pate
02-26-2005, 02:46 PM
Diarios de Motocarro.
Día Primero:
Aparece en prensa, debía correr el año 78 del siglo pasado, un anuncio que obviamente no recuerdo textualmente, que rezaba así:
"Vendo Vespacar en buen uso. Precio 12000 pesetas. Razón teléfono tal. Puentelarreina"
En la mente inquieta de un grupo de amigos con diecisiete años, aquello resulto ser un regalo. Nos interesaba. Buscamos mil pretextos que nos hacían ver lo practico de aquel artilugio.
"No pasaremos frio para bajar a la Chantrea a estudiar (era un decir lo de estudiar)."
"Podremos bajar incluso cuatro a la vez con las carteras. (Las mochilas escolares son un invento posterior)".
"Seguro que en clase podre desmontarle el cilindro y a base de lima y con una buena carburación lo podremos poner a más de 80 km/h. (Palabras del que estudiaba automoción)".
Día Segundo:
Conseguimos reunir entre los amigos algo más de diez mil pesetas, así que con las monedas que sobraban y con el recorte del diario fuimos en busca de una cabina que no estuviera estropeada, cosa nada facíl por cierto. (Obvio decir que los moviles solo estaban en la mente de Julio Verne por aquel entonces).
"Ring, ring, ring......"
"¿Digame?"
"Es por el anuncio del motocarro, mi "padre" estaría interesado en verlo y comprarlo"
"Ahora no esta mi marido, como se ha jubilao de la panaderia se ha ido al huerto, pero si venis a las 5 estará aquí pa merendar"
"Vale, allí estaremos, pero mi "padre" no podrá venir y ademas dice que no tenemos mas que diez mil pesetas"
"Los dineros lo hablais con mi marido"
"Adios"
"Adios"
Tuvimos que coger dos billetes para la Estellesa, porque no había para todos. Se presentaron dos amigos y tratarón con el buen hombre. Se mostro muy dispuesto a venderlo por diez mil pesetas porque no queria saber nada de algo que pudiera recordarle a su antiguo trabajo de panadero. Trato hecho.
Dïa Tercero:
Tengo recuerdos difuminados de aquel día, pero recuerdo como llegó con las manos manchadas de grasa y reclamando la parte que nos correspondía de las doscientas treinta pesetas que le había puesto de mezcla en el surtidor, y del billete de la Estellesa que tuvo que abonar previo hurto al monedero de su hermana (que se pondría como loca, imagino yo).
Allí delante nuestro estaba la "panacea" al problema de desplazamiento colectivo que nos acuciaba. Se acabo coger dos billetes de cuatro viajes cada uno en la Villavesa. Por fín la ansiada libertad, claro que no era la soñada, no nos iba a dar el aire en la cara, (no era obligatorio el casco), ni ibamos a poder tumbar en las curvas (eso creiamos a pies juntillas), pero era un buen comienzo.
Día Cuarto:
El mécanico del grupo había puesto apunto el vehiculo, aquel Vespacar color aceituna desteñido, le había cambiado la bujía, limpiado el filtro del aire, engrasado el no sé que y cambiado la sirga de arranque, (el arranque era como el de las fuera-borda).
Llegó el momento soñado, ponerme a los mandos de aquel sueño con ruedas, (vale que no eran ni cuatro como las del Simca Mil Rallye que me gustaba, ni dos como las de la soñada LeMans, pero es lo que había).
El repris, por asi decirlo, no era espectacular, así que decidí no perder inercia en las curvas y abordarlas con "alegría", y la cosa no iba mal hasta que no sé porque diablos, yo creo que fue un mal bache en plena trazada, aquel artilugio se desestabilizo y acabo como acaban esos chismes cuando se desestabilizan, volcando.
¡Que disgusto!, y mi honra por los suelos, nunca mejor dicho, no veas que miradas de los colegas, que insultos a mi habilidad, (conseguí que no volcara del todo, solo de costado), que maldiciones. Y claro, aquel aparto ya no arrancaba.
"Se habrá inundado el carburador"
"Estará ahogado"
"Este gilipollas se lo ha cargado, ya me esta devolviendo el dinero"
"Creo que ya se lo que le pasa"
"No hay luz, no veo bien, pero se le ha salido la goma del depósito de gasolina"
"Espera que te ilumino con el mechero"
"Nooooooo......"
Demasiado tarde.
Dïa Quinto:
El chatarrero insistia en que nos hacía un regalo no cobrandonos por llevarse el motocarro, las caras de funeral de todos debieron enternecerle sobremanera.
Fue una corta experiencia en el mundo de las tres ruedas, pero fue gratificante vista desde la distancia. Eran tiempos de juventud. Todo un regalo, y todavia reimos a mandibula batiente cuando lo recordamos, sin duda fueron las mejor diez mil pesetas invertidas en risa de toda mi vida.
Día Sexto:
"Mirar, venden un 4-L furgoneta en Salinas.....¿Vamos a verlo?"
Paté
P.D.
Puentelarreina= Villa en el Camino de Santiago a unos 25 Km de Pamplona.
Chantrea= Barrio pamplones donde existe un centro de Formación Profesional llamado La Virgen del Camino.
Estellesa= Autobus de linea Pamplona-Logroño.
Villavesa= Cordialmente el nombre con que los habitantes de Pamplona llamamos al transporte urbano.
