Neott
05-02-2004, 07:10 PM
Estos son los puntos fundamentales, para realizar una frenada de libro.
1.- Sujétate más con las piernas que con los brazos y así podrás seguir controlando la dirección sin agarrotamientos. No te dejes caer sobre el depósito porque eso sobrecarga la horquilla y el neumático delantero.
2.-Levanta la mirada, aunque cueste. Tan importante es frenar fuerte como ver lo que está pasando. Mirar justo delante no sirve de nada: las décimas de retraso en tus movimientos hacen que tu reacción llegue demasiado tarde.
3.-Utiliza tantos dedos como te hagan falta: dos, tres, o cuatro. Hazlo con fuerza, pero progresivamente: tardas casi un segundo en llegar a la máxima presión, pero sólo entonces el neumático tendrá apoyo para transmitir la frenada sin bloqueos.
4.-Una frenada fuerte dejará en evidencia una hoquilla abandonada a su suerte, sin cambios períodicos de aceite o un reglaje inadecuado. Los posibles rebotes se mitigan aflojando un pelín la fuerza sobre la maneta. Más vale prolongar que caerse...
5.-En una frenada en línea recta, un bloqueo no significa, necesariamente una caída. Imita en lo posible un ABS, soltando instantáneamente para coger después un poco menos... y podrás presumir de "cerebro electronico" ante tus amigos.
6.-Un toque suave de pedal de freno al comienzo de la frenada estabiliza la moto, y después puede servir de timón... o pasarte y provocar una cruzada o rebote y acabar perdiendo el control. Cuando vas tú solo en una deportiva, el "ancla" posterior no te detiene apenas, pero con dos plazas o motos turísticas hay que apretar fuerte para que ayude de verdad al delantero.
7.-Levantar dos palmos la rueda trasera es muy espectacular visto desde fuera, pero en una frenada larga eso suele ser producto de un tope de horquilla...y en ocasiones hay que soltar freno para que la moto no se de la vuelta .
Y por último comentar que para practicar todo esto lo mejor es hacerlo en circuito, y si no puede ser, utilizar una carretera despejada. Empezando a frenar desde una velocidad de 100 km/h al principio suave, y poco a poco más fuertes.
Aprovecho para recordar también la regla de oro de la conducción: "Mira a donde quieras ir, porque acabaras yendo a donde miras".
1.- Sujétate más con las piernas que con los brazos y así podrás seguir controlando la dirección sin agarrotamientos. No te dejes caer sobre el depósito porque eso sobrecarga la horquilla y el neumático delantero.
2.-Levanta la mirada, aunque cueste. Tan importante es frenar fuerte como ver lo que está pasando. Mirar justo delante no sirve de nada: las décimas de retraso en tus movimientos hacen que tu reacción llegue demasiado tarde.
3.-Utiliza tantos dedos como te hagan falta: dos, tres, o cuatro. Hazlo con fuerza, pero progresivamente: tardas casi un segundo en llegar a la máxima presión, pero sólo entonces el neumático tendrá apoyo para transmitir la frenada sin bloqueos.
4.-Una frenada fuerte dejará en evidencia una hoquilla abandonada a su suerte, sin cambios períodicos de aceite o un reglaje inadecuado. Los posibles rebotes se mitigan aflojando un pelín la fuerza sobre la maneta. Más vale prolongar que caerse...
5.-En una frenada en línea recta, un bloqueo no significa, necesariamente una caída. Imita en lo posible un ABS, soltando instantáneamente para coger después un poco menos... y podrás presumir de "cerebro electronico" ante tus amigos.
6.-Un toque suave de pedal de freno al comienzo de la frenada estabiliza la moto, y después puede servir de timón... o pasarte y provocar una cruzada o rebote y acabar perdiendo el control. Cuando vas tú solo en una deportiva, el "ancla" posterior no te detiene apenas, pero con dos plazas o motos turísticas hay que apretar fuerte para que ayude de verdad al delantero.
7.-Levantar dos palmos la rueda trasera es muy espectacular visto desde fuera, pero en una frenada larga eso suele ser producto de un tope de horquilla...y en ocasiones hay que soltar freno para que la moto no se de la vuelta .
Y por último comentar que para practicar todo esto lo mejor es hacerlo en circuito, y si no puede ser, utilizar una carretera despejada. Empezando a frenar desde una velocidad de 100 km/h al principio suave, y poco a poco más fuertes.
Aprovecho para recordar también la regla de oro de la conducción: "Mira a donde quieras ir, porque acabaras yendo a donde miras".