Cruewel
26-03-2009 14:10:39
La recogí de Proeuropa ayer a las 1830 aproximadamente y ya (1400) tiene más de 200 km.
Los primeros 160 km han sido un poco tostón porque he querido llevar el rodaje a rajatabla y he procurado no pasar de 3500 vueltas (100 km/h en sexta). Para no pasarme de vueltas por la A-6 y llevar el motor a distintas reevoluciones no me quedaba más narices que ir detrás del camión de turno a 100 km/h en bajadas y tan lento como 60 km/h cuesta arriba. Es crioso sentirse como un camionero en moto.
Por la noche quise rodar todo lo posible, y no sé me ocurrió nada mejor que acabar en la Cruz verde a eso de las 2230. Atontao de mi, se me había olvidado lo poquísimo que alumbran los faros de una moto en curvas cerradas. La subida fue una pesadilla. Veía las curvas en herradura antes de llegar a ellas, pero una vez dentro y tumbando lo mínimo, la luz del faro se clavaba en el asfalto 3 metros por delante de la moto y no veía una mierda. Me sentía como un karateka ciego en película de chinorris que adivina por dónde le van a venir los golpes por el zumbido de una mosca; vamos que no sé cómo no me salí de la carretera o me estampé contra un guardarrail.
Una vez arriba, pude seguir un par de coches bajando hacia Robledo de Chavela y la cosa no fué tan grave. ¡Pero vaya mierda de iluminación! parece que el tema no hubiera mejorado nada en muchos años.
De Robledo tiré para Fresnedillas de la Oliva, ya solito, pero al ser las curvas más abiertas no tenía tanto problema. Hacía un frío del carajo (nada que ver con la temperatura primaveral del día; ¿por qué no prohiben circular a las motos de noche y así soucionan dos problemas de una?).
De fresnadillas tiré para Peralejo, donde también hacía un frío del carejo y apenas había coches en carretera. De peralejo a Valdemorillo, donde hacía un frío del carajillo, luego a Colmenarejo, Galapagar (más frío del carajo) y de vuelta a Torrelodines.
¿Y la moto? Pues exceptuando la iluminación, y a pesar de no poder pasar de llevarla a pocas vueltas me pareció cojo y nuda. Apenas giraba el puño de gas se notaba par y potencia de sobra, me pareció ágil para lo que pesa y muy estable. Daba sensación de moto de verdad después de la Kawa (sin ánimo de faltar al respeto a la ER 6F, que es una moto estupenda para su talla). El escape pegaba unos petardazos cada vez que cortaba gas que me sonaban a gloria. La suspensión me pareció un buen compromiso entre comodidad y deportividad. Fueron sólo primeras impresiones y marcadas por haber llevado una 650 bicilíndrica durante una añito, así que me queda mucho por averiguar sobre mi nueva moto.
No cuelgo fotos aún porque le quiero quitar los anclajes de las maletas antes, que la afean mucho y no voy a usarlos.
Los primeros 160 km han sido un poco tostón porque he querido llevar el rodaje a rajatabla y he procurado no pasar de 3500 vueltas (100 km/h en sexta). Para no pasarme de vueltas por la A-6 y llevar el motor a distintas reevoluciones no me quedaba más narices que ir detrás del camión de turno a 100 km/h en bajadas y tan lento como 60 km/h cuesta arriba. Es crioso sentirse como un camionero en moto.
Por la noche quise rodar todo lo posible, y no sé me ocurrió nada mejor que acabar en la Cruz verde a eso de las 2230. Atontao de mi, se me había olvidado lo poquísimo que alumbran los faros de una moto en curvas cerradas. La subida fue una pesadilla. Veía las curvas en herradura antes de llegar a ellas, pero una vez dentro y tumbando lo mínimo, la luz del faro se clavaba en el asfalto 3 metros por delante de la moto y no veía una mierda. Me sentía como un karateka ciego en película de chinorris que adivina por dónde le van a venir los golpes por el zumbido de una mosca; vamos que no sé cómo no me salí de la carretera o me estampé contra un guardarrail.
Una vez arriba, pude seguir un par de coches bajando hacia Robledo de Chavela y la cosa no fué tan grave. ¡Pero vaya mierda de iluminación! parece que el tema no hubiera mejorado nada en muchos años.
De Robledo tiré para Fresnedillas de la Oliva, ya solito, pero al ser las curvas más abiertas no tenía tanto problema. Hacía un frío del carajo (nada que ver con la temperatura primaveral del día; ¿por qué no prohiben circular a las motos de noche y así soucionan dos problemas de una?).
De fresnadillas tiré para Peralejo, donde también hacía un frío del carejo y apenas había coches en carretera. De peralejo a Valdemorillo, donde hacía un frío del carajillo, luego a Colmenarejo, Galapagar (más frío del carajo) y de vuelta a Torrelodines.¿Y la moto? Pues exceptuando la iluminación, y a pesar de no poder pasar de llevarla a pocas vueltas me pareció cojo y nuda. Apenas giraba el puño de gas se notaba par y potencia de sobra, me pareció ágil para lo que pesa y muy estable. Daba sensación de moto de verdad después de la Kawa (sin ánimo de faltar al respeto a la ER 6F, que es una moto estupenda para su talla). El escape pegaba unos petardazos cada vez que cortaba gas que me sonaban a gloria. La suspensión me pareció un buen compromiso entre comodidad y deportividad. Fueron sólo primeras impresiones y marcadas por haber llevado una 650 bicilíndrica durante una añito, así que me queda mucho por averiguar sobre mi nueva moto.
No cuelgo fotos aún porque le quiero quitar los anclajes de las maletas antes, que la afean mucho y no voy a usarlos.
Me duelen las manos de tirar del acolchado con una mientras intento roscar con la otra. Seré muy torpe, pero vaya diseño cojonudo. 
