pi
04-13-2004, 05:44 PM
Casi me olvido de que tenia la historia por acabar, ahí va…
Despúes de los petarditos vino la vuelta completa al recinto donde tenian expuesto cosas de lo más diverso en barracones habilitados para tal menester. En uno de ellos tenian una exposición del equipo Ducati de resistencia del que los organizadores eran propietarios, habia una mural con miles y miles de fotos tomadas en las carreras, alguna moto y monos de cuero, y en unas vitrinas de cristal decenas de pistones reventados y agujereados de las Ducati con las que corrian… “púes va a ser verdad que las Ducati son frágiles” pensamos. En otro barracon tenian productos de Merchandaising y una exposición de motos Buell.
Una vez acabamos el recorrido entramos en el bar a tomarnos algo y despúes nos fuimos a dormir a las tiendas porque estabamos reventados, no sin antes charlar un buen rato con los colegas Españoles que habia por allí.
DOMINGO
EL DESAYUNO
Como siempre que duermo en una tienda de campaña me levante con la sensación de estar mas cansado que cuando me acoste y el recuerdo del frio que hacia en la tienda durante la noche todavia me daba escalofrios. Habia nevado bastante durante la noche y quedaban algunos rastros de nieve por el suelo lo que seria una premonición de lo que nos esperaría en el viaje de vuelta.
Despúes de la humillación que siempre supone vestirte con varias capas de ropa dentro de una tienda de campaña haciendo esas posturas indignas para conseguir meterte el pantalón fuimos a desayunar al comedor. Una variada colección de bollitos y como no, de pate de pollo nos aguardaban al lado de un café de esos que toman los bárbaros que no sabe a nada. La que repartia la intendencia regaño a Apsley por intentar apropiarse de mas cantidad de la que le tocaba con el consiguiente descojone de personal y las consiguientes blasfemias por parte de Apsley hacia los franceses.
Déspues del cigarrito de rigor dimos otra vuelta al recinto para verlo ahora si de día y volvimos a flipar una vez más con los cacharros que habia por alli como Ducatis 916 con sidecar y cosas por el estilo, la que más me gusto fúe una 900SS Montjuic, con sus dos faros saliendo por delante del carenado y pintada de rojo y amarillo, ¡QUE BONITA!. Por supuesto también habia BMW´s Triumph´s, Harleys´, Guzzis y Laverdas.
EL REGRESO
(o como perder la fé en la moto…)
Una vez recogimos los bartulos y cargado las motos partimos hacia nuestra casa por las carreteritas que nos llevarian hasta Burdeos. Estás eran exactamente iguales que las que salen en los comics del Joe Bar, con vallitas de madera, sus cruces y sus pueblecitos, hay que decir que el frio apretaba de lo lindo pero como la carretera era divertida se sobrellevaba.Pasado Buerdeos empezo a llover con la consiguiente parada para protegernos de la lluvia, dicha protección consistia en atarnos bolsas de plástico en los pies para que no se nos calaran mas de lo que ya estaban.
A estas alturas “sólo” nos quedaban mas de 1.000 kilometros para llegar a casa y quedaban tres horas de luz. La terrible carretera que va desde Burdeos hasta la frontera se hizo sencillamente insoportable por el tedio de las rectas y el frio que hacia. A eso de las 9:00h cruzamos a España y los miembros de la expedición ya ivan con lo puesto, cruzamos una autovia llena de curvas que a mi me parecio especialmente peligrosa porque veia manchas de gasoil por todas las partes y me daba la impresión de que todo el mundo circulaba exageradamente deprisa.
LA PRUEBA
No se donde ni como se llamaba pero a eso de las 11 de la noche atravesamos un puerto de esos “enrevesaditos” que estaba resbaladizo por la humedad y el frio, Apsley abria camino y yo detrás intentando averiguar bajo mi pantalla helada y opaca por el vaho hacia que lado era la curva.
La bombilla de mi faro decide morirse en ese delicado momento, ¡BIEN! a duras penas veo la carretera, pongo la larga…, la larga funciona a rachas…, que hostia me voy a dar… veo como en las discotecas cuando ponen las luces estroboscopicas: ahora si, ahora no. Pero como ese día no me toca consigo hacer el puerto sin matarme.
Cuando consigo terminar el puerto de repente: Pofff, Poofff, Pooofff, Pooooofff, Poooooooouuuuuuuummmmphhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh……………(s ilencio)……………,
¡SE PARA LA MOTO!, consigo meterme en un arcen estrechisimo que estaba totalmente congelado con su consiguiente derrapadita y Apsley tira p´alante sin verme. ¿Se abrá dado cuenta?. Un rato despúes le veo volver con la cara típica del susto: ¿QUEEE PAAASA?, que va a pasar, que me he quedado sin gasolina.
