trennocturno
07-21-2004, 10:49 AM
LLegué el viernes por la noche a las 12 y pico, y lo primero la novatada: todos los guardas de las linternas señalándote que sigas y no te pares con la moto, que sigas y no bloquees el tráfico, así que tu palante palante palante rodeado de 500.000 motos que hacen lo mismo. No sabes a dónde coño vas, pero no te dejan que pares, así que...."a dónde fueres, haz lo que vieres", al final llegaba a una barrera con un nota que me decía que sin pulserita no podía seguir, así que dabas la vuelta con sensación de estar haciendo el primo. Entonces volvías a dar la vuelta a toda la cola, volvías a la carretera, vuelta en la rotonda y otra vez a la cola; y joder, otra vez igual, que sigas, que no te pares, que palante, que palane....total, que otra vez llegué hasta el final y el nota de las pulseritas que me mandaba patrás. Yo me daba cuenta que estaba haciendo el imbécil pero decidí tomármelo con calma y aparcar como fuera, así que a la tercera fue la vencida y conseguí aparcar la moto durante el trayecto de la cola. Entonces a las inscripciones, otro colón del carajo, pero ahora a pie, afortunadamente para mi culo que a esas horas ya iba bastante perjudicado. La moto se quedó sóla y con todo cargado pero joder, cualquiera hacía la cola con todos los bártulos, afortunadamente nadie tocó la moto. Cuando llegué al mostrador me encontré a una barrera de diez o doce chicas cuidadosamente seleccionadas por su simpatía y su escote, calculo que ninguna debía andar por debajo del 105 de sujetador, joder, pensé, estos portugueses cuidan los detalles, definitivamente había llegado a Faro. Vuelta a la moto con la bolsita, vuelta a la cola de motos y vuelta al nota de la barrera. Le enseñé la pulserita con una sensación de alivio que te cagas, y por fin entré en territorio comanche. Nada más entrar, y siguiendo con las novatadas, lo primero que hice fue perderme en un pinar donde no había ni luz, ni ruido, ni gente, ni música, ni na; aquello parecía un camping del inserso y yo estaba tan cansao que un par de veces casi me caigo de la moto resvalando en la arena playera.
Tras mil vueltas conseguimos localizar el centro del meollo y fuimos a parar a la zona del oasis, junto a la carpa que llaman "el circo". Era urgente acampar porque ya eran más de la una de la mañana y estaba reventao y muerto de hambre, además soy diabético y estaba empezando a temer que me diera una hipoglucemia porque llevaba un montón de horas sin comer nada. Por más que os diga las vueltas que dimos no os podeis imaginar, no quedaba un puto hueco en todo el recinto. La peña había llegado con tiempo y cada cual se había montado su chiringuito, algunos parecían chalettes, con el espacio acotado formando parcelitas, con las motos y las tiendas dentro, con las banderas y estandartes de los motoclubs....y yo allí dando vueltas con la Triumph, en primera to el rato, el motor a mil grados, el ventilador lanzándome llamaradas a las piernas....Al final renuncié a encontrar un arbolito que diera sombra y solté los bártulos en un llano libre junto a las duchas, sin ningún cobijo, pero no estaba el horno pa bollos. Ahora tocaba acampar, pero los AC/DC sonaban de fondo, y a mi esa peña se me mete en las venas y me revoluciona, y estaba cansadísimo, así que pasé de todo, confié en mi buena estrella y me fui de marcha sin deshacer el equipaje.
