pi
05-11-2004, 04:31 PM
Hace unos cuatro años en una de nuestras “escapaditas” pusimos rumbo a Portugal, más concretamente al bonito pueblo de Nazaret el cual era la segunda vez que visitábamos. La expedición estaba compuesta por 4 motos; La Trophy de Xoxe, La Sprint Sport de Apsley, Sprint Executive de Pi y Gema y la Honda CB 500 de nuestro amigo David.
Atravesamos bonitos paisajes ya que era primavera y el campo estaba en todo su esplendor. Los portugueses se apartaban amablemente cuando nos veían venir (ya podían aprender los de aquí), y salvo por la tortura que supone conducir en Portugal por culpa de los faros antiniebla (todo el mundo los lleva conectados) y lo mal que están algunas carreteras el resto fue maravilloso.
Nos acomodamos en un campig metido entre pinares y nos dispusimos a pasar unos agradables días de playa, sol y tienda de campaña.
Y una polla………
Las nubes y chubascos ocasionales no desaparecieron en los tres días que estuvimos allí, y el sol no aparecía así lo mataran. Eso sí, comimos como señores y nos pusimos hasta arriba del insuperable café que sirven en Portugal, de lejos mucho mejor que el de aquí. Y como todo madrileño que va al mar no tardamos mucho en ir a la playa.
OMAHA BEACH. sector 3A. 10:30 h.
Como bobalicones dejamos toda la parnafernalia motorista en la arena y nos despojamos de la ropa de abrigo que llevábamos puesta porque la temperatura era ahora mas cálida. Los que viajáis en moto ya sabréis la cantidad de trastos que se llevan en estas ocasiones.
- Guantes
- Cascos
- Fajas
- Gafas de sol
- Chaquetas
- Jerseyses
- Botas (que por supuesto te quitas en la playa)
- Sotocasco
- Cámaras de fotos
- Etc…
Y como no podía ser de otra forma nos acercamos al agua a mojarnos los pinreles, el mar estaba bastante tranquilo para ser el Atlántico aunque la playa es anchisima las olas eran mesuradas y mientras Apsley, David y yo jugueteábamos por el agua, Xoxe y Gema vigilaban la retaguardia tumbados en la arena.
LA OLA ASESINA O EL TSUNAMI.
Tal como viene el primer amor, la primera espinilla o una carta de hacienda, a nosotros nos vino una ola de 3 metros de altura que aún hoy en día nos seguimos preguntando de donde salió.
Apsley desaparecido debajo de la ola con su traje completo de Gore-tex, yo, que estaba dos metros mas p´alla me llego a la altura de las tetillas y a David el agua le derribo.
Cuando conseguí reaccionar, el cuerpo no me respondía y mis pulmones dejaron de funcionar debido al colapso que sufría mi cuerpo por culpa de la risa. Apsley tardo unos segundos eternos en emerger y las paso canutas para ponerse erguido, ya que con el traje puesto y empapado debia pesar unos 190 kg. Yo quería ayudarle pero era tal el descojone que tenia que no podía ni moverme.
Es duro ver a tu hermano luchando por su vida mientras tu te mueres de la risa, creo que no me lo hubiera podido perdonar nunca.
Pero la escena detrás nuestra no era mucho mejor: El agua barrio todas nuestras pertenencias y Xoxe y Gema luchaban con todas sus fuerzas persiguiendo cascos y botas para que no se las tragara el mar. Cuando conseguimos reunir mas o menos todo, nos dimos cuenta que todo el paseo marítimo se había reunido para ver a los gilipollas que corrían de un lado a otro rescatando prendas.
Es muy duro ver como 100 personas se rien de tí a la vez. :roll:
LAS SECUELAS
- Varios telefonos móviles perdieron la vida ese día.
- Los días restantes los pasamos secando ropa.
- Los cascos tuvierón que ser desmontados para sacar la arena de dentro. (a pesar de eso yo seguia sacando arena dos años despúes). 8O
Atravesamos bonitos paisajes ya que era primavera y el campo estaba en todo su esplendor. Los portugueses se apartaban amablemente cuando nos veían venir (ya podían aprender los de aquí), y salvo por la tortura que supone conducir en Portugal por culpa de los faros antiniebla (todo el mundo los lleva conectados) y lo mal que están algunas carreteras el resto fue maravilloso.
Nos acomodamos en un campig metido entre pinares y nos dispusimos a pasar unos agradables días de playa, sol y tienda de campaña.
Y una polla………
Las nubes y chubascos ocasionales no desaparecieron en los tres días que estuvimos allí, y el sol no aparecía así lo mataran. Eso sí, comimos como señores y nos pusimos hasta arriba del insuperable café que sirven en Portugal, de lejos mucho mejor que el de aquí. Y como todo madrileño que va al mar no tardamos mucho en ir a la playa.
OMAHA BEACH. sector 3A. 10:30 h.
Como bobalicones dejamos toda la parnafernalia motorista en la arena y nos despojamos de la ropa de abrigo que llevábamos puesta porque la temperatura era ahora mas cálida. Los que viajáis en moto ya sabréis la cantidad de trastos que se llevan en estas ocasiones.
- Guantes
- Cascos
- Fajas
- Gafas de sol
- Chaquetas
- Jerseyses
- Botas (que por supuesto te quitas en la playa)
- Sotocasco
- Cámaras de fotos
- Etc…
Y como no podía ser de otra forma nos acercamos al agua a mojarnos los pinreles, el mar estaba bastante tranquilo para ser el Atlántico aunque la playa es anchisima las olas eran mesuradas y mientras Apsley, David y yo jugueteábamos por el agua, Xoxe y Gema vigilaban la retaguardia tumbados en la arena.
LA OLA ASESINA O EL TSUNAMI.
Tal como viene el primer amor, la primera espinilla o una carta de hacienda, a nosotros nos vino una ola de 3 metros de altura que aún hoy en día nos seguimos preguntando de donde salió.
Apsley desaparecido debajo de la ola con su traje completo de Gore-tex, yo, que estaba dos metros mas p´alla me llego a la altura de las tetillas y a David el agua le derribo.
Cuando conseguí reaccionar, el cuerpo no me respondía y mis pulmones dejaron de funcionar debido al colapso que sufría mi cuerpo por culpa de la risa. Apsley tardo unos segundos eternos en emerger y las paso canutas para ponerse erguido, ya que con el traje puesto y empapado debia pesar unos 190 kg. Yo quería ayudarle pero era tal el descojone que tenia que no podía ni moverme.
Es duro ver a tu hermano luchando por su vida mientras tu te mueres de la risa, creo que no me lo hubiera podido perdonar nunca.
Pero la escena detrás nuestra no era mucho mejor: El agua barrio todas nuestras pertenencias y Xoxe y Gema luchaban con todas sus fuerzas persiguiendo cascos y botas para que no se las tragara el mar. Cuando conseguimos reunir mas o menos todo, nos dimos cuenta que todo el paseo marítimo se había reunido para ver a los gilipollas que corrían de un lado a otro rescatando prendas.
Es muy duro ver como 100 personas se rien de tí a la vez. :roll:
LAS SECUELAS
- Varios telefonos móviles perdieron la vida ese día.
- Los días restantes los pasamos secando ropa.
- Los cascos tuvierón que ser desmontados para sacar la arena de dentro. (a pesar de eso yo seguia sacando arena dos años despúes). 8O