegar a España y volver a la vida normal.

[b29izvt6b]Todo un héroe[/b29izvt6b]

Cuando regresé a mi pueblo me hicieron una bienvenida en la plaza con pancartas. El ayuntamiento montó un homenaje, me dieron una placa y me hicieron firmar en el libro de honor.

¡No esperaba tal recibimiento! Había gente que pensaba que iba hacer el ridículo, que no iba a terminar o que, simplemente, estaba loco. Puede que loco, un poco, ¿pero terminar? Eso lo tenía muy claro.

Yo fui al Dakar a terminarlo. Ya han pasado unos días, me voy adaptando a mi nueva rutina. Hoy buscando en un cajón he encontrado unas viejas fotos. En una estaba yo con muchos, muchos años menos. Me he mirado en esa cara de niño y he recordado el anhelo que ya tenía a esa edad.

Le he dicho en voz baja, quizás para calmarle, que su sueño era aún mejor de lo que él pensaba, y juraría que me ha contestado aquello de «ten cuidado con lo que deseas, puede convertirse en realidad».


Texto con fotos original en http://www.motociclismo.es/deporte/raid ... l-dakar-ii