Día Primero:
Aparece en prensa, debía correr el año 78 del siglo pasado, un anuncio que obviamente no recuerdo textualmente, que rezaba así:
"Vendo Vespacar en buen uso. Precio 12000 pesetas. Razón teléfono tal. Puentelarreina"
En la mente inquieta de un grupo de amigos con diecisiete años, aquello resulto ser un regalo. Nos interesaba. Buscamos mil pretextos que nos hacían ver lo practico de aquel artilugio.
"No pasaremos frio para bajar a la Chantrea a estudiar (era un decir lo de estudiar)."
"Podremos bajar incluso cuatro a la vez con las carteras. (Las mochilas escolares son un invento posterior)".
"Seguro que en clase podre desmontarle el cilindro y a base de lima y con una buena carburación lo podremos poner a más de 80 km/h. (Palabras del que estudiaba automoción)".
Día Segundo:
Conseguimos reunir entre los amigos algo más de diez mil pesetas, así que con las monedas que sobraban y con el recorte del diario fuimos en busca de una cabina que no estuviera estropeada, cosa nada facíl por cierto. (Obvio decir que los moviles solo estaban en la mente de Julio Verne por aquel entonces).
"Ring, ring, ring......"
"¿Digame?"
"Es por el anuncio del motocarro, mi "padre" estaría interesado en verlo y comprarlo"
"Ahora no esta mi marido, como se ha jubilao de la panaderia se ha ido al huerto, pero si venis a las 5 estará aquí pa merendar"
"Vale, allí estaremos, pero mi "padre" no podrá venir y ademas dice que no tenemos mas que diez mil pesetas"
"Los dineros lo hablais con mi marido"
"Adios"
"Adios"
Tuvimos que coger dos billetes para la Estellesa, porque no había para todos. Se presentaron dos amigos y tratarón con el buen hombre. Se mostro muy dispuesto a venderlo por diez mil pesetas porque no queria saber nada de algo que pudiera recordarle a su antiguo trabajo de panadero. Trato hecho.
Dïa Tercero:
Tengo recuerdos difuminados de aquel día, pero recuerdo como llegó con las manos manchadas de grasa y reclamando la parte que nos correspondía de las doscientas treinta pesetas que le había puesto de mezcla en el surtidor, y del billete de la Estellesa que tuvo que abonar previo hurto al monedero de su hermana (que se pondría como loca, imagino yo).
Allí delante nuestro estaba la "panacea" al problema de desplazamiento colectivo que nos acuciaba. Se acabo coger dos billetes de cuatro viajes cada uno en la Villavesa. Por fín la ansiada libertad, claro que no era la soñada, no nos iba a dar el aire en la cara, (no era obligatorio el casco), ni ibamos a poder tumbar en las curvas (eso creiamos a pies juntillas), pero era un buen comienzo.
Día Cuarto:
El mécanico del grupo había puesto apunto el vehiculo, aquel Vespacar color aceituna desteñido, le había cambiado la bujía, limpiado el filtro del aire, engrasado el no sé que y cambiado la sirga de arranque, (el arranque era como el de las fuera-borda).
Llegó el momento soñado, ponerme a los mandos de aquel sueño con ruedas, (vale que no eran ni cuatro como las del Simca Mil Rallye que me gustaba, ni dos como las de la soñada LeMans, pero es lo que había).
El repris, por asi decirlo, no era espectacular, así que decidí no perder inercia en las curvas y abordarlas con "alegría", y la cosa no iba mal hasta que no sé porque diablos, yo creo que fue un mal bache en plena trazada, aquel artilugio se desestabilizo y acabo como acaban esos chismes cuando se desestabilizan, volcando.
¡Que disgusto!, y mi honra por los suelos, nunca mejor dicho, no veas que miradas de los colegas, que insultos a mi habilidad, (conseguí que no volcara del todo, solo de costado), que maldiciones. Y claro, aquel aparto ya no arrancaba.
"Se habrá inundado el carburador"
"Estará ahogado"
"Este gilipollas se lo ha cargado, ya me esta devolviendo el dinero"
"Creo que ya se lo que le pasa"
"No hay luz, no veo bien, pero se le ha salido la goma del depósito de gasolina"
"Espera que te ilumino con el mechero"
"Nooooooo......"
Demasiado tarde.
Dïa Quinto:
El chatarrero insistia en que nos hacía un regalo no cobrandonos por llevarse el motocarro, las caras de funeral de todos debieron enternecerle sobremanera.
Fue una corta experiencia en el mundo de las tres ruedas, pero fue gratificante vista desde la distancia. Eran tiempos de juventud. Todo un regalo, y todavia reimos a mandibula batiente cuando lo recordamos, sin duda fueron las mejor diez mil pesetas invertidas en risa de toda mi vida.
Día Sexto:
"Mirar, venden un 4-L furgoneta en Salinas.....¿Vamos a verlo?"
Paté
P.D.
Puentelarreina= Villa en el Camino de Santiago a unos 25 Km de Pamplona.
Chantrea= Barrio pamplones donde existe un centro de Formación Profesional llamado La Virgen del Camino.
Estellesa= Autobus de linea Pamplona-Logroño.
Villavesa= Cordialmente el nombre con que los habitantes de Pamplona llamamos al transporte urbano.