Integralle
02-03-2006, 08:37 AM
Publicado ayer en el Marca digital:
"""Valentino Rossi se sacudió el miedo después de un estreno nefasto con un trompo inesperado y el miércoles certificó una actuación que muy pocos esperaban. El campeón del mundo de MotoGP madrugó para a recibir las instrucciones en el box y miró al cielo complacido de que no hubiera una sola nube. Sin embargo, la salida del italiano se retrasó todo el tiempo necesario para que la pista, humedecida por la lluvia de la noche, se secara. Rossi no estaba para otro ridículo y prefirió aplacar su ansiedad charlando en el box de la Scuderia con los mecánicos y su amigo Ucchio.
Llegado el momento, Valentino humedeció los tapones, una liturgia lenta y maniática heredada del motociclismo, se enfundó el sotocasco, se calzó el casco con visera tornasol y se introdujo en el Ferrari F2004 con tranquilidad. Rossi miraba al frente, convencido de que el error del primer día no volvería a repetirse. Un campeón no puede brindar dos oportunidades a la vergüenza.
El ataque de Rossi fue pausado, paulatino. La venganza de los que se habían mofado de su incidente el día previo, tuvieron que morderse la lengua poco a poco hasta sangrar por la evidencia. Valentino salió al asfalto con las precauciones de un novato y poco a poco fue inundando de curiosidad la calle del ‘pit-lane’. Su primer registro fue tan pobre como el de un chaval de karting. Vale rodó en 1.25. Rossi incrementó un tanto el ritmo y estableció un 1.22 que no dejaba de ser igualmente pobre.
Sólo referencias de moto
Pero a Rossi sólo le valía el aprendizaje, excepcionalmente importante en un circuito del que sólo tenía referencias de moto. Frente a él, competían pilotos de Fórmula 1 que probablemente acumulaban miles de vueltas sobre el circuito valenciano. Por eso, sólo cuando hubo adquirido ciertas tablas se decidió a poner en juego sus límites. En la siguiente secuencia de vueltas, una sucesión de tiempos en 1.18 evidenció que Valentino se estaba animando mucho. Incluso empezó a formarse una idea del rebufo y se pegó en un par de ocasiones a un BMW tratando de no perder la estela.
Por la tarde, el proceso de adaptación había casi culminado, y pese a que el italiano no pudo dar tantas vueltas como hubiera deseado (52, curiosamente, las mismas que Alonso ayer), alcanzó un tiempo inesperado dada su inexperiencia. Valentino finalizó la sesión en noveno lugar, a un segundo de Michael Schumacher, con un coche del años 2004 y mayor potencia que los V8 aunque presumiblemente limitado. Pero esta diferencia de motor quedó reducida a anécdota, porque en un circuito tan pequeño como Cheste no hay tiempo para que un V10 desarrolle toda su potencia.
Lo importante para Rossi fue haber superado la presión que jugaba en su contra, el desconocimiento de la pista y superar a seis pilotos expertos de F-1. """
Vosotros direis!!
"""Valentino Rossi se sacudió el miedo después de un estreno nefasto con un trompo inesperado y el miércoles certificó una actuación que muy pocos esperaban. El campeón del mundo de MotoGP madrugó para a recibir las instrucciones en el box y miró al cielo complacido de que no hubiera una sola nube. Sin embargo, la salida del italiano se retrasó todo el tiempo necesario para que la pista, humedecida por la lluvia de la noche, se secara. Rossi no estaba para otro ridículo y prefirió aplacar su ansiedad charlando en el box de la Scuderia con los mecánicos y su amigo Ucchio.
Llegado el momento, Valentino humedeció los tapones, una liturgia lenta y maniática heredada del motociclismo, se enfundó el sotocasco, se calzó el casco con visera tornasol y se introdujo en el Ferrari F2004 con tranquilidad. Rossi miraba al frente, convencido de que el error del primer día no volvería a repetirse. Un campeón no puede brindar dos oportunidades a la vergüenza.
El ataque de Rossi fue pausado, paulatino. La venganza de los que se habían mofado de su incidente el día previo, tuvieron que morderse la lengua poco a poco hasta sangrar por la evidencia. Valentino salió al asfalto con las precauciones de un novato y poco a poco fue inundando de curiosidad la calle del ‘pit-lane’. Su primer registro fue tan pobre como el de un chaval de karting. Vale rodó en 1.25. Rossi incrementó un tanto el ritmo y estableció un 1.22 que no dejaba de ser igualmente pobre.
Sólo referencias de moto
Pero a Rossi sólo le valía el aprendizaje, excepcionalmente importante en un circuito del que sólo tenía referencias de moto. Frente a él, competían pilotos de Fórmula 1 que probablemente acumulaban miles de vueltas sobre el circuito valenciano. Por eso, sólo cuando hubo adquirido ciertas tablas se decidió a poner en juego sus límites. En la siguiente secuencia de vueltas, una sucesión de tiempos en 1.18 evidenció que Valentino se estaba animando mucho. Incluso empezó a formarse una idea del rebufo y se pegó en un par de ocasiones a un BMW tratando de no perder la estela.
Por la tarde, el proceso de adaptación había casi culminado, y pese a que el italiano no pudo dar tantas vueltas como hubiera deseado (52, curiosamente, las mismas que Alonso ayer), alcanzó un tiempo inesperado dada su inexperiencia. Valentino finalizó la sesión en noveno lugar, a un segundo de Michael Schumacher, con un coche del años 2004 y mayor potencia que los V8 aunque presumiblemente limitado. Pero esta diferencia de motor quedó reducida a anécdota, porque en un circuito tan pequeño como Cheste no hay tiempo para que un V10 desarrolle toda su potencia.
Lo importante para Rossi fue haber superado la presión que jugaba en su contra, el desconocimiento de la pista y superar a seis pilotos expertos de F-1. """
Vosotros direis!!