xoxe
12-07-2004, 10:24 PM
Le marcamos, a Apsley, que entrara en boxes para continuar con los entrenos y tendriais que ver su cara cuando levanto la pantalla de su precioso casco y le comente los tiempos por vuelta que había realizado. Se bajo de la moto dando saltos y gritando…–ya me voy agusto, ya me voy agusto, joder con los neumáticos, qué pasada, el suelo esta muy frío y los cabrones deslizan que da gusto–, Me comentó que se notaba mucho lo que aguantaban estos neumáticos, y debía de ser cierto por el estado de sus deslizaderas del mono, ya que las estrenaba ese mismo día y parece que haya pasado el AVE por ellas. Y yo, en el puto muro.
Rellenamos el depósito no con demasiado combustible por aquello del peso, y toma la salida Pi haciéndonos ver que bajaría al 56 ó 55, cosa bastante dificil ya que anochecía y el suelo no ofrecía ninguna confianza. No obstante y tras una salida de boxes mucho más espectacular que la realizada por Apsley comenzó su última tanda del día y rodó como los ángeles ya que en la primera vuelta lo hizo en un 00 para rodar las tres últimas en sendos 58. A falta de dos vueltas parámos a Pi para que Jorge se diera el último “rulo” ya que la pista se encontraba en penumbra y no daba tiempo para más.
La crónica de estas tandas se debe de considerar todo un éxito ya que nuestros pilotos han superado y con creces los cronos realizados en los entrenos anteriores y en condiciones mucho más adversas. Quedan ya para el recuerdo todas las vivencias y experiencia acumulada durante estas escasas 9 horas de intensa actividad. Han ocurrido cosas que aunque ya es dominio de todos nuestros “foreros” sólo hacen reafirmar lo que ya he repetido hasta la saciedad, la gente que colabora, anima y ayuda a esta empresa son de matrícula de honor, hacen gala de un respeto hacia todos, que se sale de la norma, saben estar, saben apoyar, saben ayudar, saben saber y además son todos guap@s.
Las imágenes para quedarse son aquellas que por excitantes y casi gloriosas nunca se borraran de nuestrsos recuerdos… no se puede olvidar a Pi saliendo a la recta de meta con otras cuatro máquinas, una R1, 2 CBR 600 de 2004 y una Suzuki GSXR 750 y hacer el tramo de aceleración a recta a la par de ellas hasta pasar por la línea de meta, donde la R1 y GSXR imponían su velocidad punta y, abandonado a su suerte a las CBR por detrás, pero lo más espectacular es cuando llegaban a la frenada de final de recta y Pi les pasaba como una exalación recuperando esos 20 ó 30 metros perdidos en la recta y entrando en la curva por el sitio dejando a su rebufo a los potentes. No puedo tampoco olvidar a Apsley en sus peleas en esta misma zona del circuito, siempre tenía la sensación de que entraba pasado en la frenada de recta, pero siempre llevaba la trazada exacta y parecía que la tomaba sin el menor esfuerzo. En una ocasión, un piloto que salió delante de él a comienzo de recta con una moto “grande” y a la altura de la linea de meta, Apsley le dio caza, pero por el sitio que ocupaba el contrincante, Apsely debió de hacerlo por el lado interior de la pista lo que obligó, al llega paralelos al final, a cortar unas décimas antes a Apsley para no terminar por los suelos. Y Jorge, por fin doblego a los de las motos de carreras de verdad. También doy fe de que en esta baza le quitó las pegatinas al “niño” que con una moto de carreras a escala y con 12 añitos, hacía unos cronos de escándalo llegando a rodar en 2’ 08”…
No quisiera terminar esta crónica sin reiterar mi mayor agradecimiento a Topopaco, que aunque nos privó de su maestría a lomos de la Daytona, sus consejos al pie del cañón siempre resultaron acertados. Si buscais en un diccionario la palabra “amigo”, observareis que al lado de la palabra en cuestión, aparece una foto del “Topo”. Y, por supuesto no me olvido de Pochy. Es un fiera. Su progresión dentro del circuito ha sido espectacular y nos a mantenido a todos en tensión vuelta tras vuelta. El apoyo de su chica es incondicional y sus consejos de prudencia le han hecho mella a nuestro Pochy. ¡Enhorabuena!, y como podrás haber vivido, la Daytona se deja llevar a todo ritmo horas y horas sin desfallecer.