Fui derecho a buscar un chiringuito pa comer, como soy diabético y tengo que cuidar mucho la dieta y no bebo alcohol, pues fui a buscar algo lijerito, un bocata de queso y una fruta; pues una mierda que me coma, no había nada de eso en ningún sitio y yo estaba desmayao, así que tuve que adaptarme y comerme una hamburguesa, y con eso me di por satisfecho. Por fin me fui pal escenario principal, estaba tocando un grupo bastante bueno, eran portugueses, "obrigado", y hacían un punk-rock de calidad con algunas incorsiones en el hard-core, me gustaba. Estube un rato debajo del escenario, en primerísima fila, a mi lado había dos nenas tremendas, las dos con camisetas de licra superajustadas y de tirantes, una de rojo y otra de amarillo,y cada dos por tres se abrazaban y se daban un beso en la boca y tan panchas, y yo que no paraba de pensar lo que me gustaría estar metido justo entre las dos, tan cariñosas....así que me fuí un rato a la barra a buscar una coca-light, ya sabeis, soy diabético. Pues una mierda que me beba, no había ni cocacola ni ningún refresco light....aquello me sentó bastante mal pero bueno, hay que adaptarse, así que me puse a beber cerveza Sagres como todo el mundo; y claro, pasa lo que pasa, que una vez que empiezas no sabes como parar, así que después de una otra, y luego otra, y al final pasé de la docena y me pillé una tajá de campeonato. Cuando acabaron los del hard-core había anunciado un "espectáculo sorpresa", no teníamos ni idea de qué sería, sería glloboflexia, sería un cuentacuentos....oye pues no, que fue un streptease y de los mejores. Al ritmo electro-infernal de los Chemical Brothers apareció en el escenario una Bielorusa peliroja con trencitas y unas caderas poderosísimas y aquello fue lo máximo, serían los antidiabéticos mezclados con la cerveza y los cigarrillos de hiervas (claro, me encontré con amigos), pero a mi aquella hembra me parecía una auténtica diosa: la ampliación de la Unión Europea me pareció muy razonable y volví a colocarme junto a las boyeritas de rojo y amarillo por si había suerte. Después apareció una segunda streaper más mediocre y por último un trío de nenas que se entendía muy bien cerró el "espectáculo sorpresa".
Sin hacerse esperar irrumpió en el escenario el siguiente grupo: una banda enorme de rock celta, enorme quiere decir que eran 10 o 12 músicos. Os los puedo describir como los "Celtas Cortos" portugueses, la sección rítmica funcionaba como un reloj suizo, y el virtuosismo quedaba en manos de dos guitarras eléctricas y una acústica, acordeón, flauta, violín y ocasionalmente percusiones. El vocalista tenía una interesante voz aguardentosa y muchísimas tablas, como todos. Un grupo con un directo de lo más fiestero, sin dejar tiempos muertos entre las canciones, casi sin parar de sonar en más de dos horas. El 90% del aforo eran portugueses que bailaban sin parar y cantaban con ellos a coro, se sabían todas las letras, esta gente allí debe ser la ostia, y sin duda se lo merecen. Salvo algún hipertérrito cawboy del motoclube anfitrión que asistía al espectáculo sin mover un músculo, apollado en la barrera, con una condescendencia a medio camino entre lo impresionante y lo cómico, todos bailábamos como posesos con un buenrrollismo muy contagioso. A mitad de la actuación, una ambientá con vocación de showgirl se subió al escenario y nos deleitó con sus bailes erótizantes durante algunas canciones, la chica se divrtió y los demás también. Tras unos vises acústicos de muy alto nivel aquello se terminó hacia las cinco y media de la mañana, y todos peregrinamos a la carpa conocida como el Circo. Allí nos encontramos muy buena música (siempre desde la perspectiva de un rockero, claro) y más copas. En esta carpa había un escenario, delante del escenario una barra de bar y a ambos lados de la barra, pantallas gigantes que emitían imágenes del streaptes que unas horas antes habíamos visto en el escenario principal. Ya pasadas las siete, borracho como una perra, me fuí a dormir. Las cosas seguían en su sitio, y como era de esperar, la tienda no se había montado sola, así que decidí dormir al raso, y me dejé llevar mirando las estrellas y recibiendo la brisa del Atlántico, con el rock aún sonando de fondo...Fueron tres horas de sueño ligero, la gente pasaba constantemente, "ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador", y comentaban lo bonita que era mi Thunderbird.... A las diez me levanté y decidí que no era imprescindible lavarse, así que me fuí a desayunar y claro, una mierda que me coma, otra vez que sólo hay bocatas y ni sacarina pal café, ¡que se mueran los diabéticos¡¡¡. Tomé un café sólo sin azúcar y un bocata de no sé qué grasiento que estaba buenísimo, un "pequeño almorso", y me senté en una mesa a hacerme una glucemia: la ostia, estábamos sólo a sábado por la mañana y ya se me había disparado el nivel de azúcar..... Me cabreé, me reboté....empaqueté mis cosas y me largué de allí, rumbito para Córdoba.