Apsley va en busca de una gasolinera y me quedo allí en medio de un arcén muy pequeño, con los camiones pasando muy cerca y sin posibilidad de saltar al otro lado, mi mujer con la cara blanca por el frio y una sensación de desamparo tremenda…, pasa media hora y empieza a nevar otra vez, Apsley no viene…
TO BE CONTINUED…
Despúes de los petarditos vino la vuelta completa al recinto donde tenian expuesto cosas de lo más diverso en barracones habilitados para tal menester. En uno de ellos tenian una exposición del equipo Ducati de resistencia del que los organizadores eran propietarios, habia una mural con miles y miles de fotos tomadas en las carreras, alguna moto y monos de cuero, y en unas vitrinas de cristal decenas de pistones reventados y agujereados de las Ducati con las que corrian… “púes va a ser verdad que las Ducati son frágiles” pensamos. En otro barracon tenian productos de Merchandaising y una exposición de motos Buell.
Una vez acabamos el recorrido entramos en el bar a tomarnos algo y despúes nos fuimos a dormir a las tiendas porque estabamos reventados, no sin antes charlar un buen rato con los colegas Españoles que habia por allí.
DOMINGO
EL DESAYUNO
Como siempre que duermo en una tienda de campaña me levante con la sensación de estar mas cansado que cuando me acoste y el recuerdo del frio que hacia en la tienda durante la noche todavia me daba escalofrios. Habia nevado bastante durante la noche y quedaban algunos rastros de nieve por el suelo lo que seria una premonición de lo que nos esperaría en el viaje de vuelta.
Despúes de la humillación que siempre supone vestirte con varias capas de ropa dentro de una tienda de campaña haciendo esas posturas indignas para conseguir meterte el pantalón fuimos a desayunar al comedor. Una variada colección de bollitos y como no, de pate de pollo nos aguardaban al lado de un café de esos que toman los bárbaros que no sabe a nada. La que repartia la intendencia regaño a Apsley por intentar apropiarse de mas cantidad de la que le tocaba con el consiguiente descojone de personal y las consiguientes blasfemias por parte de Apsley hacia los franceses.
Déspues del cigarrito de rigor dimos otra vuelta al recinto para verlo ahora si de día y volvimos a flipar una vez más con los cacharros que habia por alli como Ducatis 916 con sidecar y cosas por el estilo, la que más me gusto fúe una 900SS Montjuic, con sus dos faros saliendo por delante del carenado y pintada de rojo y amarillo, ¡QUE BONITA!. Por supuesto también habia BMW´s Triumph´s, Harleys´, Guzzis y Laverdas.
EL REGRESO
(o como perder la fé en la moto…)
Una vez recogimos los bartulos y cargado las motos partimos hacia nuestra casa por las carreteritas que nos llevarian hasta Burdeos. Estás eran exactamente iguales que las que salen en los comics del Joe Bar, con vallitas de madera, sus cruces y sus pueblecitos, hay que decir que el frio apretaba de lo lindo pero como la carretera era divertida se sobrellevaba.Pasado Buerdeos empezo a llover con la consiguiente parada para protegernos de la lluvia, dicha protección consistia en atarnos bolsas de plástico en los pies para que no se nos calaran mas de lo que ya estaban.
A estas alturas “sólo” nos quedaban mas de 1.000 kilometros para llegar a casa y quedaban tres horas de luz. La terrible carretera que va desde Burdeos hasta la frontera se hizo sencillamente insoportable por el tedio de las rectas y el frio que hacia. A eso de las 9:00h cruzamos a España y los miembros de la expedición ya ivan con lo puesto, cruzamos una autovia llena de curvas que a mi me parecio especialmente peligrosa porque veia manchas de gasoil por todas las partes y me daba la impresión de que todo el mundo circulaba exageradamente deprisa.
LA PRUEBA
No se donde ni como se llamaba pero a eso de las 11 de la noche atravesamos un puerto de esos “enrevesaditos” que estaba resbaladizo por la humedad y el frio, Apsley abria camino y yo detrás intentando averiguar bajo mi pantalla helada y opaca por el vaho hacia que lado era la curva.
La bombilla de mi faro decide morirse en ese delicado momento, ¡BIEN! a duras penas veo la carretera, pongo la larga…, la larga funciona a rachas…, que hostia me voy a dar… veo como en las discotecas cuando ponen las luces estroboscopicas: ahora si, ahora no. Pero como ese día no me toca consigo hacer el puerto sin matarme.
Cuando consigo terminar el puerto de repente: Pofff, Poofff, Pooofff, Pooooofff, Poooooooouuuuuuuummmmphhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh……………(s ilencio)……………,
¡SE PARA LA MOTO!, consigo meterme en un arcen estrechisimo que estaba totalmente congelado con su consiguiente derrapadita y Apsley tira p´alante sin verme. ¿Se abrá dado cuenta?. Un rato despúes le veo volver con la cara típica del susto: ¿QUEEE PAAASA?, que va a pasar, que me he quedado sin gasolina.
Apsley va en busca de una gasolinera y me quedo allí en medio de un arcén muy pequeño, con los camiones pasando muy cerca y sin posibilidad de saltar al otro lado, mi mujer con la cara blanca por el frio y una sensación de desamparo tremenda…, pasa media hora y empieza a nevar otra vez, Apsley no viene…
TO BE CONTINUED…