La Voz de Galicia 10-09-2010
Absuelto un conductor ebrio que arrolló mortalmente a un motorista en el vial de O Vao
El juez no ve probado que el conductor hiciese un giro sin señalizar la maniobra
E.V.Pita
Un conductor que circulaba ebrio y reincidente que arrolló mortalmente un motorista en la carretera de O Vao, en el Camiño de Tarrío, en el 2009, resultó absuelto de un homicidio por imprudencia. El accidente se produjo porque el conductor hizo un giro que desestabilizó el motorista Nicanor Villar Díaz que, en ese momento, le rebasaba. El implicado dio positivo en el control de alcoholemia, con una tasa de 0,42 y 0,39, superior a la máxima autorizada.
El hombre al volante alegó en el juicio que había ido a comer a casa de su madre, donde bebió vino y luego se tomó un chupito. El acusado, ahora liberado de toda culpa, era reincidente porque fue condenado en el 2006 por un delito contra la seguridad de tráfico que conllevó la retirada del carné por ocho meses. Hubo otra reincidencia posterior que no fue tenida en cuenta porque ocurrió posteriormente del accidente.
El juez de lo Penal número 2 de Vigo explica en la sentencia que no halló pruebas de que el conductor hubiese efectuado el giro sin haber señalizado previamente su maniobra mediante las luces intermitentes. El implicado José Carlos A.P. siempre dijo que había señalizado el giro aunque luego en el juicio no lo recordaba. Algunos testigos declararon que el hombre al volante no había puesto las luces pero ante la falta de convicción, el juez dudó y decidió absolver.
Con esta sentencia, el acusado se libra de dos años y medio de prisión que solicitaba la Fiscalía y tres de la acusación particular, así como la retirada de carné cuatro años.
Voló por el aire
Los hechos se remontan al 26 de abril del 2009. El motorista Nicanor Villar, un trabajador redondelano de 30 años, circulaba en una Yamaha T-max por el Camiño de Tarrío, a la altura del número 24, y se colocó en paralelo al Volkswagen Golf que conducía José Carlos, de 47 años, para rebasarlo.
Sin embargo, el conductor se incorporó y rebasó el carril de circulación a la derecha. En ese momento, el motorista se incorporó y lo quiso rebasar pero no pudo evitar la colisión. Según los testigos, la víctima salió lanzado por el aire, impactó contra el parabrisas y después contra un alto muro. El piloto sufrió fracturas craneoencefálicas y de fémur. Los transeúntes acudieron a auxiliarlo y ya se dieron cuenta de que estaba muy mal. Murió en el hospital dos días después.
Tardó en reaccionar
La velocidad del coche era la adecuada al vial, entre 40 y 50 kilómetros por hora, aunque arrastró la moto varios metros. El conductor asegura que miró por el espejo y no vio ninguna moto. Se sorprendió por el golpe fuerte. Los testigos aseguraron que tardó en reaccionar y que se quedó «como ido» dentro del coche. «Tardé en reaccionar porque me salieron los pies de los pedales», declaró el acusado en el juicio. Este sostiene que no pudo salir a auxiliar a la víctima porque le quedó atrancada la puerta.
La familia del fallecido, que convivían con el joven trabajador, pedía una indemnización de 110.000 euros.
http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2010/09/10/0003_8717434.htm[/url2kouwemb]
vergonzoso.