Así que así ha sido mi primer FARO, K.O. en el primer round. Podría quejarme de que no hubiese fruta, ni ensalada, ni refrescos light ni sacarina, pero entiendo que atender a 40.000 personas es muy difícil y que tienen que simplificar, así que el año que viene volveré, y me llevaré una neverita con coca-colas light, tomatitos, pepinitos, frutita, pan integral, mi quesito...en fin, mis cositas.
Tras mil vueltas conseguimos localizar el centro del meollo y fuimos a parar a la zona del oasis, junto a la carpa que llaman "el circo". Era urgente acampar porque ya eran más de la una de la mañana y estaba reventao y muerto de hambre, además soy diabético y estaba empezando a temer que me diera una hipoglucemia porque llevaba un montón de horas sin comer nada. Por más que os diga las vueltas que dimos no os podeis imaginar, no quedaba un puto hueco en todo el recinto. La peña había llegado con tiempo y cada cual se había montado su chiringuito, algunos parecían chalettes, con el espacio acotado formando parcelitas, con las motos y las tiendas dentro, con las banderas y estandartes de los motoclubs....y yo allí dando vueltas con la Triumph, en primera to el rato, el motor a mil grados, el ventilador lanzándome llamaradas a las piernas....Al final renuncié a encontrar un arbolito que diera sombra y solté los bártulos en un llano libre junto a las duchas, sin ningún cobijo, pero no estaba el horno pa bollos. Ahora tocaba acampar, pero los AC/DC sonaban de fondo, y a mi esa peña se me mete en las venas y me revoluciona, y estaba cansadísimo, así que pasé de todo, confié en mi buena estrella y me fui de marcha sin deshacer el equipaje.
Fui derecho a buscar un chiringuito pa comer, como soy diabético y tengo que cuidar mucho la dieta y no bebo alcohol, pues fui a buscar algo lijerito, un bocata de queso y una fruta; pues una mierda que me coma, no había nada de eso en ningún sitio y yo estaba desmayao, así que tuve que adaptarme y comerme una hamburguesa, y con eso me di por satisfecho. Por fin me fui pal escenario principal, estaba tocando un grupo bastante bueno, eran portugueses, "obrigado", y hacían un punk-rock de calidad con algunas incorsiones en el hard-core, me gustaba. Estube un rato debajo del escenario, en primerísima fila, a mi lado había dos nenas tremendas, las dos con camisetas de licra superajustadas y de tirantes, una de rojo y otra de amarillo,y cada dos por tres se abrazaban y se daban un beso en la boca y tan panchas, y yo que no paraba de pensar lo que me gustaría estar metido justo entre las dos, tan cariñosas....así que me fuí un rato a la barra a buscar una coca-light, ya sabeis, soy diabético. Pues una mierda que me beba, no había ni cocacola ni ningún refresco light....aquello me sentó bastante mal pero bueno, hay que adaptarse, así que me puse a beber cerveza Sagres como todo el mundo; y claro, pasa lo que pasa, que una vez que empiezas no sabes como parar, así que después de una otra, y luego otra, y al final pasé de la docena y me pillé una tajá de campeonato. Cuando acabaron los del hard-core había anunciado un "espectáculo sorpresa", no teníamos ni idea de qué sería, sería glloboflexia, sería un cuentacuentos....oye pues no, que fue un streptease y de los mejores. Al ritmo electro-infernal de los Chemical Brothers apareció en el escenario una Bielorusa peliroja con trencitas y unas caderas poderosísimas y aquello fue lo máximo, serían los antidiabéticos mezclados con la cerveza y los cigarrillos de hiervas (claro, me encontré con amigos), pero a mi aquella hembra me parecía una auténtica diosa: la ampliación de la Unión Europea me pareció muy razonable y volví a colocarme junto a las boyeritas de rojo y amarillo por si había suerte. Después apareció una segunda streaper más mediocre y por último un trío de nenas que se entendía muy bien cerró el "espectáculo sorpresa".