La moto ha demostrado ser una verdadera sport sin dar ninguna concesión a la fatiga. Más de 500 kilómetros recorridos en una sóla sesión con el cuentavueltas a 12.000 todo el día. Más de 120 vueltas a este precioso y agradecido circuito avalan la dureza y precisión de sus componentes y lo más importante, las pequeñas operaciones realizadas sobre ella, por lo menos no la han empeorado…
A todo esto, yo, todo lo viví al pie de este puto muro.
Nos vemos.
Rellenamos el depósito no con demasiado combustible por aquello del peso, y toma la salida Pi haciéndonos ver que bajaría al 56 ó 55, cosa bastante dificil ya que anochecía y el suelo no ofrecía ninguna confianza. No obstante y tras una salida de boxes mucho más espectacular que la realizada por Apsley comenzó su última tanda del día y rodó como los ángeles ya que en la primera vuelta lo hizo en un 00 para rodar las tres últimas en sendos 58. A falta de dos vueltas parámos a Pi para que Jorge se diera el último “rulo” ya que la pista se encontraba en penumbra y no daba tiempo para más.
La crónica de estas tandas se debe de considerar todo un éxito ya que nuestros pilotos han superado y con creces los cronos realizados en los entrenos anteriores y en condiciones mucho más adversas. Quedan ya para el recuerdo todas las vivencias y experiencia acumulada durante estas escasas 9 horas de intensa actividad. Han ocurrido cosas que aunque ya es dominio de todos nuestros “foreros” sólo hacen reafirmar lo que ya he repetido hasta la saciedad, la gente que colabora, anima y ayuda a esta empresa son de matrícula de honor, hacen gala de un respeto hacia todos, que se sale de la norma, saben estar, saben apoyar, saben ayudar, saben saber y además son todos guap@s.
Las imágenes para quedarse son aquellas que por excitantes y casi gloriosas nunca se borraran de nuestrsos recuerdos… no se puede olvidar a Pi saliendo a la recta de meta con otras cuatro máquinas, una R1, 2 CBR 600 de 2004 y una Suzuki GSXR 750 y hacer el tramo de aceleración a recta a la par de ellas hasta pasar por la línea de meta, donde la R1 y GSXR imponían su velocidad punta y, abandonado a su suerte a las CBR por detrás, pero lo más espectacular es cuando llegaban a la frenada de final de recta y Pi les pasaba como una exalación recuperando esos 20 ó 30 metros perdidos en la recta y entrando en la curva por el sitio dejando a su rebufo a los potentes. No puedo tampoco olvidar a Apsley en sus peleas en esta misma zona del circuito, siempre tenía la sensación de que entraba pasado en la frenada de recta, pero siempre llevaba la trazada exacta y parecía que la tomaba sin el menor esfuerzo. En una ocasión, un piloto que salió delante de él a comienzo de recta con una moto “grande” y a la altura de la linea de meta, Apsley le dio caza, pero por el sitio que ocupaba el contrincante, Apsely debió de hacerlo por el lado interior de la pista lo que obligó, al llega paralelos al final, a cortar unas décimas antes a Apsley para no terminar por los suelos. Y Jorge, por fin doblego a los de las motos de carreras de verdad. También doy fe de que en esta baza le quitó las pegatinas al “niño” que con una moto de carreras a escala y con 12 añitos, hacía unos cronos de escándalo llegando a rodar en 2’ 08”…
No quisiera terminar esta crónica sin reiterar mi mayor agradecimiento a Topopaco, que aunque nos privó de su maestría a lomos de la Daytona, sus consejos al pie del cañón siempre resultaron acertados. Si buscais en un diccionario la palabra “amigo”, observareis que al lado de la palabra en cuestión, aparece una foto del “Topo”. Y, por supuesto no me olvido de Pochy. Es un fiera. Su progresión dentro del circuito ha sido espectacular y nos a mantenido a todos en tensión vuelta tras vuelta. El apoyo de su chica es incondicional y sus consejos de prudencia le han hecho mella a nuestro Pochy. ¡Enhorabuena!, y como podrás haber vivido, la Daytona se deja llevar a todo ritmo horas y horas sin desfallecer.
La moto ha demostrado ser una verdadera sport sin dar ninguna concesión a la fatiga. Más de 500 kilómetros recorridos en una sóla sesión con el cuentavueltas a 12.000 todo el día. Más de 120 vueltas a este precioso y agradecido circuito avalan la dureza y precisión de sus componentes y lo más importante, las pequeñas operaciones realizadas sobre ella, por lo menos no la han empeorado…
A todo esto, yo, todo lo viví al pie de este puto muro.
Nos vemos.