Trader
03-29-2007, 09:16 AM
Como cada temporada cuando el sol empieza a picar ya un poquillo en lo alto, pero aún no lo tiene muy claro, a los Tritones les aflora en su interior las ganas de hacer “La ruta de montaña-playa”.
Es una de las rutas con más contrastes que te puedes encontrar por nuestras tierras. Curvas por gargantas secas (Agost) y valles verdes que parecen del norte de la Península (espaldas de la sierra de Aitana).
El destino final es Benidorm. Cuna del turismo Guiri.
Este particular “lugar” es el que le dá el toque romántico a esta ruta. Nada más entrar te recibe el olor a fritanga de los chiringuitos y bares con sus terrazas al sol.
Turistas por donde mires, que eso te hace preguntarte…-¿Pero de donde coño sale tanto “gamba”?.
El objetivo es el bareto situado en el paseo de la playa, denominado ahora “White Choppers” (creo). Es genial llegar a ese lugar, atravesar el paseo con el sonido de los escapes que hacen que las cabezas giren. Aparcar justo en la puerta del garito y sentarte casi encima de la moto en una de sus minúsculas mesas que solo pueden albergar botellines de cervezas.
Sentado con las piernas estiradas para relajarlas de unos 200Km de curvas, subidas y bajadas, frenadas y aceleradas, con camiseta de manga corta en pleno Febrero y con tu cervecita fresca, observas como pasa la gente delante de nuestras monturas. Y se paran. Y las miran. Y las vuelven a mirar. ¿Que esto? ¿Son nuevas? ¿Son restauradas? Que guapas. Preciosas. Esto si que son motos, las de toda la vida…
Y cuando estás entrando en el sopor debido a los comentarios y al sol que te envuelve con su calor…se escucha a la lejanía el “típico” sonido metralleta de los escapes de las choppers.
En efecto, son choppers que por el motor deberían de ser Harleys.
Aparcan a la vera de nuestras preciosas inglesas. Bajan de sus hierros, con sus melenas greñudas, sus perillas chiveras, sus chalecos de cuero con sus flecos a juego con los de sus puños, sus pelos de los pechos al aire por que no llevan camisetas, sus botas de serpiente con cabeza incluida en la puntera y sus gafas negras, estrechas y ajustadas a las cuencas de los ojos.
Lo primero que hacen es mirar nuestras monturas. Las miran y remiran. Me siento violado.
Después miran alrededor para encontrar a los dueños de dichas motos. Nos encuentran.
Se acerca el que parece ser el jefe de la banda por que tiene el pelo más largo, la perrilla más larga, más flecos que ninguno y más barriga cervecera que ninguno.
Nos mira. Abre la boca y emite unos ruidos que parecen ser palabras que si las juntásemos seria una frase.
-¿Qué?- Tritones no lo entiende. Normal.
Vuelve a abrir la boca y emite la siguiente pregunta que resumiría todo este texto:
-¿Por que os habéis comprado Triumph?.
Es una de las rutas con más contrastes que te puedes encontrar por nuestras tierras. Curvas por gargantas secas (Agost) y valles verdes que parecen del norte de la Península (espaldas de la sierra de Aitana).
El destino final es Benidorm. Cuna del turismo Guiri.
Este particular “lugar” es el que le dá el toque romántico a esta ruta. Nada más entrar te recibe el olor a fritanga de los chiringuitos y bares con sus terrazas al sol.
Turistas por donde mires, que eso te hace preguntarte…-¿Pero de donde coño sale tanto “gamba”?.
El objetivo es el bareto situado en el paseo de la playa, denominado ahora “White Choppers” (creo). Es genial llegar a ese lugar, atravesar el paseo con el sonido de los escapes que hacen que las cabezas giren. Aparcar justo en la puerta del garito y sentarte casi encima de la moto en una de sus minúsculas mesas que solo pueden albergar botellines de cervezas.
Sentado con las piernas estiradas para relajarlas de unos 200Km de curvas, subidas y bajadas, frenadas y aceleradas, con camiseta de manga corta en pleno Febrero y con tu cervecita fresca, observas como pasa la gente delante de nuestras monturas. Y se paran. Y las miran. Y las vuelven a mirar. ¿Que esto? ¿Son nuevas? ¿Son restauradas? Que guapas. Preciosas. Esto si que son motos, las de toda la vida…
Y cuando estás entrando en el sopor debido a los comentarios y al sol que te envuelve con su calor…se escucha a la lejanía el “típico” sonido metralleta de los escapes de las choppers.
En efecto, son choppers que por el motor deberían de ser Harleys.
Aparcan a la vera de nuestras preciosas inglesas. Bajan de sus hierros, con sus melenas greñudas, sus perillas chiveras, sus chalecos de cuero con sus flecos a juego con los de sus puños, sus pelos de los pechos al aire por que no llevan camisetas, sus botas de serpiente con cabeza incluida en la puntera y sus gafas negras, estrechas y ajustadas a las cuencas de los ojos.
Lo primero que hacen es mirar nuestras monturas. Las miran y remiran. Me siento violado.
Después miran alrededor para encontrar a los dueños de dichas motos. Nos encuentran.
Se acerca el que parece ser el jefe de la banda por que tiene el pelo más largo, la perrilla más larga, más flecos que ninguno y más barriga cervecera que ninguno.
Nos mira. Abre la boca y emite unos ruidos que parecen ser palabras que si las juntásemos seria una frase.
-¿Qué?- Tritones no lo entiende. Normal.
Vuelve a abrir la boca y emite la siguiente pregunta que resumiría todo este texto:
-¿Por que os habéis comprado Triumph?.