Sin hacerse esperar irrumpió en el escenario el siguiente grupo: una banda enorme de rock celta, enorme quiere decir que eran 10 o 12 músicos. Os los puedo describir como los "Celtas Cortos" portugueses, la sección rítmica funcionaba como un reloj suizo, y el virtuosismo quedaba en manos de dos guitarras eléctricas y una acústica, acordeón, flauta, violín y ocasionalmente percusiones. El vocalista tenía una interesante voz aguardentosa y muchísimas tablas, como todos. Un grupo con un directo de lo más fiestero, sin dejar tiempos muertos entre las canciones, casi sin parar de sonar en más de dos horas. El 90% del aforo eran portugueses que bailaban sin parar y cantaban con ellos a coro, se sabían todas las letras, esta gente allí debe ser la ostia, y sin duda se lo merecen. Salvo algún hipertérrito cawboy del motoclube anfitrión que asistía al espectáculo sin mover un músculo, apollado en la barrera, con una condescendencia a medio camino entre lo impresionante y lo cómico, todos bailábamos como posesos con un buenrrollismo muy contagioso. A mitad de la actuación, una ambientá con vocación de showgirl se subió al escenario y nos deleitó con sus bailes erótizantes durante algunas canciones, la chica se divrtió y los demás también. Tras unos vises acústicos de muy alto nivel aquello se terminó hacia las cinco y media de la mañana, y todos peregrinamos a la carpa conocida como el Circo. Allí nos encontramos muy buena música (siempre desde la perspectiva de un rockero, claro) y más copas. En esta carpa había un escenario, delante del escenario una barra de bar y a ambos lados de la barra, pantallas gigantes que emitían imágenes del streaptes que unas horas antes habíamos visto en el escenario principal. Ya pasadas las siete, borracho como una perra, me fuí a dormir. Las cosas seguían en su sitio, y como era de esperar, la tienda no se había montado sola, así que decidí dormir al raso, y me dejé llevar mirando las estrellas y recibiendo la brisa del Atlántico, con el rock aún sonando de fondo...Fueron tres horas de sueño ligero, la gente pasaba constantemente, "ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador", y comentaban lo bonita que era mi Thunderbird.... A las diez me levanté y decidí que no era imprescindible lavarse, así que me fuí a desayunar y claro, una mierda que me coma, otra vez que sólo hay bocatas y ni sacarina pal café, ¡que se mueran los diabéticos¡¡¡. Tomé un café sólo sin azúcar y un bocata de no sé qué grasiento que estaba buenísimo, un "pequeño almorso", y me senté en una mesa a hacerme una glucemia: la ostia, estábamos sólo a sábado por la mañana y ya se me había disparado el nivel de azúcar..... Me cabreé, me reboté....empaqueté mis cosas y me largué de allí, rumbito para Córdoba.
Así que así ha sido mi primer FARO, K.O. en el primer round. Podría quejarme de que no hubiese fruta, ni ensalada, ni refrescos light ni sacarina, pero entiendo que atender a 40.000 personas es muy difícil y que tienen que simplificar, así que el año que viene volveré, y me llevaré una neverita con coca-colas light, tomatitos, pepinitos, frutita, pan integral, mi quesito...en fin, mis cositas.