Aunque suene a conclusiones moñas de un novato en los tricilindricos, os voy a contar mi experiencia con mi "negri"...
Recogida en proeuropa (Madrid), a mi entender, amabilidad, atención y trato exquisitos, y salgo a la carretera...
De primeras, acojonado por mezclar neumaticos nuevos con pastillas nuevas, mas cambio de concepto moto. Buen tacto de todo, buenas respuestas, me acuerdo de mi antiguo carenado de gsxf, pero en global, con la sonrisa tonta de serie para unos dias.
Tras un trayecto por ciudad, empiezo a ser critico con las cosas, pareciendome un poco complejo el tacto del cambio, sin mucha dificultad porque las suzukis tampoco son la leche, pero me ha llamado la atención. Eso si, dominado.
Los retrovisores no me resultan comodos de primeras, pero tras varios ajustes empiezo a ver. Cumplen su funcion.
Al meterme en tre coches, en huecos ajustados, he apreciado mucha mas manejabilidad de la que me esperaba a tenor de lo leido en las pruebas y fichas de la moto, pero me ha llamado la atención que en ocasiones me ha dado la impresión de que los intermitentes delanteros podian tocar en los coches. Cuestión de acostumbrarse.
Metido en carretera, de noche, muy bien de todo (ains el carenado, pero he ganado en estetica
), buena vision de los relojes, ilumina bastante bien, la noto aplomada y firme, reacciona bien, a pesar de no pasar de 5000 rpm, y lo unico negativo a priori ha sido que he llegado a casa antes de lo que me gustaria (hubiese dado algo por vivir solo por hoy en Jaén).
En definitiva, que estoy contentisimo con la moto, pero me gustaria que me indicaseis si teneis las mismas sensaciones que yo al conducirla, si es especifico de la mia o si simplemente es una neura de novato triumphero...
Un saludo.